Sergio & Max
Sergio
El Gran Premio de México había sido tan emocionante como extenuante, para Brasil viajaría con el equipo y únicamente me acompañaría mi padre, Carola pasaría unas semanas con su familia y nos encontraríamos en Qatar.
El fin de semana había terminado y ese cuarto lugar no me hacía sentir mejor, incluso estaba molesto, el clima era cálido y agradable, deseaba estar sólo y descansar por lo que regresé al hotel, últimamente me estaba sintiendo diferente, me extrañaba sentirme así, mi vida era buena y estaba logrando más en Red Bull de lo que había logrado en otros equipos, mi familia estaba bien y todo parecía perfecto, pero sentía que algo faltaba, no es que faltara emoción al correr, pero me sentía como si la pasión hubiese tomado un cohete sin regreso.
Al terminar las últimas revisiones sobre los resultados, nos habían informado que el avión en el que viajaríamos algunos de nosotros había cambiado de horario y saldríamos por la madrugada, mi padre había salido de regreso a México por la mañana, así que me encontraba solo en mi habitación, ya tenía todo listo pero faltaban unas horas y prefería esperar para dormir en el avión, sería un viaje muy largo.
Decidí subir a la terraza del hotel y aprovechar que no llovía, este hotel tenía una enorme vista de la ciudad y necesitaba aire, no dejaba de sentirme inquieto y frustrado, era terrible esta sensación, estaba feliz de seguir en la fórmula 1, pero por una razón que desconocía no me sentía por completo satisfecho.
Me quedé largo rato mirando las luces nocturnas bebiendo unas cervezas, quería sentirme volar un poco, de pronto escuché unos pasos y vi a Max acercarse a mi.
Max -Hola Checo. ¿Todo bien?- preguntó mirando las botellas vacías.
Checo -Todo bien Max, sólo quería desconectar un rato, ya sabes- dije regresando mi mirada a la ciudad.
Max y yo en realidad nos llevábamos bien, me agradaba más que cualquier otro compañero que haya tenido, me daba cuenta que de alguna manera también le agradaba, me escuchaba y ponía gran atención a los comentarios sobre el trabajo, también algunas veces lo veía seguirme simplemente sin darse cuenta, me había causado un poco de curiosidad dado su fama de agresivo y explosivo, conmigo era tranquilo y amable, siempre mirándome con atención, a decir verdad algunas veces me inquietaba aunque no pensaba mucho en eso, sólo en los momentos en que sucedía.
Max -¿Tienes una para mi?- inquirió señalando la cerveza en mi mano.
Checo -Lo siento se acabaron, pero podemos compartir esta- dije tendiendo la botella hacía él.
Max -Claro- contestó tomándola entre sus manos y dando un gran sorbo mientras me clavaba sus ojos en los míos, no pude apartar la mirada, fue extrañamente atrayente ver a Max beber de mi botella, ver su nuez de Adán moverse al pasar el líquido por su garganta -Gracias, ahora tú- respondió devolviéndome la botella.
Checo -Seguro- dije como si nada, pero si era honesto esta situación era extraña y lo más sorprendente era que me estaba sintiendo emocionado y no supe exactamente por que, hice lo mismo que Max, me llevé la botella a los labios y le di un gran trago al líquido amargo sin dejar de mirarnos a los ojos, fue sorprendentemente excitante de una bizarra forma.
Max -Nos vemos en el avión Checo- habló más con una extraña expresión de desconcierto y salió dejándome nuevamente solo.
Tiempo después ya estábamos de camino al aeropuerto, la llegada fue rápida al igual que el acceso, pero hubo algo diferente, personal uniformado nos dirigió a Max y a mi por otro camino supuestamente para evitar algunas personas, nosotros los seguimos sin protestar, llegamos al abordaje y por un momento sentí que algo estaba mal, no podía ver a ningún miembro de Red Bull, Max me miró con la misma expresión y supimos que algo muy malo pasaba, antes de abordar hicimos el intento de alejarnos, sin embargo lo más temido pasó.
Max
Este fin de semana en Brasil había terminado muy rápido y lamentablemente no obtuve el primer puesto, tenía muchas ganas de hacerlo, después de avisarnos del cambio de horario de salida para algunos miembros del equipo incluyendo a Checo y a mi, había decidido intentar dormir sin éxito, no dejaba de pensar en algunas cosas que han estado llegando a mi mente.
Por lo que decidí tomar un poco de aire, subí a la terraza del hotel y vi que Checo se encontraba ahí sentado, generalmente no se le veía de esa forma frente al mundo, incluso creo que yo nunca lo había visto con esa postura, había dejado caer su cuerpo en el camastro sin cuidado con sus piernas abiertas a cada lado y con una cerveza entre ellas la cual sostenía de forma descuidada, se veía muy pensativo.
Max -Hola Checo. ¿Todo bien?- por un momento quise irme, pero cambié de opinión y me acerqué.
Checo -Todo bien Max, sólo quería desconectar un rato, ya sabes- sabía en realidad a qué se refería, algunas veces todo era demasiado.
Max -¿Tienes una para mi?- señalé a su cerveza.
Checo -Lo siento se acabaron, pero podemos compartir esta- respondió dándome la suya, sentí algo extraño al recibir esa respuesta.
Max -Claro- dije mientras le daba un largo trago, por alguna extraña razón no dejé de mirarlo ni él a mi -Gracias, ahora tú- No sé porque dije aquello, pero Checo hizo lo mismo que yo y bebió sin dejar de verme.
Checo -Seguro- respondió y en ese momento sentí que la forma en que lo hizo fue por completo varonil, él se veía así, no había pensado o calificado a alguien con ese adjetivo, no tendría porque hacerlo, pero este Checo tan relajado, con esa barba incipiente, el cabello hecho un lío y totalmente descuidado me lo pareció más que cualquiera.
Max -Nos vemos en el avión Checo- me despedí de pronto un poco incómodo y salí rápidamente de ese sitio.
Al inicio del año no creo que Checo me agradara tanto como lo hace ahora, prácticamente me era indiferente, siempre traté de no ser un admirador de ningún otro piloto, que sentido tenía eso, pero con el paso del tiempo él me agradaba cada día más, de alguna manera terminaba comportándome como nunca quise, siguiéndolo sin pensarlo y poniéndole toda la atención a la mínima cosa que dijera u opinara.
No sé en que momento creció esa admiración por él, es que no lo podía ver como a Carlos o Daniel, Sergio era tan seguro de sí y nada a su alrededor parecía inquietarlo, siempre parecía controlado y de su boca sólo salían cosas amables para cualquiera, si me preguntaban ahora podía decir que era fan de Checo Pérez, tremenda tontería, me reí de ese pensamiento pero él me dio lo que ningún otro compañero, por fin sentía lo que era tener un mentor, un piloto que admiras y que te enseña sin recibir nada, lo había visto en algunos como Carlos para Lando o Alonso para Carlos, el mismo Vetel para Charles, pero yo no había sentido eso con nadie, hasta ahora al parecer.
Me había sentido tan feliz en el primer podio que compartimos que fue ridículo, corrí a abrazarlo sin pensarlo un segundo, por alguna extraña razón me sentí tan cálido al tener el cuerpo de Checo pegado al mío, pude sentirlo por completo desde mi pecho hasta mis piernas, miré las fotos que había en Instagram de ese día y constaté que efectivamente lo había acercado a mi totalmente, pero que rayos me pasó.
Estaba loco o que me pensaba, arrojé mi teléfono que cayó con un ruido sordo y me deshice de esos pensamientos, faltaba un rato para partir, así que volví a intentar dormir y dejar de pensar tonterías, cuando finalmente lo había logrado, un fuerte golpe en la puerta me despertó, sentí que no dormí nada, era personal de Red Bull para avisarme que era hora de irnos.
Llegamos sin problema al aeropuerto, de pronto llegó más personal de seguridad que nos llevó a Checo y a mi por otro camino para evitar que las personas nos retrasen, en realidad no había muchas personas por lo que me pareció absurdo, además siempre saludábamos a los fans, cuando llegamos a la sala de abordaje Checo y yo nos miramos extrañados, algo estaba mal en toda esta situación, no podía ver a nadie más del equipo, en ese segundo intentamos alejarnos pero ya no pudimos hacer nada.
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Sergio y Max ¡Perstappen!
FanficAquí una nueva historia de Perstappen (Checo y Max), lxs que me han leído saben lo cursi que puedo ser, ahora intentaré salir de mi zona segura con este nuevo trabajo. ¡Espero les guste, ustedes me inspiraron a escribir más sobre ellos!