Digamos que ese joven de tez pálida solía recibir una atención especial de parte del mayor. Incluso Nicholas se lo hacía saber, pero nadie sabía la razón que había detrás. Aunque Zayn no desaprovechaba la oportunidad de tener a Liam contándole sobre su vida o haciendo cualquier cosa con él a su lado.
Justo ahora estaban en el jardín plantando nuevas semillas que Zayn le había regalado.
— Mi madre solía decirme que tener mi propio huerto sería lo mejor que podía hacer porque me facilitaba muchas cosas, pero después de unos años me di cuenta que no se me da del todo eso de tener que cuidar tomates. —Zayn asintió mientras regaba los rosales siendo cuidadoso de no hacerles daño, pues sabe mejor que nadie cuanto es que Liam los ha cuidado. —Pero con las flores siempre ha sido diferente.
— Parece amarlas.
—Lo hago más que nada. El amor que siento por ellas es casi similar al que siento por Nicholas. —Sonrío tímido mientras rellenaba el hoyo con tierra. — Cada una de ellas tiene un significado diferente en mi vida, pero las rosas representan un infinito, es aquel amor puro y que se encuentra una sola vez en tu vida.
Zayn sonreía atento a lo que salía de los dulces labios brillosos del mayor, no sabía por qué, pero amaba escucharlo hablar de tal forma. Era realmente precioso como su voz calmada y esas palabras lograban hacer que su corazón se acelerará.
Él decía sentir amor, que fuera puro tal vez no.
— Mi primer y único novio me dio rosas el primer día que nos vimos, —Zayn asintió y lo ánimo a seguir, cosa que Liam pensaba hacer de todos modos. —no fue tan romántico como suena, él venía con un corazón roto, y yo cuidaba de no enamorarme. No sé qué fue lo que vio en mí, pero recuerdo sus palabras perfectamente... 'usted es como un sueño, y yo no soy perfecto, pero déjeme decirle que por su sonrisa podría intentar serlo'. — Contó Liam con una pequeña sonrisa y sus ojos brillando, parecía estar reviviendo aquello, parecía perdido en aquel universo de los recuerdos. — Y aunque esa frase jamás fue dirigida a mí, no cambia que me sentí como si fuese así.
— No sabría que decirle, señor Payne, — Susurró el pálido dejando la regadera a un lado — el amor es tan doloroso como dulce, pero sigue siendo ese sentimiento más puro que se puede sentir por alguien. — Todo eso lo dijo mirando a esa sola persona que lo hacía sentirse emocionado al despertar, el que ponía su corazón a brincar, al que incluso, le había escrito algunas canciones sin final.
Y tal vez él podía pensar que estaba comportándose como un intenso con todo eso, pero su principal pensamiento era siempre darlo todo, para jamás arrepentirse por no haber dado nada.
— Él sigue siendo alguien muy especial en mi vida.
— Es el padre de Nicholas, ¿No? —Liam asintió, dejó la tierra a un lado y volvió a plantar una nueva semilla. —Me gustaría haberlo conocido, para así haberle dicho el error que cometía al dejar a un hombre como usted. Porque usted, señor Payne, es arte que merece ser admirado.
Y de nuevo teníamos a un Liam tímido bajo los ojos grises de Zayn. Su corazón parecía llamar al del contrario, pero no lograba sentirlo como tanto le hubiera gustado.
Pero no se pensaba rendir, no ahora, no cuando sentía que él podía ganarse el corazón de ese hombre adorable.
— ¿Cómo es que puedes decir eso de un hombre todo feo cómo yo? — Preguntó tranquilamente mientras echaba la tierra al hoyito. Zayn negó con disgusto y se acercó hasta estar de rodillas al lado de Liam.
— A menos que vivamos en un mundo alterno donde feo signifique hermoso, porque usted es tan magnífico que merece tener su propia estrella en el cielo, para así, cada noche de mi vida saber que podré mirarlo y adorarlo en silencio.
Tal vez estaba abriendo su corazón a lo menso. Tal vez y estaba jugando con fuego, pero él amaba ver las cenizas tomar otra forma junto con las nubes del cielo.
Liam acarició sus cabellos y le sonrió, es ahí donde nuevamente sus mejillas tomaron ese color tan intenso que tanto los amigos amaban.