PoV Rubén
Cuando estoy a pocos metros de su portal la veo salir y no puedo evitar centrarme en ella, es como si todo mi mundo se parara de repente. Mira hacia un lado y luego mira hacia al otro y me ve, me sigue con la mirada hasta que estoy delante suyo y sin poder evitarlo la abrazo. Ella me abraza aún más fuerte y me río.
- Hola - digo separándome de ella.
-Hola... - baja la cabeza.
- Quiero llevarte a un sitio - le digo levantándole la cabeza - pero si vas con esa cara me parece a mi que voy a tener que hacer algo...
-¿El qué?
- Esto - le empiezo a hacer cosquillas y ríe como una niña. Cuando paro tiene la respiración agitada y una sonrisa preciosa. Por un momento la miro y me doy cuenta de como la había echado de menos.
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- ¿Te ayudo? - digo asomando mi cabeza por la puerta de la cocina.
- ¡Noooo! No puedes entrar.
- Es que me aburro...
Abre el cajón coje unos manteles y cubiertos y me los da.
-Pon la mesa.
-Yo no me refería a esto.
Se ríe y yo le saco la lengua, hago lo que me dice y cuando acabo sale con dos platos en la mano. No sabría decir bien bien lo que es, pero prefiero no preguntar, solo me llevo un trozo a la boca y lo saboreo.
- ¿Te gusta? - me mira con cara de estar esperando un sí.
- Me encanta - por sus ojos pasa una mirada de alivio - ¿Lo cocinas todo así de bien?
- Bueno, digamos que unos platos me salen mejor que otros.
- Podría acostumbrarme.
Cuando acabamos de cenar me tumbo en el sofá y la tumbo a ella a mi lado. Nos quedamos cara a cara, nuestras narices se rozan y no puedo aguantar darle un beso. Hace días que no la beso así que no me lo pienso dos veces y lo hago. La cojo de la nuca profundizando el beso. Me separo medio centímetro de su boca para cojer aire.
- No sabes las ganas que tenia de esto - me dice con la voz entrecortada.
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Llaman al timbre y noto como Carla se levanta con cuidado para no despertarme. Nos habíamos quedado dormidos en el sofá. Abre la puerta y entra Mery llorando y cierra la puerta muy rápido.
- Hey Mery ¿Que pasa? - le dice Carla apartándole el pelo de la cara. Me levanto yo también y voy hacia ellas justo cuando Mery aparta la mano de su abdomen y nos damos cuenta de que esta sangrando.
- Dios mio Mery. Rubén llama a una ambulancia.
- Estoy marcando.
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Son las 11p.m. Carla y yo vamos en mi coche detrás de la ambulancia, no ha tardado en llegar pero se ha echo muy larga la espera. Miro a Carla y se esta sujetando la cabeza mientras intenta disimular que esta llorando pero no lo consigue y una lágrima rueda por su mejilla.
- ¿Estas bien pequeña? - le digo acariciando su pelo. Ella niega con la cabeza y empieza a llorar aún más - Carla no llores, se pondrá bien es solo un susto ¿vale?
Asiente y intenta sonreír, pero no le sale bien, se que esta asustada y preocupada y la entiendo. A partir de ahora la voy a proteger todo lo que pueda y a Mery también. Esto no se puede repetir.
