Capítulo 15.-XL

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70.-Atrapado por siempre

Mean.

Dos meses transcurrieron y finalmente me dieron de alta del hospital, sin embargo mi familia siguió siendo sobreprotectora y muchas de las acciones que ellos hicieron fueron exageradamente extrañas.

Entré al auto en el estacionamiento privado del personal médico sin entender porque mi familia dejó el auto aquí.

-Papá...

-Ya sé que vas a preguntar que hacemos en el estacionamiento exclusivo, tu mamá prefirió esta sección porque quiere evitar a los paparazzis.-Dijo encendiendo el auto. -No hagas más preguntas ¿quieres? Solo vayamos a casa para que puedas descansar.

Mi madre me miró con una sonrisa ligera. -Me da tanto gusto ver que estás bien ahora, hijo. -Acercó su mano a la mía para acariciarla. -Esta pesadilla se ha acabado ¿bien?

Asentí leve.

Las horas avanzaban con rapidez y el cielo empezó a oscurecer, incluso me sentí raro al ver que no reconocía nada de la ciudad, no vi un solo edificio, local o sitio público que me indicara que estábamos yendo a casa, ¿o todo había cambiado tanto desde mi desaparición?

Cuando mi padre se estacionó frente a la vivienda no pude evitar preguntar, esta no era nuestra casa, la puerta era de otro color al igual que las paredes.

-¿Dón-dónde estamos? -Mi madre abrió la puerta del auto poniéndome un saco en la cabeza.

-Hace mucho frío, no quiero que pesques un resfriado. -Me tomó del brazo ayudándome a entrar a la casa.

-Les he hecho una....

-¡Shh! -Dijo mi padre, cosa que me molestó, subimos las escaleras en silencio y una vez dentro hice un montón de preguntas, la casa tenía un aroma a nuevo y todos los muebles en ella se veían recién comprados.

-¡¿Dónde estamos?! ¿Puedo saber que ocurre? Desde que estuve internado en el hospital no me han contado lo que ha ocurrido, tampoco me han dicho que volveré a trabajar en la empresa.

-Hijo, danos un minuto para explicarte, toma asiento y hablaremos. -Propuso mi mamá mientras mi padre simplemente se tensaba.

-Creo que ha sido suficiente, debemos contárselo. -Dijo él. -Mean, nada de lo que creés que debería estar ocurriendo sucede así, no hablamos con los policías sobre este caso, no vas a volver a la empresa ni vas a arriesgarte a que ese asesino suelto venga por ti, esta es nuestra nueva casa, ¿entendido?

Me quedé procesando sus palabras, sintiendo un nudo en la garganta.

-¿Qué hay de ustedes? ¿Qué hay de mí? ¿Me estás diciendo que jamás volveré a salir de aquí? Padre, no pienso ocultarme, la vida es para vivirla.

-Lo siento mucho jovencito, pero no va a ser así, te quedarás en esta casa hasta que estemos seguros de que han encontrado a tu agresor, tenemos que estar seguros de que no volverás a ser raptado. Tenemos miedo, tú nos importas mucho, nada malo debe ocurrirte.

Suspiré pesadamente, me daba alivio saber que mi familia me protegía, pero no estaba feliz con la noticia de que jamás saldría.

-¿Qué pasará conmigo cuando ustedes ya no estén? No puedo vivir de ustedes.

-Claro que puedes. -Mi mamá acarició mi hombro. -Agradece que nuestra empresa está en constante éxito y que todo el dinero que tu padre y yo tenemos será heredado a tí.

Agaché la mirada, pensando.

-Durante nuestras horas de trabajo y ocupación estarás con el sirviente.

Los miré de golpe. -¿Qué dices? Padre, ¿un sirviente es necesario?

-Por supuesto. Él limpiará y hará todo el trabajo que ni tú ni nosotros podemos hacer. También hay un sistema de seguridad instalado en cada uno de los rincones de la casa.

Me sentí mal de solo pensar lo diferente y difícil que sería mi día a día de esta manera.

-El sirviente vendrá mañana a primera hora, no te asustes si al despertar él está aquí.

ELIGEME ¦ MeanPlann ¦Temp. 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora