Durante la caminata, nos encontrábamos con animales mutilados, algunos con extremidades faltantes y otros reducidos a huesos debido al incendio, lo que provocó que una pequeña poni amarilla soltara un llanto apenas audible.
No podía culparla, ya que la apariencia del bosque después del incendio se había vuelto más lúgubre.
Al salir de mis pensamientos, noté cómo una poni blanca la abrazaba y le susurraba palabras reconfortantes que no logré entender, pero que parecían calmarla.
De repente, escuchamos aullidos provenientes del corazón del bosque, lo que hizo que la poni amarilla temblara aún más.
Sabía de qué animal se trataba y al observar las reacciones de las demás ponis multicolores, me di cuenta de que ellas también eran conscientes de ello.
Fluttershy: ¿Emm... Twilight... podríamos avanzar un poco más rápido? -dijo, colocándose detrás de la poni blanca-.
Twilight: Está bien, pero mantengamos silencio.
Aunque no entendía completamente la conversación, capté la urgencia del momento. Recargué mi arma para estar preparado y proteger a Zecora en caso de un ataque sorpresa.
Sin embargo, al hacerlo, la poni amarilla me miró con confusión, pero opté por ignorarla, ya que era complicado dar explicaciones en esa situación.
De repente, un disparo resonó, poniéndonos alerta. El sonido provenía de los árboles y, al chocar con la barrera, la atravesó con cierta dificultad sin dañar a nadie.
Esto dejó a todas atónitas por lo sucedido. Sin perder tiempo, disparé en la dirección del sonido, pero mi tiro falló cuando un soldado emergió de entre los arbustos, visiblemente fatigado, disparando a quemarropa hasta que sus balas se agotaron.
En cuanto Twilight presenció la situación, no perdió ni un segundo y erigió seis barreras de protección a nuestro alrededor.
Cuando las balas se agotaron y el soldado se hundió de rodillas, tembloroso, aproveché la oportunidad para utilizar mi cuchillo y cortarle la garganta, ya que no tenía sentido malgastar balas en él.
Las ponis que observaban la escena lo miraban con horror y repulsión, pero una cebra lo observaba con una mezcla de admiración y respeto.
Después de unos minutos, todos reanudamos nuestra caminata, finalmente saliendo de ese maldito bosque, si se podía llamar así, claro.
Al llegar al pequeño pueblo, Ruslan se sorprendió enormemente al ver la variedad de ponis multicolores. Sin embargo, después de todo lo que había presenciado, pensó para sí mismo: "Si ya he visto mantícoras, hidras y lobos de madera, no debería sorprenderme por cosas como estas".
Estos seres utilizaban magia y mostraban un nivel de intelecto "casi" equiparable al de los humanos.
Ejemplo de ello eran las casas en las que vivían, construidas con solidez y materiales adecuados, pero lo que más llamó la atención de Ruslan fueron los dibujos en los costados de estos seres.
Intrigado, le preguntó a Zecora al respecto, quien respondió con dibujos que esas marcas representaban "sus talentos". La respuesta lo dejó sin palabras; sinceramente, no esperaba una explicación como esa.
Después de que la situación se calmara, las ponis se reunieron a mi alrededor y comenzaron a hablar sin parar, inspeccionándome con la mirada y haciéndome sentir incómodo.
Afortunadamente, Zecora se percató de mi incomodidad y logró tranquilizarlas.
Zecora: Chicas, tranquilas, primero debe ser atendido por un médico.
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Un Militar en Mlp (Terminado)
AçãoRuslán, un joven ruso de 23 años, se encuentra en una desesperada lucha por proteger a su familia en medio del caos de la Tercera Guerra Mundial. Sin embargo, un trágico giro del destino lo deja solo y desamparado, enfrentándose a la dura realidad d...