THIRTEEN

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T/N Castillo POV:

Han pasado algunos días desde que llegamos aquí. He sido de ayuda para Tony y Bruce que necesitan una mano tratando de arreglar el Teseracto; no sé mucho del tema pero aprendo rápido y hasta ahora me han parecido muy interesantes las pláticas que me dan al respecto. Trato de mantenerme distraída porque me molesta estar sin hacer nada por mucho rato. Le he preguntado a Frigga sobre Loki, siempre responde que está bien pero me molesta el hecho de que probablemente lo dice para no preocuparme.

Trato de dejar mi orgullo a un lado porque, en una relación donde hay dos personas de por medio, siempre una de ellas tiene que ser más madura al momento de los conflictos.

Frigga recientemente descubrió mi amor por la cocina e insistió en que preparara postres y platillos para incluir en los banquetes especiales del rey. Yo lo hacía con gusto.

Saqué los ingredientes necesarios para un pastel que mi abuelo me enseñó a preparar hace muchos años. Me causó cierta melancolía preparar la mezcla pero en realidad desbloqueé un viejo recuerdo que por tristeza había decidido bloquear y gracias a ésta receta, caí en cuenta que no era necesario olvidar, sino recordar sin esa depresión innecesaria que a él le hubiera molestado. Estaba totalmente concentrada en batir al tiempo justo, ni más ni menos. De pronto tuve la sensación de una mirada fijada sobre mí. Alcé la mirada y ahí estaba él.





Loki Laufeyson POV:


Decidí de una vez por todas hablar con ella. Me sentía tan estúpido como la primera vez que quería hablarle pero mi maldito orgullo me gritaba que no.

Admito que me sentía culpable, por más que fuera por su bien, herí sus sentimientos, y no me hubiera dado cuenta de eso antes si mi madre no hubiera ido a mi habitación a platicar conmigo y mencionar disimuladamente lo desanimada que había estado T/N desde nuestra discusión.

Así que me proyecté en la cocina, donde llevaba mirándola preparar exquisitas recetas durante los últimos cinco días. Ahí estaba ella, su lacio cabello marrón atado en una coleta alta, su mentón afilado y largo cuello que, más abajo mostraba lunares en su pecho y un escote. Usaba un vestido verde debajo de un delantal blanco, impecable y sin una arruga en él.


Hasta acá podía percibir su aroma acaramelado y dulce como es de costumbre, aunque hoy en particular alcanzaba a notar cómo mi nariz se empapaba de mantequilla siendo lo que más predominaba sobre los dos anteriores

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Hasta acá podía percibir su aroma acaramelado y dulce como es de costumbre, aunque hoy en particular alcanzaba a notar cómo mi nariz se empapaba de mantequilla siendo lo que más predominaba sobre los dos anteriores.

Sé que ella estaba molesta conmigo, tenía sus razones. ¿Cómo podía explicarle que sólo quería que no hiciera preguntas y me diera esos abrazos tan inesperados a los que siempre me somete y que por un momento creí que cedía obligado pero en realidad me gustan? ¿Cómo explicarle que sólo quería mantener mi cabeza en su cuello e impregnarme con su olor a vainilla, que quería que ese olor se quedara en mi traje de nuevo y pasar las noches oliéndolo hasta quedarme dormido?


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