Akabane Karma era conocido por estar en la clase E y su peculiar personalidad. Sin embargo desde que repentinamente ella llego, esa perspectiva de el empezó a cambiar.
"Estás sacando un yo completamente diferente." Su personalidad única lo definía a...
— Es complicado si tú lo vez complicado, yo lo veo simple.
— Tú, Karma eres demasiado despreocupado —lo acusó—. Está en tu naturaleza. Pero yo pienso que es muy complicado, exactamente como las matemáticas.
Él aguanto la risa.
— ¿Por qué?
— Debes aferrarte a ese alguien para siempre. Te pondré un ejemplo: tienes a una chica que quieres mucho, sientes que con ella podrías tenerlo todo y podrías hacerlo todo. Pero llega un momento en dónde quieres experimentar cosas fuera de tu atmósfera de chico enamorando, quieres sentirte más libre salir y conocer gente. Conocer otro tipo de chicas, otro tipo de personas que no sea simplemente ella —tomo aire y continúo—. Entonces, comienza lo común.
— La infidelidad.
— Exacto. Probaste nuevas cosas y te gustaron, pero no te empalagan tanto como ella —suspiró—. Comienzas a sentirte culpable porque la engañaste y llegas a la conclusión que deberías dejarla porque no puedes con la culpa. Verla todos los días sonriente y feliz de tenerte a pesar de tu haberla engañado, no puede contigo. Entonces deciden dejar de verse. Amar por siempre significa tener que dejar todo con la mayoría de personas, y tener que basarte solo en una persona. En tú persona especial —hizo énfasis a la palabra arrugando ligeramente el ceño—. Por eso es complicado, una persona debe, no disculpa, quiere ver nuevos horizontes, no solamente estar con la misma persona aburrida constantemente.
— Creo que estás equivocada en muchas cosas.
— ¿Podrías decirme cuales?
— Si yo quisiera probar nuevos horizontes le diría a mi pareja que quiero que probemos nuevas cosas juntos. La confianza es lo primordial, si la quiero no me importaría decirle las cosas de frente. Y no debes basarte solo en esa "persona especial", puedes salir, divertirte y continuar una vida normal —argumento, al otro lado del teléfono. Recostado en la cama de su habitación, mirando el cielo nocturno por su ventana—. Si ambos se quieren, si tú lo quieres no sería una carga.
— Nunca dije que sería una carga, es algo agobiante.
— Si yo estuviera con mi persona especial no la engañaría —pausó unos segundos—. Si considero que la relación está en un mal momento hago lo posible para mantenerla a flote, no la tomaría como una carga ni mucho menos como algo estresante. Porque sabría que ella estaría para mí, como yo estaría para ella y no tendría porque desconfiar.
— ...Ya veo...
— Amar por siempre es sencillo. Aunque no estoy realmente seguro si ese es el término correcto —suspiró—. El problema es si tú quieres mantener esa relación a flote. Si tú quieres mantener ese amor, porque después podrías amar a una persona como si fuera la primera vez.
— Amor... —murmuró con un tono nostálgico.
— ¿Alguna vez te haz enamorado?—pregunto, ligeramente nervioso. Removiéndose en el colchón de su cama.
— Creo que me han gustado chicos —respondió dudosa—. Pero nunca me he enamorado de una persona, a lo menos no tanto como para rogar o algo así.
— Oh —canturreó—. Pensé que ya le habías rogado a más de un chico —rió, burlesco.
— P-Pero... —suspiró—. Y tu qué, ¿alguna vez te haz enamorado?
Él se quedó en silencio.
— ...No estoy seguro si será duradero, pero me gusta la sensación. Sin embargo si puedo intentar algo con esa persona lo haré, y te demostraré que vez las cosas de una forma errónea...cuando nos casemos —susurró.
— No quiero ver qué estés de empalagoso con una chica, básicamente estarías diciéndome que estoy sola —bufo.
— No estarás sola, tonta —rió.
— ¿Por qué?
— Porque yo estaré contigo.
— ...
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