Remus siente como si la cabeza estuviera a punto de explotarle, la luna está a solo unas pocas horas de salir por lo que sus sentidos están súper agudizados; normalmente esto no será un gran problema, con el paso de los años ha aprendido a lidiar con las consecuencias de su licantropía pero parece que hoy es uno de esos días en los que todo es simplemente demasiado.
Él verdaderamente quiere a sus amigos, desde que llegó a Hogwarts y los conoció se han vuelto muy importantes, pero hoy, y sin ellos saberlo, lo están volviendo loco.
Empezando por el ruido, Los merodeadores siempre han sido muy ruidosos eso es innegable, pero hoy particularmente pareciera que quieren romper algún record, ya que desde que se levantaron no han hecho más que gritar por cualquier cosa, como si los gritos se hubieran convertido en su nuevo idioma oficial.
Luego están los toques, a Remus normalmente no le molestan, él de hecho es alguien que disfruta del contacto físico, pero hoy siente una incomoda picazón por debajo de toda su piel y ahora los generalmente agradables abrazos, choques, palmadas y sacudidas de sus amigos solo logran irritarlo.
Y por último el olor, este por suerte no había sido un verdadero problema al principio. Claro, hasta que a sus amigos se les ocurrió la brillante idea de jugar una broma en la clase de pociones, haciendo que todos los calderos explotaran y diversos humos multicolores y de olores demasiado fuertes llenaran el aula.
Eso fue demasiado para soportar, y en el momento en que la puerta fue abierta salió corriendo a esconderse para intentar calmar sus sobre estimulados sentidos.
Y es por eso que ahora está aquí; en un oscuro pasillo, aparentemente abandonado, arrodillado en una esquina y con la frente pegada a la pared, tratando de calmar el fuerte latido de su cabeza, ni siquiera sabe en qué piso está, lo único es que quiere que el malestar se detenga de una vez.
—Te ves terrible.
Remus literalmente saltó al escuchar ese murmullo, terminó cayendo sentado, con la espalda contra la pared y viendo con los ojos muy abiertas a la persona que habló.
Acuclillado frente a él, con ambos brazos apoyados en las rodillas, la cara recargada en la mano derecha y viéndolo con una expresión de completa calma se encuentra Severus Snape, un Slytherin también de segundo con quien Sirius parece tener una enemistad jurada.
¿Cómo no lo sintió acercarse con sus sentidos tan sensibles? Remus no tiene idea.
—¿Qué haces aquí? —fue lo que logró decir después de pasar la sorpresa inicial.
El pelinegro se encogió de hombros—Solo pasaba por aquí y te vi sufriendo en el rincón, así que decidí acercarme a ofrecer ayuda.
Remus soltó un suspiro y puso su mejor sonrisa de tranquilidad—Gracias, pero quiero estar solo —lo último que quiere en este momento es lidiar con otro ser humano.
—De acuerdo. Entonces me voy, pero antes —buscó en uno de los bolsillos de su túnica y sacó un vial con un liquido rosa casi transparente, el cual le tendió al Gryffindor — toma, esto te ayudará con el dolor de cabeza.
Remus observó un momento antes de extender la mano y alcanzarlo.
—Gracias —dijo en voz baja.
Severus sonrió—De nada. La luna llena puede llegar a ser una gran molestia.
Remus se ahogó con su propia saliva por eso último, hizo su mejor esfuerzo para disimularlo y hacerse el desentendido.
—No entiendo... A que vino eso último.
—Por favor, no intentes ignorar el elefante en la habitación —su expresión calmada no cambió—. Oh bueno, el lobo en la escuela.
Con eso Remus puede jurar que se le salió el alma del cuerpo—Por favor, te lo ruego. No le digas a nadie.
—Si quisiera decírselo a alguien ya lo habría hecho ¿No crees? —un silencio de diez segundos llegó, con Remus intentando pasar el pánico y Severus solo viéndolo— Bebe la poción. Te ayudará.
—¿Cómo lo... —tragó saliva— ¿Cómo lo supiste?
Severus sonrió dejando a la vista unos dientes mas afilados de lo normal—Entre criaturas nos reconocemos —inclinó su cabeza a un lado, exponiendo una muy puntiaguda oreja mientras sus ojos se volvían completamente negros. Remus solo pudo soltar un jadeo sorprendido quedando con la boca abierta.
Severus se puso de pie—Mientras no aceptes esa parte de ti estarás ciego a muchas cosas —se dio la vuelta volviendo a parecer por completo un humano y comenzó a caminar con calma, sin detenerse vio sobre su hombro al aun pasmado Gryffindor—, nos vemos Lupin.
Con eso dobló en la esquina y se perdió de vista. Remus solo se quedó ahí sentado, intentando procesar lo que acababa de pasar, con la mente hecha un completo caos viendo el vial en sus manos, como si le fuera a dar las respuestas que está buscando.
—¿Hay más? —las palabras salieron en un susurro tan bajo que {el mismo apenas las escuchó mientras apretaba el vial, sin estar cerca de romperlo, y una temblorosa sonrisa se dibujaba en su cara— No estoy solo-
Y de repente, su dolor de cabeza no pareció tan fuerte.
***FIN***
Y comenzamos con esto, no tengo alguna razón para que sea el primero, solo abrí Word y fue la primera cosa que salió. No tengo idea si existe alguna criatura con las características que le di a Severus, simplemente me surgieron y no quiero buscar en Internet algo que encaje, si saben de alguna dejen un comentario y si no, pues... Supongamos ¿Bien?
¿Ideas?, ¿Consejos?, ¿Dudas?, ¿Estrellitas?
Nos leemos en la siguiente historia.
Escrito: 30/3/2021.
Publicado: 27/4/2021.
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Larga vida al príncipe.
Fiksi PenggemarPorque nunca hay suficientes historias de Severus Snape.