Título 1: Miah !Salvanos! Capítulo I

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Adler Rüssendolf: Locación desconocida 1945
"El final de la guerra es de inmediato, el deseo de todo hombre en el mundo. Ya se han perdido incontables vidas a lo largo del continente. No hemos corrido con suerte. Los aliados y los rusos están buscando la forma de entrar con fiereza a Berlín. Es de manera cordial y encarecida que quiero dejar al Fürther. Quiero dejar este partido, no me ha traído más que desgracia.

Hemos hecho muchos avances científicos, hemos descubierto muchas cosas que nadie ha podido hacer gracias a su ayuda. Ellos son muy sabios y tienen un plan para que Alemania gane la guerra. Nos están apoyando en todo momento, a cambio de eso, nos piden vidas del planeta. Los ocultos son seres Inteligentes que han estado en el universo desde que se creó, han visto y experimentado mucho. Tienen un vínculo especial con el Fürther, y juntos van a dominar el mundo, y la realidad que él habita.

Querida, quiero avisarte que terminaré la campana de desplazamiento de materia (CDM). Así que será un logro importante para nuestro ejército. Quiero dejar todo hecho, luego de eso, te alcanzaré en Argentina, compraremos esa bonita granja que viste y dejaremos todo esto atrás.

Por lo pronto, ten cuidado y cuida de nuestros hijos. Te amo. También dícelo a Ancel, Hermann y Derek. Muchos besos, los extraño.

Cariños tu amado que te extraña. En un lugar de Alemania que quiero dejar."

La carta que le escribí a mi esposa estaba lista para enviarse a Bolivia, Lugar donde se estaba ocultando para que los altos mandos Nazi no la encontrarán, ya que si lo hacían, la matarían por lo que estaba a punto de hacer...

-¡Rüssendolf!- El Fürther me arrancó de mis pensamientos

-¡Mi Fürther!- Respondí escondiendo la carta en mi bolsillo.

-Tiene muy bien cuidadas las instalaciones de Berlín. Ha hecho un buen trabajo.

-Gracias mi Führer. Me enteré que iba a venir e hice lo mejor posible para preparar todo para su comodidad.- Le respondí con una sonrisa, mientras él con sus manos hacia atrás, caminaba por el lugar.

Caminó por los suelos de madera de roble hechos para que se viera más elegante el lugar, tocó la mesa de caoba del congreso en donde se reunían los altos mandos y exaltó el olor a madera de la habitación.

-Siempre he amado el olor a madera... desde niño. Recuerdo que solía pasar por los puestos de carpintería y notaba mucho esos olores, y esos olores me hacen acordar de ella.

-Mi Fürther, creo que debería descansar un poco. En el piso de abajo lo está esperando la mucama y una chica, como lo pidió- Él hizo un gesto con sus manos temblorosas y me silenció.

-Espera y te cuento algo. Me recuerdas a mí cuando era joven- Dijo caminando por el piso rechinante de madera. Y prosiguió: -¿Crees que el odio a los judíos y a los de color es porque son solo personas que se oponen a mí?

-No lo sé mi Fürther- Respondí.

-¡No!. No soy un monstruo porque otros dicen que lo soy.

-Lo sé mi Führer.

-Verás. Un día, encontré una chica. Tenía como 13 años de edad, era adolescente. Yo era niño, y el vínculo especial fué casi de inmediato. Para un hombrecito sin amigos, era lo mejor que le podía pasar. Jugamos y corrimos juntos... se llamaba Alicia. La adoraba. Amaba sus rizos rubios y su vestido rosa, sus ojos azules y su altura. La veía todas las tardes al salir de clases. Hasta que un día... lo recuerdo bien... un 8 de abril, unos malditos judíos asaltaron una tienda, en la huida sacaron un revólver y le dispararon en frente mío... y para un niño ver eso, era muy fuerte. El odio y el rencor crecieron y se apoderaron de mí. Vi como Alicia se desangraba a causa del tiro que le dieron en el estómago y no podía hacer nada. Ellos escaparon. La policía buscó durante días y estuve en los interrogatorios, pues yo era un testigo. El día en que se cerró el caso, juré que iba a matar a cuánto judío hubiera en mi camino. Con ese fundamento fomenté el odio hacia los judíos- Terminó su relato con lágrimas en los ojos.

-Lo siento mucho mi Fürther. Sé que sufrió mucho dolor, mucho sufrimiento.

-No le he contado esto a nadie. Todos tienen la culpa de ello. Todos los malditos judíos. ¡Alicia una tierna niña alemana que fué asesinada por esos hijos de puta!.... Joven Rüssendolf, la verdad es que a toda acción le genera una reacción... como decía el buen Newton. Ellos causaron esto con sus acciones y ahora todo el mundo condena eso.

-Lo se mi Fürther... lo sé- le dije tratando de ser honesto.

-Pero no es momento de lamentar. Preparen la llegada de los ocultos- dijo con voz de mando

-¿Los ocultos? ¿Qué son?- Le cuestioné al Fürther con asombro.

-Ya los verás... ya los verás esta noche cuando lleguen. Por ahora, preparen la bóveda 084.

John Davis: Cercanías de Berlín. 1945
-Bien... aquí estamos. Berlín. Allá detrás de ese humo yace nuestra victoria, yace nuestra familia a salvo en sus hogares- Gritó con voz de esperanza el sargento Miller.

-Bueno señores... ésta noche es el esperado día en que llegaremos a Berlín y... ¡haremos pagar a Adolf Hitler por toda la mierda que nos ha hecho pasar! ¡Abajo Hitler y sus malditos altos mandos! Vamos a interrumpir esa orgía que tienen bajo tierra- grité con voz de aliento a mi pelotón, mientras se preparaban para penetrar Berlín.

Espero que lo mencionado por Miah sea cierto y que está noche encontremos a los ocultos para destrozar el futuro que supuestamente nos espera.

Miah: SálvanosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora