He sobrevivido a casi 3 días de la gran conmoción cerebral que me dio al saber (O suponer) que yo le gusto a Sasuke. Es decir ¿¡Cómo algo así puede ocurrirme a mí!? Sasuke y yo somos amigos y rivales prácticamente desde que nacimos, aún si en ese entonces no habláramos tanto como ahora (Aunque actualmente tampoco hablamos mucho que se diga) Y si le gusto, ¿Qué tengo yo que no tenga una chica? O más bien… ¿Qué tengo yo que tiene una chica? ¡No! ¡Definitivamente no!
Ah, no gano nada discutiendo y regañándome a mí mismo. Todo esto es demasiado extraño, además él dijo que conquistaría a esa persona ¿Cómo se conquista a un hombre sin ser mujer? Y más importante, ¿¡Quién le asegura que caeré ante sus “coqueteos”!? Momento… aun no sé si se trata de mi o no. Esto quiere decir que, ¿Me gustaría que se tratase de mí…? Maldita sea, a veces me odio a mí mismo.
Me dirigí al Ramen de Ichiraku para así despejar mi mente con una buena comida. La comida es la mejor medicina (En especial en casos como este).
- ¡Hola viejo! ¿Cómo han estado?- Salude eufóricamente a Teuchi y a la linda Ayame, los dueños de mi restaurante favorito en toda la aldea.
- ¡Naruto! ¡Qué bueno el verte por aquí! Creímos que te habías ido a otro restaurante de ramen.- dijo Ayame con una gran sonrisa en su rostro.
- ¡Para nada! ¡Este es el mejor restaurante de toda la aldea, de veras! Nunca comería ramen en otro lado que no fuese aquí.- Sonrío. Estas personas siempre han sido muy buenas conmigo y siento que podría contarles cualquier cosa que me pase, y casi siempre adivinan mi estado de ánimo.
Nos mantenemos hablando de cosas triviales mientras me como mi segundo plato de ramen. Es una gran suerte que hoy no haya tanta clientela. Estoy por terminar el tazón que tengo en frente, cuando repentinamente pienso en él. Frunzo el ceño y mis manos comienzan a temblar de manera lenta sin poder detenerlas. Maldita sea, ¿Cómo hace para ponerme en este estado sin siquiera estar aquí?
- Naruto, ¿Te encuentras bien? Tus manos están algo temblorosas ¿Estás enfermo?- La voz de Ayame interrumpe mi pensamiento. Debería pedirle un consejo sobre este asunto ya que ella es una chica y entiende más de estas cosas que yo. Me tranquilizo, dejo los palillos y la miro lo más calmado que me permite mi subconsciente.
- No, no estoy enfermo tranquila. Es solo que, últimamente eh estado pensando mucho en algo y no he podido dar con una solución. Ya no sé qué hacer y bueno… quisiera pedirte un consejo, Ayame.- Su mirada es tranquilizadora e inspira mucha confianza y ternura. Sale un momento de detrás de la barra y se sienta a mí lado, mirándome paciente.
- ¿Es sobre Sakura?- Su sonrisa se ha ensanchado. Sabía que era obvio en el término de que Sakura me gustaba, pero nunca pensé que fuese al punto en que al pedir consejos ella salga por default. Otra cosa más en la que pensar.
- No, en realidad no. Es sobre… Sasuke.- Suspiro. He vuelto a contener la respiración.
- ¿Sasuke?- Su rostro se ha vuelto confuso. Toma mis manos y me mira con preocupación.
- ¿Te has enamorado de Sasuke, Naruto?- ¿¡Eh!? Me sonrojo tanto como me lo permiten las arterias de mi cara. Siento como si en cualquier momento fuese a incendiarme por dentro y por fuera.
- ¡No! ¡Claro que no Ayame! ¿¡Có-como se te ocurre si-siquiera pensar eso!?- Mi rostro se está quemando y Ayame solo me mira sorprendida por mi reacción tan repentina. Sonríe.
- ¡Cálmate! No debes gritar en un lugar como este. Solo fue un comentario Naruto, no era para que reaccionaras así.- dijo tratando de contener la risa. La miro con una cara de fingida molestia y luego vuelve a tomarme las manos.
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'Un toque de realidad'
Fiksi PenggemarAl fin su gran sueño se ha convertido en realidad, pero...¿Es eso lo que de verdad quería? Ahora las cosas han cambiado y las vidas de ambos han tomado cursos diferentes y las decisiones del pasado se han desvanecido ¿O no...? ADVERTENCIA: Esta es u...