11

496 29 5
                                    

Los días habían pasado rápido, y la recuperación en el brazo del jefe Masaru era notoria, Izuku era quien se encargaba de sus cuidados siendo supervisado y corregido por la anciana Chiyo.

Las visitas del cenizo a su tienda eran frecuentes y sin ninguna razón, ¡ni siquiera se molestaba en inventar alguna excusa! Pero ciertamente no lo necesitaba, bastaba con decir que quería verlo para poder entrar y ser recibido con los brazos abiertos y tiernos besos. Nunca se cansarían de esos momentos juntos, a ambos les encantaba.

Izuku recolectaba algunas bayas junto a sus amigos, después de todos esos días el y Katsuki formalizaron su relación frente a sus padres y esto les dio el coraje suficiente a los otros alfas para hablar con los omegas que amaban, ahora el pequeño grupo de omegas se encontraba más contento que nunca, Ochako estaba feliz por los demás, por fin habían dejado de ser tan idiotas y aceptaron lo que sentían

-¿Y en cuanto tiempo hablaras con alguien Ochako?-el rubio se atrevió a preguntar

-En cuanto aparezca la persona indicada

-Creo que eso sucederá pronto-intervino alegremente Mina, pues tenía una especie de presentimiento

Caminaban tranquilamente hacia el campo para comer lo que recién recogieron pero Izuku se disculpo desviándose a su tienda, no tenía porque ocultarse de nadie, así que siemplemente decía que esperaba poder compartir las bayas con Katsuki pues debido al reciente enfrentamiento se obligó a entrenar más con su madre y seguir estrategias que su padre dijo podrían servir por si algo parecido sucedía de nuevo.

Al acercarse más a su tienda vio al alfa sentado en la pequeña puerta de piel de su tienda afilando una pequeña daga con una piedra, esperando a que su peliverde Omega llegara.

Izuku sonrío. Se acercó a él acariciando su cabello, Katsuki lo miro a los ojos y comenzó a levantarse.

-Lamento haber tardado, ¿Llevas esperando mucho rato? -ambos entraron a la tienda, Izuku se despojo del ropaje extra y los dejo a un lado.

El ceniza chasqueo la lengua.

-En realidad no, pero ya quería verte- abrazo al peliverde por la espalda tomándolo con fuerza por la cintura, el menor solo río

-Kacchan, nos vimos hace unas horas cuando atendí a tu padre, por cierto, ¿Que es lo que te ha dicho sobre eso?

-Nada que no sepas ya, aunque siento que falta algo, esos bastardos iban por algo específico hay algo que no me están diciendo Deku-apretó los dientes con molestia, se sentía impotente

Izuku dejos el resto de sus cosas y volteo a ver al mayor, acaricio su rostro mientras lo miraba a los ojos y le regalaba una dulce sonrisa

-Debes tener paciencia, no es fácil lo que pasó, apenas van unos días, mejor comamos, traje estos-señalo las pequeñas canastas que contenían bayas y unas cuantas moras

Sabían que el ceniza tendría que volver pronto con su madre, aunque no era un horario estricto el que se propuso, Katsuki era alguien que quería hacer las cosas al pie de la letra aunque está vez podría ser la excepción.

Ambos se encontraban recostados en la cama de pieles, Izuku usaba el pecho del alfa como almohada mientras esté lo abrazaba por la cintura. Escuchaba el palpitar de su corazón y se sentía tan tranquilo. No quería que este momento terminará nunca, esperaba pasar por fin el resto de sus días juntos.

[...]

Su respiración era pesada, las feromonas a su alrededor lo ponían de mal humor y tener a una alfa más no le solucionaba las cosas. La rubia comía lo que quedaba de su última cacería y aquel azabache se mantenía a una distancia prudente de ambos también alimentándose.

•§E MIO• |omegaverse| «Bakudeku» ||Pausada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora