Capítulo 20- Flores de algodón. (2)

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Era el jueves de la misma semana en el que el chico le había llevado las flores de algodón a la peli__ que se encontraba reposando con aburrimiento en cama por sus heridas que poco a poco comenzaban a sacar

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Era el jueves de la misma semana en el que el chico le había llevado las flores de algodón a la peli__ que se encontraba reposando con aburrimiento en cama por sus heridas que poco a poco comenzaban a sacar. Y así como poco a poco sanaban, su relación con el bicolor comenzaba a nacer.


Cuando encontraban o hablaban sobre algo gracioso, ella reía hasta que su estómago dolía y su respiración se perdía entre tantas carcajadas y palmadas en su rodilla; mientras que él esbozaba una sonrisa cada vez más notoria y encantadora.


La diferencia entre ambos jóvenes sin duda era algo notorio, mas eso era lo lindo de ellos. Como dicen, "polos opuestos se atraen.", pero eso era algo que descubrirían mucho tiempo después.


Los primeros días en los que él iba a visitarla, eran algo incómodos, pues mientras el chico se mortificaba por el no haber llegado a tiempo y haber actuado de manera inmadura, la joven se mantenía sumida en sus pensamientos sobre todo lo que había pasado y cuál podía ser la respuesta.


Con el porvenir de los días esta incomodidad se perdió y entraron en completa confianza, como nunca lo habían hecho antes. Podían sentirse en completa libertad de hablar sin temor a ser juzgados, que era una de sus grandes inseguridades. Más de una vez llegaron a hablar sobre el mundo de ella y sobre cómo era tener que acoplarte a uno nuevo. Pues no era como un cambio de apartamento o de ciudad, para nada; literalmente era un nuevo mundo. Ninguna persona que ella conocía se encontraba ahí, solo se tenía a sí misma en ese entonces.


Y eso era en lo que se asimilaban. En la mayor parte de su vida, ninguno pudo experimentar el calor de un hogar como era con el resto de sus compañeros. Tuvieron pocos días felices, pero los que lo fueron, sin duda habían sido más que maravillosos.


- ¿Aún odias a tu padre?- Le preguntó casi al final de la charla en ese día.


- La mayoría de los niños ven a su padre como un héroe. El mío lo era, pero nunca fue mi héroe.- Volteó a ver a la chica.


- Debió ser doloroso sufrir tanto y de una manera tan brutal sólo para cumplir las expectativas de alguien.- Acarició y miró a un pequeño oso de peluche.


- ¿Qué hay de ti?


- ¿Hmm? Oh. No es relevante.- Desvió la mirada discretamente hacia la ventana.


- ¿En serio?


- Sí.

Atrapada a tu lado [Todoroki x T/N]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora