My Sweet Wolf

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Sunoo se sentía incómodo.

Y no por él, sino por Ni-ki, el pobre chico había sido acosado en todo el camino por aquellos dos Lobos que frotaban su hocico en sus muslos queriendo llamar la atención del pálido.

Ni-ki estaba harto.

Y Sunoo sólo podía reírse de la "desgracia" de su mejor amigo.

- ¿Podrías decirles que dejen de lamer mis manos? ¡Es asqueroso! -Se quejó con el Alfa.

Sunghoon por su parte sólo bufó.

Él sabía a qué se debía el comportamiento de sus hermanos, pero no era quién para hablar de ello.

-Lo siento, hyung. Pero eso ya no está en mis manos.

Hoon abrazó a su Omega y con sigilo se separaron de aquel trío que desprendía feromonas de excitación que empezaban a fastidiarlo.

- ¿Por qué tus amigos no lo dejan tranquilo? -Preguntó el peli rosa extrañado.

-Bueno... Es un tema un poco difícil de comprender, lo mejor será llegar a mi clan y ahí podremos aclararles las dudas, porque también tiene que ver con nosotros.

Sunoo lo miró sorprendido. Ahora su curiosidad era mayor.

- ¿Y es malo? Pareces tenso. -Señaló el peli rosa mientras lo miraba atento.

-No cariño, al contrario, es algo muy beneficioso, pero no sé cómo se lo tomará Ni-ki hyung.

La pareja regresó su vista al trío, los dos Lobos estaban girando alrededor del rubio, aparentemente estaban jugando pero la cara de Nishimura era de irritación pura.

- ¡Ya deténgase! -Exclamó enojado.

Como si fuese arte de magia, ambos Lobos se detuvieron y observaron al rubio con atención, como si esperaran alguna orden de quien ellos consideraban "su omega".

Pero el rubio siguió su camino sin prestarles atención.

Los Lobos decidieron caminar tras él, cuidándolo.

Sunghoon y Sunoo compartieron una mirada incrédula, realmente el actuar de esos tres se les hizo muy extraño.