Cotallaulli, la más hermosa de las princesas que se conoció en el valle del Colca. Su hermosura era tan cautivante y provocativa; los cabellos largos y negros, los ojos marrones y rasgados, de largas y oscuras pestañas, las cejas delgadas y altas, la boca pequeña, adornada con perlas menudas y blancas, el color de su piel de miel y canela. Tantas eran las virtudes que le cantaban sus enamorados pretendientes. Al oír el cacique Huarancante, que su preciosa hija era asediada por jóvenes nobles, de familias distinguidas hasta muchachos humildes, anuncio su decisión de casarla, para complacer sus deseos de ver crecer a sus nietos y bisnietos lo antes posible y que herederos expandan sus territorios.
Todos los pueblos cercanos estaban tan emocionados por esta magnífica noticia, que deseosos por ver a quien escogería Cotallaulli como su flamante esposo, decidieron hacer sus preparativos para ser participes de la fiesta.
Vinieron comarcas vecinas presentando en desfiles suntuosos todo lo que poseían, hicieron gala de sus más preciados tesoros y trofeos, adquiridos en sus recientes conquistas, de su fuerza militar, de sus mujeres, de su ganado, de su producción agrícola y demás, pero sobre todo de sus mas gallardos y audaces hombres.
El cacique decidió que su futuro hijo político seria aquella persona capaz de enamorar a su hija de corazón indomable, puesto que la riqueza y la fama eran algo secundario en esos momentos. Los que se disputaban el derecho a ser elegidos se fueron presentando, aunque la mayoría no causo impresión alguna, tres fueron los que sobresalieron por sus dotes naturales. Estos tres hombres eran el apuesto Hualca, el altivo e imperiosos Sabancaya y el cautivador e inteligente Ampato.
Estos valerosos guerreros se presentaron con la intención de desposar a la sublime hija del cacique Huarancante, se habían reunido al saber que ya era hora de que la encantadora princesa contrajera matrimonio. Lamentablemente ella no podía amar a nadie más que a sí misma, se consideraba muy hermosa y perfecta para que alguien más pudiera disfrutar de su belleza, se comparaba con la radiante Venus y con la luminosa luna en las noches despejadas, gustaba de tomarse baños de agua por largo tiempo, admirando cada parte de su virtuoso y bien moldeado cuerpo.
Por la tarde la primogénita que no se hallaba presente en la ceremonia de presentación, fue informada por una de sus sirvientes, de que su padre había escogido por ella a los jóvenes más idóneos para cortejarla. Cotallaulli al oír que se acercaba el tiempo en el que su libertad se reduciría a convivir con una persona a quién ella nunca llegaría amar, decidió huir.
Tomando consigo únicamente una manta, se dirigió hacia un sendero desconocido y se perdió por los pastizales en la oscuridad de la noche. Fue una firme decisión, pero muy arriesgada, su padre y sus pretendientes la buscaban sin cesar, todos en su casa y su pueblo deberían estar muy preocupados por ella, fueron algunos de los pensamientos que rondaban e invadían a su cerebro a medida que avanzaba sin rumbó, abrazada por el frio y febrilidad de la noche.
En la madrugada del día siguiente, su padre fuecomunicado de su huida e inmediatamente emprendió su búsqueda; los trescandidatos a tomarla como esposa, tomaron la búsqueda como un reto entre ellosy decidieron que la joven se casaría con aquella persona que lograra traerlanuevamente a su hogar. Se armaron de valor, cogieron sus armas y partieron con direcciónal este, porque su intuición de guerra lo conducía hasta allí. Los primerosrayos de sol cayeron sobre ellos, cuando se encontraban sobre un cerro, muycercanos a lo que ahora es el pueblo de Pinchollo, divisaron a lo lejos un ejércitoarmado del cacique. La princesa Cotallaulli se veía sitiada por miles desoldados de su padre, no viendo otra salida más que la muerte, decidió alinstante arrojarse desde un despeñadero cercano, se ato la manta en su cinturay decididamente se lanzo. Pero los Apus(montañas) que lo ven y saben todo, decidieron convertirla en un nevado;Sabancaya y el valeroso Hualca que en ese preciso momento se disponían, contoda la fuerza a lanzar unos pedruscoscon sus ondas para avisar de su presencia, fueron también convertidos enmajestuosos nevados, el imponente Ampato que aun está detrás, cayó y setransformo en lo mismo que sus rivales. Las piedras que Hualca y Sabanycaya lanzaronsiguieron su trayecto, decapitando a la primogénita antes de ser transformadaen una montaña. El cacique Huarancante lloro desconsoladamente por su malproceder, durante días y noches en la intemperie y por la piedad de los diosesde las serranías, fue convertido también en un nevado, el cual ahora provee deagua a la ciudad de Chivay
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Colquita te cuenta
RandomUn sin fin de relatos, historias y leyendas de la provincia de Caylloma (Perú), que te transportaran a tiempos y lugares bellos y tenebrosos. Acompañanos en esta nueva aventura