Capítulo 11. Lobo dulce y perverso.

836 143 58
                                    

Yibo estira una mano para tocar el cabello de Zhan que esta acostado en una colchoneta en el piso. Apenas y ha tocado su cabello cuando Zhan se gira y lo ve.
—¿Vamos a empezar con lo mismo otra vez Yibo?.
—¿No estabas dormido?.
—No aún no, mi lobo no para de hablar y molestar parece una guacamaya algunas veces.
—¿Tu lobo? ¿No estaba durmiendo?.
—Se acaba de despertar hoy y no se porque, ¿Tu porque que crees que he estado de mal humor todo el día?.
—No sabía que te pusieras de mal humor por algo así, yo pensé que era por mi culpa. ¿No tendrías que estar feliz porque ya despertó?.
—Claro que no, es un tormento. Y no tendría porque enojarme contigo, sólo me moleste un poco.
—Si eso es estar molesto un poco no me imagino como será cuando te enojas de verdad.
—Soy insoportable pero si así me quieres adelante. –Se ríe y Yibo hace lo mismo.
—Gege ¿porque no duermes conmigo?.
—Por que eres capaz de subirte encima mío y obligarme a hacértelo.
—No exageres, yo no haría eso.
—Jajaja sólo porque no has tenido oportunidad pero apuesto que cuando me viste en el baño imaginaste cosas cochinas y pervertidas. De seguro tienes una mente sucia llena de lujuria Jajaja. –Yibo se sonroja apenado.
—¡Claro que no! ¡El único lleno de lujuria y perversidad eres tú!.
—Jajaja si es así ¿porqué estas sonrojado? ¿acaso adivine?.
—No molestes.
—Jajajaja entonces es cierto, quien te viera Yibo.
—¡Que no es verdad!. –Le pega con la almohada y Zhan sólo se cubre con las manos muriendo de risa.
—¡Me rindo, me rindo! ¡Wang Didi gana! ¡No me atrevo a cuestionarle!.
—¡Malvado todavía te atreves a burlarte de mi después de lo que hiciste!. –Le sigue pegando con la almohada fingiendo enojo cuando en realidad está reprimiendo una risa.
—¡Soy malvado pero tu eres más malvado! Dices amarme pero me maltratas, ¿eres acaso humano?.
—Yo soy humano, ¿que hay de ti? ¿eres humano? Dime ¿lo eres?.
—Soy un extraterrestre y te voy a comer el cerebro cuando te duermas por pensar cosas pervertidas sobre mi.
—Lunático.
—Pervertido.
—Salvaje.
—¿Quien es el más salvaje? ¿no me estabas pegando hace un momento?.
—Te lo merecías por malvado.
—Soy malvado, pero tú eres doblemente malvado y pervertido y salvaje.
—Y tú lo tienes flácido. –Se burla y Zhan pone cara de wow.
—Esta vez si te pasaste bodi. –Se sube a la cama y lo atrapa antes de que se escape y le comienza a hacer cosquillas. –¡Ahora si Didi travieso me las pagarás!.
—¡JaJaJaJaJa Zhan para! ¡Me equivoqué no lo tienes flácido! ¡JAJAJAJA YA ME RINDO!.
—¡Di que Zhan gege es el mejor!.
—¡Zhan gege es el mejor y el más guapo y fuerte! Jajaja ¡Este hermano no es nada a su lado! Jajajajaja ¡Ya me duelen las costillas, Zhan!. – Jadea y se retuerce abajo de Zhan, este lo suelta ya cansado y ambos se continúan riendo y ruedan en la cama, sudando y jadeando por aire.
—Ay didi realmente me cansé de hacerte cosquillas.
—Y yo de reírme.
—Yibo realmente me la paso muy bien contigo, gracias por ser mi amigo, te quiero. –Le toma la mano entrelazando sus dedos y lo habla con sinceridad.
—Y yo a ti Zhan. –Se acerca y le da un beso en la mejilla. –Te quiero mucho.
—Ohh el corazón de este viejo reumático ha rejuvenecido un poco con ese beso. –Se toca la mejilla entusiasmado y Yibo se ríe.
—No eres un viejo.
—Tienes razón, soy un vejestorio.
—Claro que no.
—¿Que el loro que?. –Hace que no escucho.
—Dije que claro que no.
—Ahh que el oro.
—¡Zhan!. –Se ríe y sus ojos brillantes resplandecen al igual que su hermosa sonrisa.
—Amo verte sonreír, ojalá pudiera hacerte sonreír así siempre.
—Gege... –Zhan se acerca y le da un tierno beso en los labios, demasiado tierno y dulce que hace que el corazón de Yibo se sienta en las nubes y que decir del de Zhan. – Zhan yo...
—No hables, sólo déjame quererte. –Vuelve a darle otro beso y lo abraza pegándole a su cuerpo.

A la mañana siguiente una vez más Yibo se encuentra envuelto en sus brazos sintiendose muy cómodo y calientito, con una extraña sensación de satisfacción y felicidad. Se mueve y Zhan lo abraza más fuerte.
—Quedate quieto, no te vayas.
—Estas despierto. –Se da la vuelta para estar cara a cara.
—Si. –Hace un puchero y Yibo sonríe.– Hace frío, ¿que tal si nos quedamos aquí juntos?.
—Si. –Se pega a su pecho y respira su dulce olor a chocolate cuando escuchan que tocan la puerta.
—¿Muchachos ya están despiertos?. –Zhan niega con la cabeza antes de que Yibo responda y así no hable pero al no haber puesto seguro a la puerta su madre abre sin esperar una respuesta y ve a Zhan abrazando a Yibo. – A- Zhan ¿Que estas haciendo? ¿No se supone que debías dormir en la colchoneta?.
—Hacia frío y Yibo muy amablemente se ofreció a darme un espacio a su lado para dormir así que acepte y no fui el único.
—¿Como que no eres el único y porque lo abrazas?.
—Pues es que nuez está aquí en medio. –En eso la gatita sale asomando su cabeza y se acomoda aún bajo las sábanas.
—Zhan ¡Volviste a subir a la gata a la cama! ¡Ya te he dicho que no hagas eso, deja un montón de pelos y eso te puede hacer daño!.
—Mamá yo me encargo de quitarle todos los pelos a la cama no hay problema, por eso no te preocupes, además ella quiso dormir con nosotros y asegurarse de que no hiciéramos nada malo. –Sonrie dulcemente mientras Yibo acaricia a la gatita.
—¿Y porque sigues abrazándolo?.
—Por que hace frío y no quiero que vaya a resfriarse y se enfermé de sus pulmones o le de tos.
—No te hagas el gracioso y bajen de una vez a desayunar que ya es tarde.
—No quiero, solicitó servicio al cuarto.
—Zhan no seas así, vayamos a desayunar antes de que tu mamá se enoje.
—No quiero, quiero estar calientito. –Se pega más a él y Yibo se sonroja.
—Zhan sólo pongámonos algo más para estar abrigados y así podremos ir a comer.
—Yo quiero seguir durmiendo.
—Si no te levantas pronto le daré todos los souffle a Yibo así como tus cupcakes de chocolate.
—Aiya de repente me dió hambre, vamos Didi el desayuno nos espera.
—Mañoso no quieres darme de tus cupcakes.
—Te daré la mitad de ellos, ¿de que te quejas?.
—Bueno.

Mi Dulce Tormento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora