Atrapada a tu lado [Todoroki x T/N]

Capítulo 17- Un lindo girasol.

El otoño había llegado sin que nadie lo notara. Las hojas en los hermosos árboles comenzaban a tomar un bello color amarillo y rojizo que combinaban perfectamente con las lindas y coloridas bufandas que los estudiantes de la U. A. comenzaban a sacar de sus armarios, para darle la bienvenida a una hermosa época, en la que podrían gozar de un clima fresco y acogedor. 

La llegada del otoño dio salida a la chica que se encontraba ya un tanto harta y desesperada por salir de la enfermería de una vez por todas y volver a sus clases, tal y como lo hacía antes de ese accidente tan perturbador y preocupante, que sin duda alguna, le dejaría una marca física y mental en su vida. 

La peli__ se encontraba al borde de la camilla, con una pierna llena de vendas blancas reposando sobre una gran almohada de un blanco gatito, mientras que en un pequeño oso de peluche reposaba su brazo enyesado, decorado con millones de dibujos y firmas que sus amigos habían hecho meses atrás, y con su otro brazo sostenía con cuidado un pequeño libro que su amigo Iida le había regalado cuando fue a visitarle por primera vez a la enfermería: "El que estés en cama no es excusa para no aprender." dijo mientras le entregaba aquel escrito.

Después de casi dos meses de estar en reposo absoluto por sus heridas y huesos fisurados, por fin podría salir a andar por la preparatoria con normalidad, sin la necesidad de llevar una muleta por doquier, o tener a alguien al lado de ella que le ayudara a caminar. Y aunque no lo admitiera, realmente el estar en ese estado le hacía sentir como una carga que tenía que ser trasladada a cualquier lugar.  

Mantenía una mirada fija y vacía mientras se absorbía en la penosa meditación, mientras abrazaba acariciaba las hojas del libro que en sus manos mantenía, y pensaba en cómo se sentía. 

En los últimos dos meses, todos la ayudaban a hacer sus actividades, todos la mantenían bajo cuidado para que no se lastimara más de lo que ya se encontraba, mientras ella sólo se mantenía echada en una camilla de la cual no podría salir. 

Todos sus compañeros y maestros la cuidaban y procuraban, le limitaban a más no poder las actividades que podían realizar para evitar que llegara a perjudicarse. 

Diosa- ¿Ahora en qué piensas?.- La misma voz de siempre se presentó dentro de ella por primera vez en dos meses. La última vez en la que la chica la había escuchado, fue el día en el que todo pasó, cuando le prestó una pequeña parte de sus poderes para luchar contra cierta rubia sangrienta en el salón descuidado. 

T/N- ¿¡Y-yo?! N-nada...- Odiaba admitir o hacer saber a la gente cuando se sentía mal o cansada, por algún extraño motivo.- Sólo voy a dormir hasta que Todoroki llegue.- Dijo sin más mientras cerraba su libro, lo colocaba en el buró al lado de su cama y se recostaba en dicha.

Diosa- Mhm.- Claramente era más que imposible mentirle a un ser que controlaba los universos y el espacio en sí, pero no quería insistir en saber algo que estaba segura que no conseguiría. 

No quería que nadie se enterara de lo que ella sentía al estar encerrada en ese lugar tan común ahora en su vida. Sentía la enorme necesidad de guardar cada uno de sus sentimientos negativos para no preocupar incluso a la persona que más odiaba. Y a pesar de que sabía que por más que lo intentara no podría deshacerse de "Diosa", no quería que se entrometiera en sus pensamientos y meditaciones. 

La ojos __ cerró los ojos lentamente mientras reflexionaba en todo lo que había experimentado estando en ese mundo que parecía de fantasía, pero que era más crudo y hostil de lo que imaginaba, hasta que el sueño ganó y quedó profundamente dormida.

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