Capítulo 16. Primera vez.

606 103 20
                                    

***Advertencia***
*Existe algo de contenido explícito en este capítulo, se recomienda discreción*.

A veces las consecuencias de las malas acciones que cometemos pueden hacernos pagar un bajo o alto costo. En mi caso creo que pudo haber sido peor pero lo bueno es que al menos Zhan dijo que iba a pensar las cosas y parece ser que no me odia así que creo que eso me sirve un poco de consuelo para no sentirme tan mal por no poder verlo.
Salgo del hospital y el doctor dice que debo descansar un poco y no hacer demasiado esfuerzo y tomar mis medicamentos y vitaminas.
Mi madre no deja de molestarme con la idea de lo que intente hacer y de que ahora tengo el camino libre para salir con Seung youn, pero a mi eso no me importa, yo solo quiero que nadie me moleste. Durante las próximas semanas con la única persona con la que hablo aparte de mi madre es con mi amiga Cheng Xiao , pero la mayor parte de tiempo me encierro en mi cuarto a escuchar música, jugar videojuegos, hacer mis tareas, leer los libros que Zhan me recomendó y también las películas de las que me habló; cada noche antes de dormir miro sus fotografías pensando en que estara haciendo, recordando su risa y su voz y algunas veces le envió mensajes para saber cómo está y mantener aunque sea un poco nuestra comunicación.
El tiempo pasa lento pero a la vez rápido y antes de darme cuenta ya ha comenzado el invierno y ya está nevando.
Al mirar por la ventana, afuera ya hay una capa de nieve blanca y algunos niños juegan aventandose bolas de nieve y eso me trae algunos recuerdos pero a su vez me pregunto una vez más ¿Cuándo volverás?, el clima es aún más frío si no te tengo a ti.

—¡Yibo ya levántate! ¡Tenemos que ir a cenar hoy con tu prima Liying, recuerda que nos invitó a su casa!.
—Ya oí que escándalo. –Baja las escaleras frotándose los ojos y mira por la ventana hacia la casa de Zhan, su madre se da cuenta y de inmediato le pone un freno.
—No está ahí, ni siquiera pienses que va a volver pronto. Su madre le dijo a una de las vecinas que no vendrá a pasar la Navidad ni el año nuevo con ellos.
—Pero ya mañana es Navidad.
—¿Y eso que? ¿acaso no me escuchaste?. –Coloca un cuenco con gachas de avena en la mesa frente a Yibo y se sienta a un lado.– No vendrá, según su madre se encontrará con ellos para año nuevo en casa de su abuela así que no pienses que vas a verlo. Ese joven seguramente ya no vendrá a vivir con sus padres y se quedará en otra ciudad, de seguro ya encontro a alguien más. –Yibo pica el contenido de su plato con la cuchara mirando cabizbajo.
—Zhan no va a encontrar a alguien más, sólo se quedara más tiempo porque se alargó su trabajo.
—Si claro, sigue engañandote. Deberías de dejar de dormir tanto tiempo a cada rato y también dejar de pensar en él y buscar otra persona.
—Yo no quiero a otra persona y si vas a molestarme con lo mismo mejor me voy. –Se levanta y sube corriendo las escaleras.
—¡Yibo ven acá! ¡Yibo!.
Entra a su habitación y se tira en la cama a abrazar su almohada, muy triste derramando algunas lágrimas.

-----Dias después.-----
—¡Yibo! ¡Cariño ven!. –Lo llama desde el límite de su cerca en cuanto lo ve y este llega corriendo.
—Señora Xiao un gusto verla. Feliz año nuevo.
—Feliz año nuevo para ti también querido, ven que hay algo que quiero darte, ven. –Le hace señas para que la siga al interior de su casa y pase. Yibo obedece y la acompaña a su casa entrando con toda confianza. –¿Quieres que te sirva algo? ¿Te ofrezco un té o un chocolate caliente?.
—Un poco de chocolate está bien señora Xiao, gracias.
—Bueno. –Se va a la cocina para servir las bebidas y luego las trae en una bandeja junto con unas galletas.
—Escuche que usted y su marido iban a visitar a su madre para pasar el año nuevo allá, pero no pensé que volvería tan pronto.
—Oh así es, yo quería quedarme otro par de días pero Zheng tenía que volver a su trabajo y pues no podía dejarlo solo tampoco.
—Entiendo.
—Zhan nos alcanzó allá pero al día siguiente volvió por su trabajo, últimamente ha estado muy ocupado por eso casi no nos vimos mucho tiempo ni hablamos pero dice que ya pronto estará de vuelta con nosotros.
—¿Y cómo está?.
—No voy a mentirte, parece estar algo deprimido y cansado, el trabajo lo ha mantenido muy ocupado y eso le ayuda a no sentirse triste. –Yibo baja la mirada y ella toma su mano. –Pequeño bo, a mi no me gusta ver tristes a ninguno de los dos, yo quiero que ustedes hagan las pases y se reconcilien. Yo se que ustedes dos se quieren y que son el uno para el otro, por eso quiero volver a verlos sonreír y traer la alegría a esta casa.
—Yo lo extraño señora Xiao, yo amo a Zhan y quiero estar a su lado siempre. –Solloza.
—Lo se cariño, por favor no llores. –Le da un abrazo y lo consiente.– Yo se que Zhan  también te ama y aunque no lo diga también te extraña y piensa en ti. De hecho... –Se separa y se seca las lágrimas que estaban a punto de caer. –Te tengo un obsequio, espérame aquí. –Se levanta del sofá y va a buscar algo en un cuarto de la casa, cuando regresa trae una bolsa grande y una caja como de zapatos envuelta en papel rojo con un moño amarillo. –Toma este regalo es de parte mía y de mi esposo por Navidad y año nuevo. –Le da la caja y Yibo la toma intentando adivinar lo que hay adentro.
—Muchas gracias señora Xiao, no debió de haberse molestado.
—No es ninguna molestia, ábrelo. –Abre la caja y encuentra un par de patines verde oscuro. –Supimos que te gustaría aprender a patinar sobre hielo así que pensamos en regañarte esos patines, Zhan nos dijo tu talla así que sólo espero que ese tonto hijo mio te enseñe a patinar en el hielo cuando regrese.
—Muchas gracias, me gustaron mucho.
—No es nada, mira esto te lo envío Zhan. –Le pasa la bolsa y Yibo la abre con entusiasmo. Saca un conejo blanco de peluche, un bote de cristal con dulces y una  nota.

Mi Dulce Tormento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora