62. Nuevas noticias.

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Darah Evans

Dash llega a las once de la noche. Damon sale disparado de la casa con un arma en su mano. Daryl ni siquiera llega a la casa. Duncan y Darek siguen en el hotel, haciendo sabe Dios qué. Y me preocupa una cosa, que todavía no hayan llegado después de un par de horas.

—Hola, Darah —saluda Dash, entrando al salón—. ¿Están todos fuera?

—Sí, todos —asiento.

—Raro —dice él, sentándose en uno de los sillones—. ¿Qué ves?

—Una serie —señalo el televisor con la mirada—. Pero no le presto mucha atención —confieso, soltando un suspiro.

Nunca tuve la oportunidad de hablar mucho con Dash, siempre llega a las tantas y apenas aparece por casa. Los demás ya se acostumbraron a no ver a su hermano menor, hasta se preguntan lo que debe de estar haciendo fuera de la casa. Se divertirá, saldrá con amigos, tendrá novia. Lo que sé es que no está relacionado con el mundillo al que pertenecen sus hermanos. Eso en parte me alivia, hay una pequeña salvación para todos ellos.

—¿Te preocupa algo? —cuestiona él, apoyando los pies en la mesa que hay enfrente de él.

—Darek —admito—. Tengo un mal presentimiento, como si algo hubiera pasado.

Hace un gesto con la mano, restándole importancia.

—Se las arreglará, así es él. Darek tiene el control de todo en todo momento. Sabe lo que hace, sabe a quién debe recurrir en caso de emergencia. Es muy astuto e inteligente, no le cuestiones eso. En las situaciones de peligro no se altera ni se asusta, se muestra frío y piensa un plan rápido. —Habla Dash, conociendo perfectamente a su hermano.

—Pero algo puede ir mal.

Se encoge de hombros.

—Así es la vida. Es difícil, te pone mil obstáculos, a veces sientes que no vale la pena seguir así, pero igualmente sigues adelante... por eso se llama vida. Si fuera fácil, se llamaría muerte.

Me sorprendo al oírlo hablar de esa manera. Él me mira, curvando sus labios para mostrar una sonrisa torcida. Me fijo en sus ojos, tan hipnotizantes como los de Darek debido a su heterocromía. Un ojo azul, el otro verde. Llama demasiado la atención ese mínimo detalle, haciendo que cualquiera se fije en él. Es en esa mirada, cuando me demuestra que no es como sus hermanos, pero puede ser peor que ellos en alguna que otra forma.

—Ya, mis ojos impresionan —dice él, notando cómo lo miro.

—Sí, como los de Darek.

Él asiente con la cabeza.

—Nunca hemos hablado, como máximo un par de veces y de nada interesante —comenta él.

—Ya, no andas mucho por casa.

Tiene ese brillo pícaro, juguetón y divertido en su mirada. Sí, no lo he dejado de ver a los ojos, pero es que son tan... increíbles. Quiero analizarlo, porque de todos los Lombardi, él, me parece el más misterioso.

—Soy el más social de mis hermanos, no tengo la culpa de eso —se defiende él—. Tengo amigos...

—Y novia —alzo una ceja, sin poder ocultar una sonrisita en mis labios—. O novio.

Él se ríe y niega con la cabeza.

—O quizás un poco de todo —sugiere, sonriente.

—¿Relación poliamorosa? —alzo una ceja, sorprendida.

—¿Relación con un psicópata siendo psiquiatra?

—Touché.

Todo va bien entre nosotros dos, hasta que suena una canción, indicando que alguien lo llama. Él frunce el ceño, sacando el móvil de su bolsillo y contestando a la llamada. Se pone en pie y da un paseo por todo el salón al hablar con esa persona. La expresión que tiene en la cara cambia por una más seria, abre los ojos, advirtiéndome que pasó algo grave. Él cuelga el teléfono y me mira, formando una sonrisa tensa.

La psicopatía de Darek [+21] ✓ (Borrador 2021)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora