**(ADVERTENCIA: Al momento de leer esta historia se le recomienda al lector tener a la mano algo que pueda morder/golpear/esconder sus gritos y una caja de pañuelos. También manténgase alejado del cloro y cualquier objeto que pueda representar un peligro para sus venas)**
**(Que lo disfruten :3)**
La escuela de Hogwarts le da la bienvenida a un nuevo día, con el cálido resplandor del sol y el suave canto de los pájaros en el exterior, mientras adentro, el gran comedor se llena de la típica energía mañanera. Las múltiples conversaciones revolotean con diferentes niveles de volumen entre las mesas y sus estudiantes, mientras estos disfrutan de sus desayunos.
Cuando una carta con un paquete pequeño y largo cayó en manos de Lily Evans la pelirroja arqueó una ceja extrañada, no estaba esperando una carta hoy. Ayer le escribió a sus padres pero su respuesta no debería de llegar hasta al menos mañana.
Movida por la curiosidad desató la carta del paquete y la abrió, encontrándose con una elegante caligrafía que conoce muy bien pero hace mucho no estaba dirigida hacia ella.
"Por favor, léelo hasta el final"
Su curiosidad solo aumentó, reconocería la letra de Severus en cualquier lugar, el recuerdo de ellos dos llenando hoja tras hoja en sus prácticas de escritura con pluma pasó momentáneamente por su cabeza, ambos conocían la forma de escribir del otro tan bien como la propia.
En definitiva es extraño, después de que él la insultara y ella decidió cortar su amistad, él estuvo insistiendo repetidamente pidiendo su perdón por el resto del año, pero ella estaba muy enojada y herida para escucharlo así que lo ignoró y desde que este año escolar comenzó no ha vuelto a hacer ningún intento por acercarse.
Tal vez ya sea tiempo de perdonarlo, ha pasado un tiempo y Lily extraña a su mejor amigo, quizás ella extendió demasiado la situación.
Con esa reflexión en mente continuó leyendo, preguntándose qué habrá animado al pelinegro a escribirle y no venir directamente a ella como antes.
"Lily, ha sido un tiempo desde la ultima vez que hablamos ¿No? Especialmente por carta, aún recuerdo cuando antes de llegar a Hogwarts y dominaste la escritura con pluma, nos escribíamos una carta diario contando cualquier cosa que hubiéramos hecho o visto ¿Lo recuerdas? Hace poco estuve releyendo algunas que todavía tengo guardadas y me sacaron varias sonrisas. Hay una en particular sobre un gato que viste por tu ventana y lo injustos que fueron tus padres por no dejarte tener uno, no puedo decir si mi parte favorita son tus quejas acompañadas de caritas enojadas o los múltiples y coloridos dibujos de gatos que adornan los bordes"
A Lily se le escapó una risa en un resoplido. Oh si, pero claro que ella lo recuerda, tenía ocho años y estaba realmente encaprichada en querer tener un gato. Estuvo insistiéndole a sus padres todos los días por una semana, incluso les preparó una exposición con pizarra incluida sobre los beneficios de tener un gato en casa; la cual grabaron y hasta el sol de hoy adoran, tardó bastante en entender que no era que sus padres disfrutaran de su sufrimiento sino que su papá es alérgico al pelo de gato.
Estuvo muy decepcionada durante unos días hasta Severus llegó y le regaló un pequeño gato de trapo, el cual todavía tiene en una repisa de su habitación en casa.
"Casi siempre que pienso en los momentos felices de mi vida tú estas ahí, iluminando mis días con tu sonrisa y alegrándome con tus ocurrencias. Llegaste como una tormenta dejando felicidad a tu paso, te convertiste en mi sol y la razón por la que puedo formar un patronus"
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Larga vida al príncipe.
FanficPorque nunca hay suficientes historias de Severus Snape.