🐗🐗🐗Aclaración🐗🐗🐗
Los capítulos presentados aquí son como extras no vistos de "Oh, mi adorada princesa jabalí".
Al lado de cada título pondré el número de episodio seguido por un "0.5", con el motivo de guiar su lectura o darse una idea de cuando ocurren los hechos.
Gracias por su atención.
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-¡Hahaha!- Reía una azabache- ¡Tú las traes, enana!
-¡Hump~!- Nezuko molesta por haber acabado de perder empezó a perseguir a Inoko dejando a su hermano mayor de lado, quien también se suponía que jugaba.
-Veo que se divierten mucho las dos- Tanjiro se quedó a observalas tomando asiento en el pasto- Ambas son casi como unas niñas, haha.
Era la tercera noche que se veía a escondidas con la prometida del patrón de la casa que lo estaba alojando. Y como cada madrugada, terminaba complaciendo a la joven y hacía lo que ella quería.
En este caso, pasar el tiempo con juegos infantiles. Y aprovechando que su hermana menor podía salir a esas horas de su caja, les acompañaba, disfrutando más incluso que él.
A pesar que Hashibira tenía catorce años, en cuanto a gustos y actitudes se asemejaba más a una niña. Pero eso no le importaba, le parecía de alguna forma tierno aquello y entendía que se debía seguro a su dura infancia y falta de educación.
-¡Hmmp! ¡Hmmp!- La Kamado menor se había hecho grande solo para atrapar a la otra joven y tumbarla, señalando así su victoria en las atrapadas.
-¡Ya bájate!- No soportaba perder y hacia un puchero, intentando empujar a un costado a su compañera de juegos- ¡Eso es trampa, no se vale cambiar de forma!
-Bueno, no es por defender a Nezuko- Tanjiro trataba de calmarla- Pero nunca acordamos esa regla antes de jugar.
-¡¿Ha?! ¡Pido la revancha!- Le sacó la lengua en un gesto infantil- Y esta vez Monjiro debes echarle más ganas ¡No estuviste participando para nada!
-Entiendo, a sus órdenes, princesa jabalí- Le sonreía soltando una ligera risa- Nezuko, vamos a nuestras posiciones para volver a jugar ¿Sí?
-¡Hmph~!- Se negó la demonio y se aferró a la chica jabalí envolviendose en un abrazo.
-Nezuko, vamos- Le insistía- Sabes que a Inoko no le agradan mucho los abrazos y menos si clavas tus uñas.
-Hummm- No escuchaba a su hermano y se posicionaba mejor en el regazo de la otra volviendose más pequeña, cuando en eso se quedó mirando su pecho.
En un rápido instante, con sus manitas jaló un poco la yukata azul ligera que cubría esa zona, solo para liberar uno de los senos ajenos y quitarse el bozal de bambú, dispuesta a morder un pezón simulando ser un bebé que pedía comida a su madre, sin ninguna mala intención.
-¡NEZUKOOO~! ¡Eso no se hace!- El cazador se alteró y separó a la fuerza a su hermana de la joven- Disculpala, Inoko. Nezuko a veces confunde a otras personas con nuestra familia y... Ella se comporta a veces como bebé, no lo hace para molestar ni...
-Ahhh ¿Cree que soy su mamá?- Se había criado con animales en la montaña, varias veces había visto como amamantaban, por lo que no le costó entender la situación o al menos eso parecía.
-Sí, en verdad, lo siento- Trataba de apartar la mirada esperando que volviese a acomodarse la prenda- Nezuko, vamos, discúlpate tú también.
-No hay problema, no sé si tenga leche aún pero si la enana insiste, ya qué, quizás si presiona fuerte salga algo- Se bajó gran parte de la yukata ofreciendo su pecho totalmente desnudo a los hermanos Kamado- Venga, tú también Kentaro, no puedo permitir que mis sirvientes estén hambrientos.
-Umm- Nezuko encantada se le iba a ir encima cuando fue detenida por el mayor.
-¡No...no hace falta, Inoko!- Apenas y podía hablar sin tartamudear nervioso- No creo que así funcione, emh, ya pronto se hará de día así que ¿Qué tal si dejamos todo por hoy y mañana seguimos jugando?
-Oh, ok- Se puso devuelta la prenda en su lugar pero sin cubrir mucho, total, no tenía ni la más mínima idea de pudor- ¡Hasta luego, enana! ¡Nos vemos, Gompachiro!
Una vez se despidieron, volvió a colocar a la demonio en su caja y se fue a recostar en su futon, intentando dormir las pocas horas que le restaban antes que todos se despertasen temprano.
Pero le era imposible.
Kamado Tanjiro lo había visto, aunque fueron solo unos minutos, logró ver perfectamente el pecho de la joven que le traía loco, al punto de cortejarla teniendo ella ya prometido.
Miró a su alrededor, todos dormían de manera profunda. No quería hacerlo, no era su casa y tampoco estaba completamente solo, pero si no se atrevía no iba a poder pegar ojo en todo lo que restaba de la noche.
Se cubrió bien con sus sábanas y con la única mano que no estaba vendada, desató el obi de su yukata para frotar su intimidad, la cual estaba dura como nunca.
No era la primera vez que se tocaba de esa forma tratando de autosatisfacerse. Cuando tenía trece, antes de la tragedia familiar, su madre una vez lo pilló haciéndolo al bañarse en el río un verano.
Fue uno de los momentos más embarazosos de su vida, seguido de "la charla" que luego le dio su progenitora. Que le explicó con total calma y tranquilidad todo lo que debía saber del tema. Desde entonces, no lo había vuelto a hacer e intentaba dominar su cuerpo al máximo, ignorando varias veces las erecciones matutinas o involuntarias. Aún cuando su madre no se lo había prohibido, él solo quería evitarse posibles vergüenzas ante otros.
Ah, pero se había olvidado que "eso" también podía ocurrir ante ciertos estímulos. Nunca pensó volverse a masturbar y menos pensando en alguien.
En específico: en la joven de cabellos negros y puntas azuladas. Frotaba más y más su trozo de carne canela humedecida, mientras intentaba reprimir sus gemidos mordiendo sus labios, recordando aquella escena que lo había alterado y puesto así.
Quería a la chica antes pero, no tenía "ese" tipo de interés algo inapropiado según él ¿Cómo pudo haber crecido tanto en medio año?
Inoko podía a veces comportarse como una cría, y antes hasta aparentarlo físicamente. Pero ahora, era muy diferente. Se había vuelto una mujer de pies a cabeza y de atributos envidiables, cómo negarlo.
Siguió tocando su miembro, pensando cómo sería si en vez de su mano fuese la chica jabalí quien lo atendiera, incluso fue más allá, e imaginaba lo bien que se sentiría si aquellos robustos y blandos pechos fuesen los que rozaran su gran erección.
-Ino... ahhwn... ¡Inokooo~!- No pudo evitar soltar un alarido grande de placer tras alcanzar el orgasmo.
Su rostro estaba muy rojo y acalorado, volvió a observar a su alrededor, por suerte no había logrado despertar a nadie. Intentó limpiar como pudo aquel líquido blanquecino que había manchado su yukata y por fin pudo dormir, con un sentimiento de culpa por pensar en esa clase de cosas, pero a su vez en el fondo algo aliviado de haber podido experimentar placer después de muchos años reprimiendose.
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Y ese fue el primer corto... Se preguntaran ¿Por qué no lo escribí en la misma historia? Bueno por dos razones:
1. A algunos quizás no les guste el gender bender o roleswap Tanino. Así que no sé si tolerarian este contenido, viendo que la mayoría prefiere el yaoi 😅 hehe
2. El fic puede tener algunas escenas de chiste sugerentes pero no está habilitada para contenido adulto y es que quise hacerlo apto para todos.
Y por eso en este pequeño libro, habrán como escenas así que pasan a lo largo de "Oh, mi adorada princesa jabalí". No pasa nada así en "La doncella de las glicinas" pues como se aclara aquí 😣 Tanjiro no había visto de manera "adulta" a Inoko hasta su reencuentro.
No soy buena escribiendo esta clase de contenido y en varias ocasiones me negué a publicar estas partes por vergüenza. Pero bueno, si querían saber más de la parejita de mi fic, pues aquí hay más 👉👈
EmuEfu-chan ❤
🐗🐗🐗Hasta la próxima🐗🐗🐗
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Adicto a su dulce y ácido aroma-R18
FanfictionExtras de la saga "El cazador de demonios y su princesa jabalí". Sinopsis: -Lo haré lento ¿Está bien? Solo dolerá un poco, Inoko ¿Ya puedo...? -Solo hazlo y ya, además ¿Quién te crees que soy? Haha, puedo aguantar cualquier cosa -Pero antes... -¡So...