Me paro frente a mi casa,intento ser positiva sobre vivir aquí pero me es imposible,el único sentimiento que me ronda es el odio e impotencia.
Tomo una respiración profunda y entro muy a mi pesar.No se escucha estruendo por lo que asumo que no hay nadie,cosa que agradezco.Prefiero ir a ver si mis suposiciones son verídicas y voy por todas las habitaciones cerciorandome.
Bien,todo vacío.
Una vez en mi cuarto me recuesto en la cama y cierro los ojos intentando conciliar el sueño,cosa que últimamente debido a mis pesadillas me resulta difícil.
Sorprendentemente lo consigo a la primera y solo veo negro,por fin.Pero como no podía ser de otro modo,algo tenía que pasar.Otra vez lo mismo; mi odiada profesora de biología se encuentra sentada en frente de mí.
Agg como la odio.
Aparecen dos objetos a mi lado,una puerta y un cuchillo,al igual que en cada sueño que estoy teniendo estos días. Ya estoy harta,siempre acabo escogiendo la puerta aunque no os creáis que no lo pienso,lo del cuchillo es muy tentador.Me he cansado de reprimir este sentimiento,lo que quiero de verdad es degollarla con él. Sin mas preámbulos lo empuño con todas mis ganas y me acerco a ella con intención de rajarla el cuello,solo me interesa verla desangrarse.Y cuándo lo voy a conseguir...¡pum!
Despierto.
Nada mas abrir los ojos me topo con mi madre y lo que ocurre a continuación me toma totalmente desprevenida.Veo su mano aproximarse vertiginosamente a mi cara y lo siguiente es un dolor intenso en la mejilla.
-¡Pero qué haces!-le digo estupefacta.
-Que sea la última vez que me desobedeces y no me vuelvas a hablar así.-esa voz...esta borracha.Justo lo que necesitaba.
-¿Que se supone que he hecho ahora?
-¡Que no me contestes!Lo sabes perfectamente.-Mierda se me olvidó recoger la cocina.
-Ahora lo hago.-No tengo nada que discutir por lo que agacho la cabeza.
-No no no,estamos cansados de ti.¡¡VEN!!-Vale esto es malo.
Mi padre aparece con cara de pocos amigos.
-Con que no has hecho lo que te hemos dicho-se acerca donde estoy.A todo esto sigo sentada en la cama.
-Pero limpiar la cocina no debería ser mi obligación siempre,ni el baño,ni la compr...-no consigo acabar la frase.
-¡Eso lo decidiremos nosotros que para algo somos tus padres!-Me grita mi padre.
-Pero es que...-
-¡¡Qué te calles!!Si hacemos esto es por tú bien-berrea mi madre.
-¿Hacer qué?-No me gusta por donde va esto.
A partir de ahí no hay más conversación. Mi padre me empuja fuera de la cama y caigo al suelo.Seguidamente mi madre me levanta bruscamente y me vuelven a empujar esta vez contra la pared.Eso me dolió. Mi padre rodeó mi cuello con sus manos,ahora si que estoy muy molesta. Puedo defenderme,lo sé, pero me mantengo al margen.Debo contenerme,me conozco y se lo que podría pasar si me enrvo demasiado.Sigue con su agarre pero sin ejercer casi presión, en verdad es un cobarde,no se atreve a ahogarme.Le noto débiles intentos de apretar pero finalmente me suelta.Lo único que me a sido desagradable fue su horrible hedor a alcohol.
-No vuelvas a intentar contradecirnos.Tú no sabes nada.-Con esto concluyen su patética amenaza y salen cerrando con un portazo.
Poco a poco me voy deslizando hacia el suelo en mi sitio con una inquietante sonrisa adornando mi rostro.
No pueden ni imaginarse la magnitud que tendrá mi venganza pero por ahora sólo puedo hacer una cosa para saciarme.Saco una navaja y la deslizo horizontalmente por mi muñeca,no pretendo matarme aún, solo me calma la sangre.Hago unos cuantos cortes sin pasarme demasiado y llevo el resultado a mi boca lamiendo el líquido rojo que sale.