𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑: 𝐄𝐥 𝐨𝐣𝐨 𝐛𝐥𝐢𝐧𝐝𝐚𝐝𝐨. (𝟐/𝟐)

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Los tres mosqueteros caminaron hacia el boliche que estaba al otro lado del muelle, bromeando y emocionados por entrar. Una vez dentro se dirigieron hasta la pista de baile. Walter comenzó a sacar los pasos rolingas, invitando a Natalia y a Ricardo a que lo imitaran cosa que hicieron pero con poco éxito. Al ritmo del cuarteto, Natalia pasó de brazo en brazo entre Ricardo y Walter que no perdían la oportunidad para intentar robarle un beso.

── ¡Mira lo que es esto, loco! ── Exclamó Walter levantando sus brazos sin dejar de bailar.

── Che, Ricky. ¿Porqué no vas a comprar un trago o algo? ── Natalia le habló fuertemente a Ricardo en el oido.

── ¡Es verdad! ¡Los reyes de Quilmes andan con sed! ──

── Bueno, ya vuelvo, che. ──

Ricardo se alejó de la pista y fué en dirección a la barra dónde pidió las bebidas más baratas. Natalia y Walter siguieron bailando al ritmo de la música de Leo Mattioli hasta que el grito de Ricardo los distrajo.

── ¡¿Qué hacés, puto?!  ¡Gordo! ¡Me chupás la pija! ──

Ricardo comenzó a golpear al guardia que estaba en la pista, asegurándose que nadie entrará a bailar con vasos de vidrio. Rápidamente, Natalia y Walter fueron hasta él para intentar separarlo

── ¡Chetos de mierda! ¡Los voy a matar! ── Volvió a gritar alterado.

A duras penas, los tres fueron sacados del boliche por otros 3 guardias más. En el trayecto, él más grande empujó violentamente a Natalia, haciéndola caer al suelo.

── ¿Qué le haces? ¡La concha de tu madre! ── Gritó enojado Ricardo intentando golpear al mismo guardia.

── ¡Tomátela! ── Natalia agarró un botella de cerveza que estaba vacía en el suelo y amenazó con tirarselas a los guardias. Estos obedecieron y comenzaron a reteoceder hacía el interior del boliche.

── ¡Pará, boludo! ── Lo calmó Walter al ver que Ricardo intentaba hacer lo mismo.

Chiqui llegó rapidamente al lugar junto a una chica desconocida. Ayudó a Walter a tranquilizar a Ricardo, quien poco a poco iba bajando cambios.

── Ya fue, Richard, ya fue. ── Chiqui palmeó la espalda de Ricardo.

── "Richard" las pelotas, loco. ── Murmuró enojado.

── ¿Qué pasó? ──

── Tuvimos un problemita con el Increíble Hulk. ── Explicó Natalia mirando de reojo a Ricardo.

── Nathy, ¿estás bien? ── Preguntó preocupado Ricardo.

── Sí, gracias. ── Ella le sonrió tranquilizando al masculino.

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