Capítulo 2.

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- Carla se que estoy bueno pero deja mirarme, hace al menos 2 minutos que me he quitado la sudadera

Dios mio que verguenza, esto no esta pasando. Suelta algo, tienes que parecer tranquila.

- Tsss ¿yo mirarte? No estas tan bueno creido - bueno no ha estado tan mal

- Estas muy mona cuando te sonrojas - ahí va su sonrisa otra vez - Tienes unos ojos preciosos

Un tomate a mi lado estaria descolorido.

- Gracias, pero no es para tanto.

- Lo que tu digas.

Bueno no era la respuesta que esperaba, pero tampoco tengo que esperar nada.

- ¿A que vas a Alemania? - este chico es muy cotilla.

- A estudiar, ¿tú?

- Solo estaba aquí de paso, unas mini vacaciones. En realidad soy alemán.

¿Alemán? No tiene pinta de alemán, ¿se piensa que soy tonta o que?

- Tú no eres alemán, tu accento y tu nombre son españoles, no me tomes por tonta.

¿Y ahora porque se ríe?

Mis padres son españoles, pero mi madre esta un poco loca y un dia antes de salir de cuentas decidió que quería que su hijo tuviera genes españoles y nacionalidad alemana y aquí estoy.

Vaya, su madre esta realmente loca. - ¿Y tú padre aceptó?

- ¿Tú que preferirias? ¿Un hijo con nacionalidad alemana o una mujer embarazada de 9 meses con las hormonas revolucionadas persiguiendote por la casa como una endemoniada?

- Ninguna de las dos cosas, soy joven para quedarme embarazada ¿no crees?

- Serías la madre perfecta

Esta poniendo esa sonrisa otra vez, me esta volviendo loca.

- No sonrias de esa manera porfavor

- ¿Por que? ¿Te molesta tomatito? - se esta acercando demasiado, pero me da igual.

- Espera espera, ¿tomatito?¿Que clase de apodo es ese?

- El adecuado para ti, "tomatito" - dice mientras se acerca más.

- Rubén... Estas muy cerca... - digo mientras me aparto un poco

- ¿Te molesto?

- No...

Vamos a ponernos en situación, estoy en un avión a 9000 pies de altura, con un chico a escasos centimetros de mi boca, me esta poniendo una sonrisa que me esta matando, soy joven asi que mis hormonas se revolucionan. ¿Qué hago?

*Besarle idiota*

Pero no puedo.

*¿Por qué no? Vamos chica lo tienes a 2 centimetros de ti, besale ya*

No puedo

*Me has prometido que me ibas a hacer caso*

Cierto, no puedo romper una promesa. Lo beso, sabe como a chocolate con menta. Dios mio, ¿esque lo tienes todo bueno o que?

Nos separamos para tomar aliento, pero no mucho, solo lo justo, ojala se quede todo el vuelo así.

- Vaya, es como si estubiera tocando el cielo - digo con los ojos aun cerrados

- Lo estas haciendo, tomatito, estas en un avión - abro los ojos y me esta sonriendo, mirando fijamente.

- Vuelve a llamarme tomatito y...

- ¿Y que?

- No te vuelvo a besar nunca - lo miro desafiante, no quería ser creída pero sabía que besaba muy bien, todos los chicos con los que me había besado me decian lo mismo "besas muy bien Carla". Alomejor a el no le importaba, pero habia que intentarlo.

- Pues perfecto, no tengo problema, tampoco me has matado. He probado mejores labios.

Auch, eso ha dolido.

Tocando el cieloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora