FOUR

15 2 0
                                    



T/N Castillo POV:

Para que pudiera calmarme un poco por todos los gritos de Loki, me llevaron a una sala de estar. Al principio sólo estaban Thor y el Sr. Stark, pero poco a poco fueron llegando los demás.

Cuando ya estaba tranquila me digné a hablar.


— Creo que toda la situación no ha sido la mejor pero pienso que no me he presentado formalmente ante todos y me gustaría que ustedes hicieran lo mismo. -propuse ya que realmente me interesaba saber más sobre los famosos Vengadores.

— Mi nombre es Tony Stark. Soy un genio, filántropo, millonario Playboy. -dijo con un toque de burla en su voz yo solo me limité a reír un poco.

— Steve Rogers. -me tendió su mano en forma de saludo.

— Capitán América, ¿no es así? -respondí.

— Sí. -contestó algo apenado.

— Dr. Bruce Banner, como había dicho anteriormente: prefiero Bruce. -asentí en respuesta.

— Natasha Romanoff. -dijo con cara de pocos amigos.

— Hawkeye, un gusto. También Clint Barton, como prefieras. -se limitó a sonreír.

— Es un gusto conocerlos a todos. Mi nombre es T/N Castillo, vengo de la ciudad de México y estoy estudiando filmación de películas aquí en New York. Es algo que realmente amo aparte de leer, creo que es mi hobby favorito aunque realmente antes de eso me gradúe de neurocirugía y aunque era la mejor de la clase, no funcionó. Decidí dejarlo. Simplemente no era lo que yo quería, era lo que mis padres querían.

— ¿Así que eres un ratón de biblioteca? -Barton dijo burlón.

— Algo así, soy toda una "cerebrito". Terminé la preparatoria con 9.7. Y me gradúe con honores de la universidad de medicina. -dije orgullosa.

— Creo que solo falto yo. Soy Thor Odinson: futuro Rey de Asgard. - agregó inflando su pecho, tomó mi mano y depositó un corto beso haciendo que Stark rodara los ojos.

— Sí... bueno "Beach Boy" todos sabemos quién eres. Después de tanta presentación formal, creo que es hora de que T/N descanse un rato. Debe estar mal por la cirugía.

— ¿Cirugía? ¿De qué me perdí? -contesté confundida.

— ¿En serio? ¿Nadie le ha dicho? -Romanoff preguntó incrédula.

— Lo siento, T/N. Despertaste antes de tiempo y no pude explicarte. Cuando fui a buscarte ya no estabas y luego todo esto pasó. -replicó Banner-. ¿Recuerdas el sangrado?- Me limité a asentir-. Pues resulta que tenías un alfiler dentro. -miró mi abdomen-. Con todo el movimiento de la batalla se movió y perforó tu estómago.

— Bueno, creo que no es bueno tomar alfileres con la boca mientras coces tu ropa. -dije con el ceño fruncido.

— Creo que lo mejor será que descanses y evites la comida picante. Yo te ayudaré con los cuidados correspondientes y en cuanto el tejido sane te quitaré las puntadas. ¿De acuerdo? -el Doctor Banner se enserió.

— ¿Ahora cómo le explico a mi madre la cicatriz? Estará furiosa. Seguro me toca chanclazo.


Nadie entendió y fui la única a la que se le escapó una pequeña risita.


— Es un tipo de castigo Mexicano, las mamás te lanzan la chancla para regañarte. -expliqué-. Creo que lo mejor será que me vaya a dormir. Además ya esta anocheciendo, hasta mañana. -me di cuenta que no tenía dónde dormir-. Sr Stark, ¿podría quedarme en la torre? Me asusta regresar a mi departamento a éstas horas... -dije con toda la pena del mundo.

Es Ella Donde viven las historias. Descúbrelo ahora