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 El profesor hablaba, más poca atención podía prestarle Seungmin en su actual estado.

Pasaron tres días desde que el incidente en la casa de los Myei sucedió, desde entonces se ha metido de lleno en los estudios. Perdió sus dos trabajos, ahora sólo le queda el nocturno, pero la parte buena es que ha tenido más tiempo para emplear en la universidad. Sin embargo, las horas sin dormir le están pasando factura.

En estos tres días solo fue quince minutos a la casa de Hyunjin, para saludar a Inyeop, y que éste no olvide que sigue siendo el 'novio' de su hijo. Fuera de eso, ni siquiera han hablado. Así como Seungmin ha estado estudiando más, Hyunjin ha estado trabajando el doble. El menor siempre tiene sus conflictos personales cuando piensa en que trabaja con alguien que maneja casi todo el tráfico de drogas en la ciudad, pero bueno, de todos modos, nada en su vida es de color rosa.

— Kim, ven aquí. — lo llama su profesor cuando ya todos los alumnos se están retirando.

— ¿Sí?

— ¿Estás bien, hijo? Te vi con la mirada perdida toda la clase.

— Sí profesor, disculpe, no he estado durmiendo bien.

— Vamos, eres de mis mejores alumnos, confío en que llegarás lejos. Pero para eso debes tomarte tus debidos descansos, eres inteligente niño, no necesitas sacrificar tantas horas de sueño.

Seungmin lo mira con pena y sonríe.

— Gracias por la preocupación. — el mayor le da una palmada en la espalda y sale de allí.

Grande fue su sorpresa cuando vio el auto de Hyunjin estacionado frente a la universidad, éste, a pesar de ser muy bonito, no llama tanto la atención. Pero apuesto a que, si Hyunjin se parara en la puerta como típico galán de historia, sí lo haría.

— ¿Sucede algo? — pregunta el pelinegro.

— Vine a buscarte, necesito que vengas conmigo a La Casa.

— ¿Yo por qué?

Hyunjin se gira, se saca los lentes de sol, lo observa y vuelve a subirlos.

— Porque yo digo, sube.

Seungmin blanquea los ojos y obedece, sentándose en el asiento del copiloto.

— Ahora mismo estamos yendo a La Casa, donde vendrán unos negociantes. Como es normal, los más importantes llevan sus parejas consigo, ¿el motivo? Ninguno, les gusta hacerlo nomas.

— Es bonito, presumen a la gente que les importa. — responde el menor.

Hyunjin lo observa, está con el codo apoyado sobre la ventanilla, tiene la mirada perdida en el camino.

— Yo también puedo hacerlo. — Seungmin se gira y se ríe de manera irónica con aquello.

— ¿Tú? ¿Me vas a presumir a mí?

— Claro, ¿no se supone que eres mi pareja?

— Bueno, sí, pero no soy muy presumible que digamos.

— ¿Por qué lo dices? A mí me parece que sí, mucho.

Seungmin no responde, pero en su lugar se cubre la boca con su mano, en un vago intento de ocultar la sonrisa sincera que asoma por sus labios.

— No estoy vestido para la ocasión, vengo de la universidad.

— Pasaremos antes por casa.

Finalmente, Hyunjin le presta uno de sus trajes. Claramente éste, a pesar de estar en perfecto estado, es más viejo que los que tiene actualmente, de lo contrario le quedaría mal. Hyunjin es más grande en lo que a musculatura se refiere.

› DISA$TER  ꙳໋͙ HyunMin ⌕Donde viven las historias. Descúbrelo ahora