Capítulo #7 (Final)

352 20 4
                                    

Izzy lo observó con atención. Aunque de vez en cuando y «sin quererlo» sus castaños se desviaban para caer justo sobre los labios contrarios; pensando en probarlos y mandar todo a la mierda. Al menos eso era lo que quería Izzy inconsciente, pero no el consciente. Era una batalla interna entre ellos, él mismo. Aquella a la que ambos ansiaban ganar, pero, sólo uno podía hacerlo.

— Imagino que pedir perdón ahora no servirá de mucho. Pero por lo menos, si quisiera hacerlo, porque en verdad lo siento. Siento mucho que esto terminara de esta manera, Izz. Fue desconsciderado de mi parte no decirte que me iría del país por un tiempo, tomando en cuenta el inicio de lo que parecía ser señal de un nosotros. — Se detuvo unos breves segundos antes de poder continuar con el diálogo, jugó con los dedos de sus manos, era evidente que estaba nervioso por lo que a continuación le diría a Izzy. — Pensé que todo en mi vida se había jodido cuando me dí cuenta que lo que siento por ti era más importante que cumplir un estúpido sueño de adolescente sin sentido. Eso pude comprobarlo estando lejos de mi hogar. Lejos de mis amigos. Lejos de ti. 

Suspiró — Supongo que es cierto esa mierda de no sabes lo que tienes hasta que lo pierdes. Pues así pasó. Creí que mis aspiraciones estaban por encima de la gente que siempre, sin importar las circunstancias, estuvo alentándome para cumplir mis sueños. No obstante aprendí que ganar reconocimiento no lo vale en lo absoluto si no hay nadie más con quien celebrar tus victorias. — La mirada melancólica de Duff se posó sobre la de Izzy. — Tomé decisiones que perjudicaron a otras personas y por eso estoy arrepentido. Aunque entiendo que eso no justifica el que no te haya dicho nada sobre que abandonaría Estados Unidos siendo que habíamos formalizado la relación y por lo tanto estabas en tu derecho de saberlo.

El pelinegro se mantuvo en silencio, pensando en la sinceridad de las palabras dictadas por Duff. Lo que le hizo sentirse mal a él ahora.

Porque de alguna manera también tuvo pensamientos egoístas y rencorosos hacia el teñido. El ahora escuchar la perspectiva del contrario le abría el pensamiento y sería honesto si pensaba en una reconciliación o por el contrario, un sano distanciamiento.

— Todo este tiempo creí que te habías alejado porque yo no era lo suficientemente bueno, como novio ni como persona. Pero en realidad, esto fué siempre algo personal, una paranoia que estaba siempre rondando por mi cabeza cuando obtenía tu amabilidad sin tú esperar poco o nada a cambio, en realidad no recuerdo un día en el que te hayas mostrado molesto por mi ingratitud. Y eso me hacía sentir enfadado, porque nunca te diste por vencido conmigo. Y yo en cambio siempre te pagaba todo lo bueno que hacías por mí con insultos, por eso pido perdón. — Izzy se mantuvo en silencio y luego volvió a hablar — No obstante. Al escucharte entendí que no todo tiene porque girar en torno a mí, porque no tengo porque ser el único en tu vida ni tú en la mía. Que si quieres hacer algo por ti mismo, deberías hacerlo. ¿Qué si me hirió mucho ser el último en enterarse que te habías ido? Sí, lo hizo. Pero fué más porque estaba pensando en lo que sería de mí a partir de ese momento y que no sería nada sin ti. Pero me he dado cuenta que no es verdad.

Al final los dos sobrevivimos cinco años a nuestra manera, el uno sin el otro...

— Y la vida entonces decidió volvernos a juntar para finalmente sanar heridas del pasado y seguir adelante. Juntos o no. — Complementó Duff.

— No he parado de pensar en ello desde esta mañana. — Confesó Izzy. — En verdad lo siento Duff.

— Esa se supone que es mi línea.

Izzy rió suavemente, tomando del mentón a Duff para hacer que este lo mirase. — Estás perdonado. — Susurró. El teñido sonrió tiernamente.

— Tú también estás perdonado. — Acariciaba la mejilla de Stradlin con suma delicadeza, como el ser humano más valioso y al cual en definitiva quería mantener a su lado.

Ambos se mantuvieron un par de minutos en silencio, simplemente admirando la belleza ajena. Tan imperfecta, tan humana.

— ¿Qué pasará más adelante? — Se animó a preguntar McKagan con tono de voz tenue.

— No lo sé — Sinceró Izzy — Lo que sea, sabremos como afrontarlo cuando suceda. No creo que debamos preocuparnos por el futuro si podemos disfrutar del ahora.

— ¿Entonces es así? — Duff sonrió, tomó la mano de Izzy y lo hizo levantarse del columpio junto a él. Stradlin lo miró confundido y el más alto se dió la vuelta para poder verle. — Disfrutemos nuestro ahora.

Fué lo único que dijo antes de arrastrar a Izzy en dirección al resto de juegos que sabía que se encontraban más al fondo del parque. Estando ahí Duff tomó la iniciativa de meterse al un juego —evidentemente diseñado para niños— que era como una casita sin techo pero con pasamanos y toboganes a los laterales de este.

Izzy lo observaba divertirse como si fuera un pequeño niño ilusionado, negó sonriente ante la adorable imagen y caminó hasta donde él. Tomó asiento en el extremo inferior del tobogán azul y se dedicó a contemplar el cielo estrellado. ¿En qué momento las estrellas más brillantes se habían esparcido tan rápidamente cubriendo el infinito espacio exterior vacío? ¿Por qué ahora admirar el cielo nocturno lo encontraba más hermoso que antes?

Izzy Stradlin se lo preguntaba. Aunque la verdadera respuesta realmente se encontraba a pocos metros de distancia. El pelinegro terminó apoyando su espalda contra el metal con el que estaba fabricado el tobogán. Llevó sus manos a la parte posterior de su cabellera y siguió admirando la belleza del paisaje.

Tan absorto estaba que no escuchó cuando Duff se arrastró por el piso de madera hasta llegar al comienzo del tobogán. No se percató hasta que literalmente tenía aquellos hermosos ojos verde claro colisionando con sus castaños, dando como resultado a una mezcla de reflejo avellana.

Ellos rieron a la par. Duff depositó un casto beso en la frente de Izzy y con un brazo le abrazó por los hombros desde arriba. Intentado retener su propio peso con la otra mano sostenida al lateral del tobogán.

Stradlin retiró sus manos de su cabeza y las llevo a cada lado de la mandíbula de Duffy. Se acomodó en una posición cómoda y estiró el cuello un poco para lograr capturar los labios del teñido con los suyos. Se unieron en un beso lento y lleno de amor, melancolía y un poco de arrepentimiento, que la luna y las estrellas eran las únicas testigos de la escena. La cual sería tomada por los involucrados como el cierre de los malentendidos, inseguridades, confusión y problemas del pasado, para dar comienzo a una nueva etapa en la vida de los protagonistas.

Fin.

Problematic. [DUZZY, GUNS AND ROSES] | TERMINADO.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora