Capítulo 8. Besos que confunden.

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Zhan se asegura de manejar con cuidado hasta llegar a casa y cuando lo hace su madre ya ha llegado antes que ellos.
—Oh querido que bueno que ya llegaste, ¿sucede algo? ¿porqué traen esas caras?.
—Bueno es que...
—¿Yibo porque lloras? ¿Qué pasó? ¿Le sucedió algo a tus padres?.
—No mamá no es eso, es que, bueno, cuando veníamos en el camino nos pusimos a platicar y me distraje por lo que perdí el control del auto y casi chocamos contra un poste de luz.– Miente para no hacer sentir mal a Yibo y que su madre no se enoje con él.
—¡Oh Dios mio! ¿Pero están bien?.
—Si mamá estamos bien, sólo fue el susto.
—Lo siento fue mi culpa... –Solloza.
—No pequeño, no llores fue sólo un accidente, solo deben tener más cuidado la próxima vez. –Se acerca a Yibo para calmarlo y le da un abrazo acariciando su espalda. –Tranquilo todo está bien. –Libera un poco de su olor a gardenia y eso lo tranquiliza por lo que deja de llorar.
—Gracias y disculpe las molestias señora Xiao.
—Oh no tranquilo no es ninguna molestia, ahora comprendo porque Zhan dice que no eres alguien mal intencionado, en verdad pareces un buen muchacho, ya no llores. –Acaricia su mejilla sonriendo y Yibo también le devuelve una pequeña sonrisa también.
—Traje algo de té que hiciste en la mañana mamá. –Sostiene una bandeja con tres tazas de té y una tetera junto con unas servilletas, la coloca en la mesa de la sala y comienza a servir en cada taza para luego tomar asiento junto a su madre y Yibo en el sofá.
—Espero que te agrade el té de jengibre Yibo.
—Nunca lo he probado, sólo he comido las galletas.
—Entonces tendré que traer un poco de miel para que no te sepa algo picante y amargo.
—Oh no, nada de dulce por un rato, tuvieron un buen susto y es mejor que no consuman dulces por ahora, así que deberán tomárselo asi sin endulzar.
—Bueno. –Yibo toma un sorbo y luego hace un gesto.– No sabe feo pero realmente se siente como si pícara, es extraño.
—Te lo dije.
—Solo es al principio después pasará.
Yibo sigue bebiendo hasta acabarse el té en su taza para servirse otra, plática un rato con la mamá de Zhan y está le cuenta sobre el huerto que tenían en casa anteriormente, las flores que tenían y como planea sembrar de nuevo plantas en su nueva casa, así como poner un pequeño huerto para sembrar algunas verduras.
—Tenia pensado colocar unas enredaderas junto a la casa pero necesitarían de que sujetarse y no se si quedarían bien.
—Por que no mejor colocar un arco grande en la entrada con unas enredaderas de las que dan flores y...
—Yibo por favor no le des más ideas.
—Y así llamaría un poco la atención o colocar en la parte de enfrente junto a la casa una fila de macetas con flores de varios colores pero más o menos del mismo tipo como por ejemplo petunias de color morado o rosa también pueden ser rosas de varios colores aunque son caras. Quizás y hasta podamos plantar algún árbol de frutas como un durazno o un cerezo.
—¡Eso es magnífico! ¿Zhan porque no lo habías traído antes? Este muchacho es maravilloso, me ha dado muchas ideas y ahora hasta quiero sembrar un Arce rojo en el patio trasero o una jacaranda también, quiero que en todo el jardín haya flores y también quiero mi huerto para sembrar tomates, lechuga, zanahorias y rábanos. –Zhan se frota la frente cansado de escuchar sobre plantas.
—Mamá no va a caber todo eso ahí, ya sembraste algunas plantas y entre ellas un árbol de mango. No puedes llenar toda la casa y el jardín de plantas, tiene que quedar un espacio donde sólo haya pasto, ya tenemos los arbustos.
—Zhan realmente te pareces más a tu padre, por eso mismo fue que nos cambiamos a una casa más grande porque en la otra en donde estuvimos cuando llegamos a esta ciudad no podía sembrar nada.
—Mamá era una casa pequeña donde no teníamos un jardín.
—Por eso mismo.
—Pero si ya tienes un montón de semillas para sembrar, ¿porque estás pensando en más?.
—Sabes muy bien que me gustan las flores.
—Madre ya te compre muchas semillas de flores, tienes semillas de girasol, de clavel, margaritas, violetas, tallos de lirio, de tulipán, hortensias, petunias, magnolias y ya no me acuerdo de las flores azules y rojas que crecen en Japón, tienes un par de orquídeas, helechos y suculentas, ya con eso es suficiente. Si sigues así en lugar de un jardín normal vamos a tener un jardín botánico.
—¡No exageres!.
—Mamá en la casa en la que vivimos en Chongqing tenías un montón de platas y maleza creciendo alrededor parecía que estábamos en medio de la selva.
—A- Zhan tampoco es para tanto, ¿qué va a pensar Yibo de mi?.
—Que quieres contruir un invernadero para tener media selva ahí. –Su mamá toma el periódico de la mesa y le da un golpe en el brazo mientras que Yibo ya no puede soportarlo más y se comienza a reír.
—Muchacho insolente, más respeto que soy tu madre.
—¡Pero si no dije nada malo!.
—Te la pasas cuestionando mi pasatiempo de cultivar plantas, tu te la pasas haciendo dibujos y pintando y yo no te digo nada. Y hablando de eso, ¿cuando vas a pintar tu cuarto, la habitación de tus padres y el estudio de tu padre?.
—Mamá no he tenido tiempo además ya te dije que mañana iré por la pintura para comenzar a pintar el estudio y...
—Tambien compra un color bonito para pintar la cocina ya no me gusta como se ve con ese color beige.
—¡Mamá! ¡A este paso vamos a terminar pintando toda la casa de nuevo!.
—No me interesa, quiero que todo luzca muy bonito.
—Aiya... Yibo por favor deja de reírte, mi mamá desde hace unos años se le metió a la cabeza que es bueno remodelar a cada rato y por eso quiere que cambiemos la pintura de la casa al menos dos o tres veces al año y mover los muebles a cada rato, ¿sabes cuanto se gasta en pintura?.
—Para eso te dije que obtuvieras un descuento.
—Oh Dios mio, hay van todos mis ahorros del mes otra vez.
—Jajaja lo siento pero no puedo evitarlo gege es tan gracioso ver cómo sufres.
—Malvado cachorro ya verás, te pondré a sembrar todas las semillas que compre para mi madre a ver asi te sigues riendo.
—Zhan déjalo, se burla de ti por que eres un exagerado, a este paso te vas a quedar soltero y amargado cuidando de nuez toda tu vida.
—Jajajaja. –Se abraza el estómago entre riendo y llorando por ver las expresiones de Zhan.
—Sigue riendo cachorro malvado y en algún momento ya llegará mi turno te lo aseguro.
—A-zhan...
—No dije nada, mejor voy a enseñarle a Yibo donde planeas poner tu huerto. –Se levanta y hace que Yibo lo siga hasta la parte trasera de la casa donde pondrán el huerto y sembraran parte de las flores y semillas. Le muestra la zona en la que planean hacer el huerto y una vez que se asegura que no haya nadie viendo se siente seguro de realizar su movimiento.
—Asi que... mucha risa ¿no?.
—¿Eh?. –Zhan se acerca y lo arrincona contra la pared.– Zhan espera ¿Qué haces?.
—Nada sólo molestando un poco. –Se lame los labios, se acercándose a su cuello y toma la mandíbula de Yibo entre sus dedos índice y pulgar para depositar un dulce beso en sus labios. Yibo se sonroja sintiendo que su corazón late muy rápido, Zhan hace que separe sus piernas y con una mano lo sujeta de la cintura pegándole a su cuerpo, lo mira de arriba a abajo y Yibo no es capaz de decirle nada. –Mmm eres realmente muy lindo Yibo, me pregunto ¿cómo te verias con el cuerpo lleno de marcas de amor?. –Descubre su hombro y le deja una marca de beso haciéndolo gemir bajito mientras se sostiene de sus brazos, continua besando su cuello y con la mano que tiene en su cintura acaricia toda su espalda, luego sube su playera y toma entre sus labios unos de sus dulces botones rosa.
—Ahh Zhan no...
—Shh calla si no quieres que alguien nos escuché.
—Zhan por favor no hagas esto alguien nos puede ver.
—Estamos algo escondidos, ¿De verdad crees que alguien se dará cuenta?.
—Pero tu madre...
—Ella está hablando por teléfono ahora y esta casi todo oscuro, ¿porqué te preocupas?. –Vuelve a lo suyo chupando nuevamente su botón rosa estimulando el otro entre sus dedos para después cambiar y tomarlo también.
—Ahhh Zhan... –Se cubre la boca con su mano para que no lo escuché nadie sintiendo su cuerpo arder y temblar.
—Mmm es delicioso.
—¡¿Zhan donde están ya está oscuro?! ¡Entren a la casa!. –Dice su madre desde la cocina y Zhan responde de inmediato.
—¡Ya vamos!. Dejémoslo por hoy pero la próxima vez me cobrare el que te hayas reído tanto de mi, esto es solo el comienzo. –Le dice para después tomar sus labios haciendo dar un jadeo a Yibo de la impresión que Zhan aprovecha para introducir su lengua y darle un beso más apasionado. –Bien ya es hora de que te lleve a casa. –Lo toma de la mano y lo acompaña hasta la puerta de su casa no sin antes haberse despedido de su madre quien no noto nada extraño. Una vez que llegan a la puerta de la casa de Yibo, Zhan mira hacia los lados y le da un beso en la comisura de los labios antes de darle las buenas noches y volver a casa. Yibo cierra la puerta y se pega a esta, sosteniendo su pecho con sus manos sintiendo como le arden las mejillas.
—¿Qué fue lo que pasó? Un poco más y casi le pido que me lo haga en su jardín, no puede ser... fue una sensación extraña pero increíble, aún siento sus labios tocando los míos y también en mis... ohh... –Suspira mientras se toca los labios y siente su celular vibrando en su bolsillo, lo toma y contesta la llamada.
—¿Mamá?.
—Si, ¿cariño que vas a querer que te llevemos de cenar? ¿Sushi o algo de ramen?.
—Ramen. ¿Crei que iban a llegar más tarde porque te ibas a quedar con tus amigas más tiempo?.
—No, además ya estuve varias horas fuera de casa, ¿te pasa algo? ¿noto tu voz extraña?.
—No, no para nada, sólo estuve jugando con jingyi. –Miente.
—Bueno en un rato llegamos.
—Esta bien.
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Mi Dulce Tormento.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora