Capítulo 23.-XLVIII

90 20 4
                                    

62.-¿Alucinación o realidad?

Plann.

La cena se había puesto un tanto incómoda después de que él me recordara que Mean está muerto, intenté disimular y hacer como que en realidad no me pasaba nada, que todo estaba bien.

—No sabes cuanto lamento todo eso Plann, tú no mereces un novio muerto, tu mereces a alguien vivo que te haga sentir igual de vivo.

Me sentí extrañado por lo que decía y no iba a seguir tolerandolo. —Creo que ya fue suficiente Kistán. —Bebí el último trago a la bebida con ganas de marcharme.

—Oh no, oye, me disculpo mucho por haberte dicho eso, no debí decirlo, solo fue un pensamiento, fue mi opinión respecto a ti. Solo digo que, cuando alguien muere en nuestra vida debemos continuar.

—¿¡Cómo puedes decirme todo esto?! No te entiendo, no te conozco, no eres el mismo Kistán que conocí en mi adolescencia.

—¿Cómo puedo decirte esto? —Rió cínico. —¿Por qué creés que lo digo? Plann, yo tuve y tengo una vida difícil, tú mejor que nadie lo sabe. Tú dijiste que estaríamos juntos por siempre, que no ibas a dejarme nunca, ¿recuerdas? Pero no te importó porque aún sabiéndolo me abandonaste.

Suspiré. —Es pasado, tienes que superarlo, tú mismo lo has dicho, debes continuar.

—¿Y cómo se supone que habría continuado si lo único que tenía lo perdí? ¿Cómo se supone que disfrutara mi vida sin familia, sin amigos, sin ti, sin nada?

Tragué duro. —Yo no tengo la culpa de que eso haya ocurrido en tu vida, tampoco tienes la culpa de todo lo que te ha pasado hasta ahora, lo siento mucho por haberme ido, pero es así como es el ciclo de la vida. —En cuanto terminé de hablar, sentí mi corazón acelerarse un poco y de un instante a otro empecé a sentirme cansado, como si hubiera hecho demasiadas cosas y fuera a quedarme dormido.

—No, en realidad soy yo quien se disculpa. Perdoname Plann. —Se acercó tomándome de los hombros. —Perdoname por todo.

—¿Eh? ¿De qué hablas? —Logré preguntar, pero estaba empezando a rendirme por el cansancio que sentía. —Dime una cosa Kistán. —Mi voz empezó a debilitarse. —Tú... —Entrecerré los ojos sintiendo como me sostenía. —¿Tú me drogaste?

—Lo siento mucho. —Dijo pasando sus manos a mi cintura.

—¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste?

—Porque no puedo vivir sin ti. —Alcancé a escuchar antes de que la vista se me nublara y cayera en un sueño profundo. No había escapatoria, por mucho que quise haber reaccionado ya no pude, me rendí ante el sueño.

Los recuerdos vinieron hacia mí como olas...

Tenía diecisiete años, recién salía de la institución con mi novio Kistán.
Una llovizna se soltó y nos quedamos bajo el techo de una casa a unas cuantas calles de la institución.

—Plann. —Me tomó del mentón. —Siempre quise hacer esto en un día como hoy. —Se acercó para besarme y correspondí al instante rodeando su cuello.

—Te quiero. —Dijo al separarse pero al mismo tiempo mi padre tocó la bocina del auto, bajando la ventana y haciendome sobresaltar. ¿Qué hacía aquí? ¿Me vió con mi novio?

ELIGEME ¦ MeanPlann ¦Temp. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora