No - dije finalmente saliendo de mi escondite. Estaba ahí al frente de Kai, estaba llorando y sus ojos se iluminaron al verme.
Adam... - dijo en voz muy baja, pero aun así lo escuché. Me senté frente a él y lo único que hice fue abrazarlo. Estábamos ahí, abrazados bajo la noche. Habíamos pasado por mucho solo por este momento.
Adam yo - empezó Kai, tenía lágrimas en sus ojos. - de verdad siento haberte tratado así, en serio lo siento - trataba de mantenerse en calma, pero no duró mucho. Sus ojos estaban derramando muchas lágrimas. Me abrazó mucho más fuerte e hice lo mismo.
Por qué? - le pregunté. Traté de que sonará de buena manera para no pensar que le estaba regañando.
Pero él no tuvo oportunidad de contestar, ya que en un momento su madre entró al cuarto.
Kai por qué haces tanto rui- se dio cuenta de que estaba con él y paró. - quién eres!? Aléjate de mí hijo! Amor!! - llamó a su esposo y ahí fue donde entré en pánico. Sabía cómo eran los padres de Kai, así que por hecho sabía que no me iría nada bien.
Lo único que se me ocurrió hacer, fue tomar a Kai de la mano. Me dirigí con él hasta la ventana de su cuarto.
-puedes saltar?- le preguntó Adam al contrario. Aunque la altura fuera baja, aún así podrían lastimarse.
El le miró y negó con la cabeza, se podía ver su miedo. Y era obvio, tenía a sus dos padres abusivos detrás de él.
En un momento, lo carge al estilo "princesa".
Listo? - le pregunté antes de saltar.
Él solo asintió.
Saltamos por aquella ventana. Yo estaba cargando a Kai, mientras que este solo se aferraba a mi. Afortunadamente, caímos sin hacernos ningún daño. Corrí hasta un lugar lejano, aún con Kai en mis brazos.
Llegamos hasta el mismo bosque, ahí me senté a descansar. Me sentí muy mal por Kai. Quiero decir, él tuvo que sufrir por culpa de sus padres, tuvo una vida terrible en parte, la gente lo utiliza y una infinidad de cosas más.
Me estaba quedando dormido cuando escuché un ruido. Me alarme y estaba a punto de levantarme, pero me di cuenta de que esos ruidos no eran nada más que los leves ronquidos de Kai. Dios, el se estaba acurrucando más y más en mi. Este chico era una ternura en persona, comencé a acariciar su cabello y Dios! Era tan suave, ¿cómo alguien se atrevería a lastimar a una persona como él?. Puede que no sea valiente, pero tampoco es un cobarde, es bastante inteligente, tierno, Agh! Siento que voy a explotar. Me quedé dormido por lo que parecieron ser 2 horas hasta que escuché un ruido.
Me levanté rápidamente y vi ahí parado a Steve y a sus amigos.
Tengo que admitir Adam, que es encerio bastante difícil dar contigo - dijo con un tono presumido. Me pusé enfrente de Kai.
Qué quieres Steve? - le pregunté amenazante.
Oh nada, solo quiero - desvío su mirada de mi y la dirigió hacia Kai - destruirlo a él- respondió molesto.
Trató de acercarse más, pero no lo permití.
Aléjate de él - me puse en posición.Ah? Adam de verdad? En serio amas a un tipo como él!? - preguntó bastante enojado - tan solo míralo, es débil, feo, mimado, estúpido y michas otras cosas! - hizo una descripción errónea y muy ofensiva de cómo era Kai.
Cállate! - le grité - te juro que si vuelves a hablar así de él, te voy a matar! -Él no escuchó, en cambio se dirigió hacia Kai con toda la intención de golpearlo con el enorme bate que tenía.
Aléjate! - interferi en su ataque y lo hice caer al suelo. Trató de tirarme también, pero no lo consiguió. En ese momento, recordé algo. Me agache hacia donde él y saque la pequeña navaja que tenía en mi bolsillo y se la puse en su cuello.
Escucha, no tengo la intención de matarte, pero te juro que haré algo peor si es que tú y tus amigos se vuelven a acercar a él, ¿escuchaste? - eso último lo dije con un tono muy amenazante y el ceño fruncido. Él de fue rápidamente.
Miré a Kai, el seguía dormido. Esto me provocó algo extraño, sabía que era posible que él durmiera mucho y que no se molestara con ruidos, pero no sabía que podía dormir aún con nuestra pelea.
Lo llevé hasta mi casa, lo cual no fue tarea fácil, pero al menos estaría seguro.Cuando lo miré ahí, en mis brazos. No sé por qué, pero sentí la gran necesidad de quedarme con él, tanto ahora como para siempre. Se veía tierno, indefenso, Dios! Se veía tan adorable, pero tuvé que contenerme, mi prioridad ahora era mantenerlo a salvo