catorce

583 79 0
                                    

Los siguientes días me preocupé por verme bien, me bañaba hasta dos veces al día. usaba perfumes y ropa que favorecía mi figura, empecé a comer menos para no subir de peso y siempre te esperaba con una sonrisa.

Tenía lista tu comida siempre, tu café y el periódico que siempre leías, tenía la casa siempre limpia y tenía preparado tus trajes.

De a poco todo volvió a ser normal, venías más temprano a casa y los besos, las tardes leyendo, los bailes nocturnos, todo volvió.

Hice lo posible para dejar cualquier duda de lado, porque mientras tú me miraras yo era feliz, tú eres mi felicidad.

—Hey Lixie —llegaste y te sentaste a un lado mío dejando un sonoro beso en mi mejilla—. Te tengo una sorpresa —asentí alegre y mostraste frente a mí, dos boletos de avión—. ¿Y si vamos a París por unas vacaciones? Solo tú y yo.

Sonreí y me lancé a tus brazos, realmente todo está bien, nos besamos por horas contando chistes o anécdotas, viendo películas y leyendo, no podía ser más que feliz a tu lado.

Debí disfrutarlo más.

My loveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora