Con un suspiro y una sonrisa, Liam extendió sus brazos a los lados para recibir al menor del grupo. Ese chico no espero por más para poder estar en medio de sus brazos.
Si le preguntábamos a Liam quien de los cinco era su favorito, su principal pensamiento sería Denial, pero no lo diría para no herir a ninguno.
Hoy el dulce y revoltoso chico de mejillas gordas vestía colores pasteles, esos que tanto le gustaban y que a Liam le gustaba ver en él. Y con más razón lo hacía, todo para llamar la atención de ese hombre hermoso.
— El verte así siempre me hace sentir orgulloso.
— A mí también. ¡Y que le guste como me veo sólo alimenta mi ego! —Dio pequeños saltos sujetándose a los hombros del mayor. Se sentía bonito, y ese azul lo hacía verse mejor.
Liam acomodó su cabello rubio con corte de hongo detrás su oreja, sin dejar de mirarlo con amor, ese amor que un padre siente al ver como su hijo estaba forjando su camino y se veía feliz.
Porque para Liam, esos cinco mocosos con olor a cola eran como si fuesen suyos. Así ellos no lo veían como un padre.
Denial suspiró, esos suspiros tontos que dejaban en claro el amor que se le puede tener a una persona. El amor que él irradiaba por ese hombre era tan honesto y sincero, era lo mejor que le había sucedido después de que sus padres lo hicieran de lado por ser como es.
Pero Liam jamás lo apartó. Liam jamás lo miró mal. Liam jamás le hizo daño con sus comentarios. Liam no es como sus padres.
Liam es... un sol.
Y es por eso que su corazón no podía evitar amar a ese hombre castaño de mejillas gordas, con arrugas tan adorables como sus ojos rizados. Es que el señor Payne era un hombre que estaba fuera de la palabra hermoso.
— Yo a usted lo amo, lo amo tanto. — Comentó sin dejar de sonreír mientras se apegaba al cuerpo de su mayor. — Es tan noble y lindo, pero amo lo que sus ojos proyectan y lo que representan. No, no, todo lo que usted es tiene un significado valioso.
Frunció su ceño mientras sonreía levemente. — ¿Y qué es lo que representan, Denial? Veo que todos dicen cosas lindas de mí, veo como todos parecen amarme, pero yo no veo lo que ustedes ven. — Eso lo hizo sonreír y se separó, listo para decirle todo lo que para él significaba.
Porque aunque Liam dijera que era blanco y negro, para Denial era todo los colores del universo.
Tomó distancia del cuerpo ajeno y con su mano arriba comenzo hablar: — Sus ojos demuestran cariño, ese cariño de padre que muchos como yo morimos por tener. Usted nos hace sentir acompañados en todo momento, tampoco nos trata mal por cosas tontas, nos da amor y paz, nos hace sentir especiales, y escucha a cada uno de nosotros sin importarle si está haciendo algo más. —Le miró con su cabeza puesta a un lado y sus manos entrelazadas. —Tenemos el privilegio de ser amados y de poder amarlo. — Sonrío, parecía que podía brincar al estarle diciendo todo eso a Liam, su dulce señor Payne.
— Nos hace sentir en casita, porque para nosotros es como si usted lo fuera. — Se acercó posando sus manos en los hombros de su mayor. — Y, aquí va el dato más importante y obvio de todos: usted, señor Payne, no es solo una cara bonita con cuerpo hermoso; usted trae el paquete completo de lo que todos queremos pero que no tenemos el privilegio de alcanzar. Pero amo, amamos, poder admirar de lejos todo lo que usted es.
Los ojos de Denial irradiaban sinceridad que Liam no pudo evitar que sus labios temblaran. Hacía mucho que quería escuchar algo como eso, sentir la calidez de esas palabras bonitas que te erizan la piel.
Y había seis chicos a su lado que día con día se permitían amarlo.
No era ese hombre que seguía esperando, pero hoy era ese chiquillo adorable que seguía hablando sin esperar obtener algo a cambio.
Tal vez Denial no esperaba ese besito en su nariz. Tal vez no esperaba ese abrazo con la suficiente fuerza para dejarlo sin aliento. Tal vez tampoco esperaba que Liam le dijera un te amo, pero lo amó, amó todo.
Porque venía de él, de ese hombre por el que su corazón latía con emoción y el que le robaba el sueño a la hora de dormir.
Y no le importaba que Liam no lo quisiera de la misma forma, porque al final del día, él al menos podía decir que pudo obtener un poco de su amor.
Denial cerró los ojos y ya no le importó nada. —Cada suspiro pesado que sale de mis labios sólo va dirigido hacia usted, hacia esa bella carita con arrugas que sólo lo hacen ver más encantador que de costumbre. Y es que, por más que intente, mi corazón no deja de amarlo con locura.
❛ 𝖲𝗂𝖾𝗆𝗉𝗋𝖾 𝗁𝖾 𝗌𝗂𝖽𝗈 𝗎𝗇 𝗆𝖺𝗅 𝗉𝖾𝗋𝖽𝖾𝖽𝗈𝗋, ¿𝖯𝖾𝗋𝗈 𝗌𝖺𝖻𝖾𝗌? 𝖯𝗈𝗋 𝗍𝗂 𝗒𝗈 𝗉𝗈𝖽𝗋𝗂́𝖺 𝗉𝖾𝗋𝖽𝖾𝗋 𝗎𝗇𝖺 𝗒 𝗆𝗂𝗅 𝗏𝖾𝖼𝖾𝗌 ❜
como se pueden dar cuenta, cree esta historia con la excusa de decirle bonito, bonito, bonito a liam porque lo amo mucho
y porque, a pesar de todo, estoy feliz de que haya salido de esa industria meada que no lo hacía valer por lo que verdaderamente es. me cagan.
¿cuál ha sido su chico favorito? yo creo que el mío es carlos pero luan tiene ese no sé qué que me gusta /llora
gracias por estar aquí, te amo <3
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𝖬𝗋. 𝖯𝖺𝗒𝗇𝖾 ¡!
Short Story❛𝖲𝗈𝗆𝗈𝗌 𝗈𝖽𝗂𝗈𝗌𝗈𝗌, 𝗀𝗋𝖺𝗇𝖽𝗂𝗈𝗌𝗈𝗌 𝗒 𝖼𝗈𝗆𝗈 𝖽𝗂𝖼𝖾𝗌, 𝗎𝗇𝗈𝗌 𝗆𝗈𝖼𝗈𝗌𝗈𝗌. 𝖯𝖾𝗋𝗈 𝖾𝗌𝗈 𝗇𝗈 𝖼𝖺𝗆𝖻𝗂𝖺 𝗊𝗎𝖾 𝗌𝗂𝗇𝗍𝖺𝗆𝗈𝗌 𝖾𝗌𝖾 𝖻𝗈𝗈𝗆, 𝖻𝗈𝗈𝗆 𝖺𝗅 𝖾𝗌𝖼𝗎𝖼𝗁𝖺𝗋 𝗍𝗎...