diez

596 87 4
                                    

—Muy buenas tardes, ¿Puede avisarle al Joven Hwang que estoy aquí?

La mujer me dio una sonrisa falsa mientras caminaba a tu consultorio, me dijiste que hace tiempo atrás se te había declarado, que tu respuesta fue negativa y esa era la razón de su odio hacia mí.

Yo te creí.

Minutos después saliste con una sonrisa, te acercaste y me saludaste con un beso, comenzamos a platicar mientras íbamos a tu consultorio, justo cuando cerrabas la puerta, una chica algo más alta que yo te tomo la mano y te alejo de mí.

—¡Hyunnie! ¿Por qué ya no me llamas? ¿Hice algo malo? Mi amor por favor —se acercó con intención de besarte, pero la alejaste con un rostro furioso y asqueado.

Yo no podía entender que pasaba, le dijiste a tu secretaria que llamara a seguridad, mientras se la llevaban la chica gritaba que te amaba y cuando noto que me acerque a ti, empezó a insultarme, alegando que era una zorra que había robado a su novio.

Sentía la mirada de las personas sobre mí, me puse nervioso y sentí mis ojos arder, cuando sentí que me echaría a llorar, tomaste mi rostro y limpiaste las lágrimas que amenazaban con salir, besaste mis labios eh ingresamos a tu consultorio.

Ya dentro comenzaste a explicarme, que esa chica había sido tu paciente y que se había enamorado perdidamente de ti, me dijiste que la pobre sufría de una enfermedad mental y que en su locura creyó que eras su novio, también añadiste que no me contaste para no preocuparme.

Sentí una punzada de duda instalarse en mi pecho, pero todo se terminó cuando uniste nuestros labios en un beso lento, tomaste mi cintura y me sentaste sobre tu regazo, me deje llevar y cualquier pregunta o duda desapareció.

Volví a creerte.

My loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora