Con lo atento que era el de tez tostada, Inoko solo paso un día en cama resfriada. Se curo tan rápido que ya todos los molestos síntomas habían desaparecido por completo la mañana siguiente.
-¿Es lo mejor qué tienes? Haha ¡Deja de esquivarme y ataca de frente!-
Por ello en la tarde ya revitalizada entrenaba con su esposo teniendo una pequeña batalla con espadas improvisadas de bambú que anteriormente eran los palos de unas escobas.
-Solo trato de no presionarte, amor- Tanjiro empleaba movimientos de defensa pues no quería lastimarla- Acabas de recuperarte, debes ir más despacio.
-¡Tonterías! ¡Ya estoy bien, no me subestimes!- Volvía a atacarle, esta vez más hábil logrando arrebatar el arma contraria y tumbarlo en el suelo con las dos espadas cruzadas rodeando su cuello- ¡VE CON TODO! ¿O acaso crees que con gentileza derrotaras a una luna superior?
-Bueno... En eso tienes razón- Con facilidad la lanzó a un costado tirando las espadas lejos y se levantó en posición de batalla cuerpo a cuerpo- En ese caso, no me contendré, Ino-chan.
-Tonto, así tenía que ser desde un inicio- Rió y se puso en cuatro patas para abalanzarse contra el cazador y atacarle.
El de pendientes era capaz de seguirle el ritmo frenético de sus golpes y detenerlos a tiempo antes que le impactasen, iba a también responderle pero su mujer le esquivaba empleando su flexibilidad.
Tenían una batalla muy reñida y era impresionante verlos tan a la par que ganaban la atención de algunos cazadores heridos que empezaron a apostar por su favorito mientras andaban de espectadores.
A pesar del frío, la ojiesmeralda usaba un jinbei azul facilitándole el movimiento y cubriendo lo suficiente, en tanto su pareja solo portaba unos amplios pantalones y tenía el torso desnudo y sudado por los ejercicios que previamente estuvo realizando.
Parecía que seguirían parejos por mucho más tiempo hasta que la chica tomó desprevenido al peliburdeos y sujetandole las piernas con ambos brazos lo tumbó nuevamente al suelo y se puso encima suyo sonriéndole muy contenta tras su victoria.
-La princesa jabalí es la mejor- Presumía pellizcandole una mejilla- Dime Tanjiro ¿Qué se siente ser un segundón? Hahaha
-Inoko, dije que no me contendría- Le abrazo la cintura con las piernas- Y no pienso hacerlo, disculpa si duele.
En un movimiento rápido y brusco cambió las posiciones y ahora era él quien estaba arriba y le sujeto de los brazos para evitar que contraataque o se levante de vuelta. Al final sí se había contenido un poco y recién en los últimos minutos sacó toda su fuerza.
-Siete, ocho, nueve, diez... Se acabó, te gané, Inoko- Contó declarando su triunfo absoluto- No te lo veías venir ¿Cierto, princesa?
-...- Se le quedó mirando con un ligero rubor rosa en las mejillas- Tanjiro...
-¿Sí, Ino-chan?- Dejó de sujetar sus brazos.
-Ya no quiero ocho, quiero diez- Comentó- Tengamos diez cachorros, Tanjiro.
Ante tal propuesta el rostro del mencionado no tardó en colorearse de rojo y hasta salió vapor de sus orejas.
-¡Sí! ¡Daré mi mejor esfuerzo!- Asintió muy motivado al respecto dándole un corto beso a su amada.
...
Tras terminar el entrenamiento fueron al baño juntos para asearse, puesto que estaban empapados en mucho sudor.
Bueno, uno de los dos no solo en sudor.
-Ahwn, sigue así... frota más- La intimidad de Inoko era estimulada con los dedos ásperos, a los cuales ya se había acostumbrado.
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Adicto a su dulce y ácido aroma-R18
FanficExtras de la saga "El cazador de demonios y su princesa jabalí". Sinopsis: -Lo haré lento ¿Está bien? Solo dolerá un poco, Inoko ¿Ya puedo...? -Solo hazlo y ya, además ¿Quién te crees que soy? Haha, puedo aguantar cualquier cosa -Pero antes... -¡So...