Like I would |5|

121 13 3
                                    

Like I would/Como yo lo haría/Comme je le ferais

De Gambito dispuesto a recuperar a Rogue.

La noche es fría, los primeros copos de nieve de la temporada han comenzado a caer y el fuego en mi cigarrillo es lo único que me mantiene caliente.

Frente a mí, la Mansión X se alza como una prisión, majestuosa y oscura. La solitaria figura recostada en la ventana abierta no ha apartado la mirada del bosque donde me escondo y ella no tiene una vista mejorada como la mía, pero sé que me siente.

Ninguno está listo para irse, se supone que yo debo hacerlo primero.

Es tarde, debería resignarme a mis palabras y buscar a mis aliados, pero sus manos se deslizan inconscientemente hacia afuera y veo sus manos enguantas hasta los codos.

Siento el enojo nacer en mi estómago, porque yo sé lo que significa eso. ¿En serio pensé que alejarme era lo mejor?

Marco el número de memoria y la veo agitarse al contestar.

—Hoy hace frío— dice a modo de saludo, como si no fuera la primera vez que hablamos desde mi regreso.

—Es mi corazón el único con frío, chérie.

—Hablar de eso no es mi estilo, cajún. ¿No ibas a dejarlo ir?

Su voz no suena enojada, más bien parece sorprendida. Ella no está acostumbrada a que nadie pelee por ella, luego de tanto tiempo sola parece haber olvidado que hay gente que quiere.

—Lo intenté, vine a despedirme— me sincero —, pero esos guantes...—da un respingo, sorprendida de su error, pero no hace amague de quitárselos, así que aprieto los dientes para contener mi furia—. Rogue, ¿qué te ha hecho?

Por un momento creo que me he ido demasiado tiempo, que se dará la vuelta y colgará el teléfono, por lo que hago que mis ojos brillen.

El rojo en la penumbra del bosque, espero que le recuerde que fuimos (somos) amigos antes que amantes.

Parece funcionar, porque sus hombros caen en un gesto de resignación y derrota.

—Nada. Magneto solo... él solo está siendo precavido. Lo entiendo totalmente, lo de los guates fue idea mía, no quiero que nada le lastime y yo...

—Rogue— casi no puedo escucharla por el zumbido en mis oídos—, no. Por favor, no.

La veo bajar la cabeza y puedo imaginarme las lágrimas en sus mejillas, escondiéndolas como si no supiera que sé lo que hace.

Magneto es manipulador, es cruel y solo es consciente de sus intereses.

Traicionarlo fue estúpido, pero necesario. Terminó arrastrándose en busca de refugio con su viejo amigo. Dejarle con vida mientras reorganizaba la jerarquía de la Hermandad fue más estúpido de mi parte, porque le dio tiempo para tramar la venganza.

Años desaparecido, luchado en la arena de Mojo fue lo que me costó mi intento de ser mejor, pero su verdadero plan estaba aquí cuando volví.

Todos me creyeron muerto y ahora Rogue es el arma preferida de Magneto.

Supongo que era obvio para él elegirla a ella, destrozarla para acabar conmigo.

No puedo culpar a Rogue por aceptarlo en un principio, cuando se comportó bien con ella, cuando le dio rosas y se metió en su mente. Solo que Magneto no la ama y para cuando ella se da cuenta, cuando se recobra del dolor, el plan de venganza está en marcha.

Lleva apagando su brillo, preparándola para mi regreso inevitable, para que yo volviera arrastrándome en el suelo al no verla luchar.

Warren, que es de los únicos que he podido rescatar, me ha contado como empezó: las marcas de dedos en sus brazos, las salidas limitadas y el descontrol de poderes.

Ahora los guantes, como si no hubiera costado años que ella se atreviera a andar sin ellos luego de aprender a controlar sus poderes para que Magneto la vuelva a atar a ellos al tenerla sobrecargada con poderes todo el tiempo.

Y Rogue, la misma mujer que me tiraba de su ventana al provocarla, no lucha. No lucha, porque Mystique está muerta, porque el esqueleto de Logan cuelga de la muralla que rodea la mansión, porque de Charles Xavier solo quedan recuerdos y porque Magneto tiene a los niños mutantes que Rogue cree que son su responsabilidad.

Pero ha llegado el momento de actuar, si la hubiera encontrado tranquila, feliz como Magneto me presumió en cuanto se enteró de mi vuelta a la Tierra, yo la hubiera dejado hacer su vida.

Ahora es tiempo de lucha, Magneto no sabe que he regresado con amigos vencedores de Mojo, que tengo mis cartas bajo la manga y que Rogue volverá a sonreír hasta que duela.

—Escúchame, chérie— levanta la vista sorprendida al percibir la sonrisa en mis palabras—. Si nunca podemos volver, pensé que te gustaría saber esto: él no te tocará como yo lo haría, no te amará como yo lo haría. Él no te hace bien, como yo.

La comprensión aclara sus ojos.

Con nosotros nunca fue sexual, no de ese modo y ella sabe lo que en verdad he dicho: voy por ti.

La sudiste et le voleur [Rogue x Gambit]Where stories live. Discover now