𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑: 𝐄𝐥 𝐨𝐣𝐨 𝐛𝐥𝐢𝐧𝐝𝐚𝐝𝐨. (𝟏/𝟐)

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Ricardo levantó su cabeza, encontrándose con las miradas expectantes de sus amigos.

── ¿Que onda, boludo? ── Le preguntó Chiqui.

── No siento nada. ── Susurró limpiandose la nariz.

── Este boludo nunca siente nada. Alcanzame, alcanzame. ── Walter estiró su brazo para agarrar la base de cemento.

── Algo tenés que sentir. ── Agregó Nathy mirándolo con una media sonrisa.

── Es como que nada. Por ahí no llegó al torrente sanguíneo todavía. ── Trató de explicar Ricardo.

Walter esnifó una vez más, llevándose quejas de parte de los demás. Ricardo, sin estar del todo satisfecho, volvió a agarrar la base de cemento.

── Loco, ¿por qué no te recatás? Mirá que la noche es larga, ¿eh? ── Le advirtió el Pollo, no muy contento del ritmo que su amigo estaba llevando.

Ricardo lo ignoró y esnifó por segunda vez, convirtiéndose nuevamente en el centro de atención.

── ¿Y Ahora? ── Volvió a preguntar Natalia.

── No pasa nada, boluda. ── Se quejó. ── Escuchame, Nathy, no... no sé, ¿seré yo? Me siento estafado. Es una mierda. ──

── Me siento estofado. ── Agregó Chiqui mirando cómplice a su prima, que rió al escucharlo.

── ¿Es normal esto? ── Se dirigió al Pollo.

── ¿A mí que me preguntás? Soy el único que no tomó. ── Respondió armandose un cigarillo.

Ricardo, con la respiración agitada, se levantó del suelo y comenzó a caminar alrededor de sus amigos. Poco a poco los efectos de la droga se hacían presentes en él, generando risa en sus amigos que lo notaron. Los primos esnifaron una última vez, dejando solo a Walter y a Ricardo con ganas de seguir. Natalia y el Pollo observaron cómo Ricardo caminaba de un lado a otro, rascando su nariz y peinando su cabello nervioso.

── ¿Cómo me veo? ── Miró a todos con una sonrisa forzada en su rostro. La droga ya había empezado a hacer efecto en él y en todos.

── Bien. ── Respondió Pollo

── Bien duro. ── Replicó Natalia riendo.

── Estoy un poquito cambiado. ──

── Estás re cambiado. Parecés un hombre ahora. ── Se burló Walter, haciendo reir a Natalia y Chiqui.

── Andá a cagar, boludo. ── Ricardo se acomodó su campera de jean. ── Che, ¿vamos a dar una vuelta o que? ──

Salieron en dirección al muelle. En el camino pararon en un kiosko dónde Natalia, Walter y Chiqui compraron chicles para reducir lo pastoso que sentían la boca. Luego, Ricardo y Walter se adentaron a los baños de un restaurantes para volver a tomar. Los demás los esperaron afuera sentados en la vereda del frente.

OKUPAS || FanfictionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora