La sudiste et le voleur [Rogue x Gambit]

Wrong |8|

Wrong/Incorrecto/Tort

De cuando se está en el lugar equivocado.

Sapo salta y tengo que reprimir el escalofrío que recorre mi cuerpo cuando su lengua, húmeda y viscosa, se enrolla en mi muñeca y me hace caer.

Le escucho reír y lo fulmino con la mirada cuando me mira desde arriba.

—Supongo que por eso estas con los X-Men ahora, te has vuelto debilucha. ¿Tengo razón?

Me permito un gruñido antes de levantarme con rapidez. Sapo brinca hacia atrás y parece darse cuenta de que se ha pasado de la raya al ver cómo me saco uno de mis guantes.

Él es ágil y logra escaparse de mi toque un par de veces antes de que logre someterlo. Cae casi al instante, es bueno, pero débil ante mis poderes.

Me tomo un momento para acomodar su cabeza en una posición más cómoda antes de dejarlo desmayado en el suelo, todavía le debo de algunas veces en las que me ayudó a escaparme y mi madre me enseñó a ser agradecida.

Intenté no tomar mucho de su poder, concentrarme solo en debilitarlo como he estado practicando con Charles Xavier, pero siento mi lengua más pesada y veo que mi piel se está volviendo verdosa al colocarme de nuevo el guante.

Los demás están ocupados en sus propias batallas con el resto de la Hermandad y, por instinto, mis ojos se posan en Gambito.

Como de costumbre, parece estar tonteando en lugar de pelear contra Bobby, a pesar de que este chico no hace por seguirle el rollo.

Ayudar a los X-Men no es mi prioridad, a pesar de la insistencia de Mystique por convivir con ellos.

Sapo habló de yo siendo parte de los niños bien ahora, de quienes fueron nuestros enemigos cuando yo era una de ellos, pero no mencionó lo que pasa por la mente de mis antiguos compañeros cada vez que nos volvemos a encontrar: traición.

Y ellos fueron mis hermanos, pero Gambito fue más, con su vibra correcta y su mente juguetona. Es al que suelo extrañar más, a pesar de que él también cree que los traicioné.

Las noches de pelea justa y mostrarnos piel con piel bajo la misma luz se terminaron, no estamos en el mismo lugar, en el lugar correcto, donde a él le gustaba desnuda y a mí me gustaba desordenado.

Ahora estamos en el lado equivocado, todo remplazado por la idea de mi huyendo a mitad de la noche para esconderme entre las faldas de Xavier, como si la palabra traición me perteneciera.

Yo le dije a mi madre que los dejara pensar eso, porque ahora soy un problema con problemas. Sé quién soy, se cuánto puedo dañarlos, dañarlo, con los poderes que he conseguido.

Con Gambito siempre fui complaciente y le di todo, pero no puedo darle la carga emocional que los gritos de Miss Marvel cuelgan en mi mente.

Dejo escapar un suspiro y me acerco a Wolverine, que acaba de dejar fuera de combate a Pyro.

Se detiene a examinar mi aspecto un momento antes de dedicarme una especie de sonrisa y empeñarse en utilizar una de las llamas de fuego que están por el lugar para encender el puro que carga siempre encima.

Exhala el humo alejado de mí, piensa que yo nunca he fumado, y sigue mi mirada hacia un frustrado Iceman que no es capaz de concentrarse por la palabrería de Gambito.

—Estas buscando en el lugar equivocado— dice, como si no pudiera contenerse de meterse en mi vida.

Siento que mi corazón se estruja, otros lo ven, lo saben.

Traición o no, todo queda resumido en estar en lados opuestos, en que él no me habla y que, aunque este aquí, no está conmigo.

—Metete en tus propios asuntos.

Cuando Booby cae, Remy se digna a devolverme la mirada. Sus ojos brillan y también lo sabe, lo ve: lugar equivocado.