› DISA$TER ꙳໋͙ HyunMin ⌕

Twelve 𑁤

 Realmente la mansión sin Hyunjin era aburrida, su abuela dormía, Inyeop trabajaba junto a su hijo, y Seungmin solo estaba acostado en su cama. Hoy ya fue a clases, y por lo general ahora se estaría preparando para ir a su trabajo nocturno, pero, ¿qué trabajo nocturno?

Ahora no tenía nada, goza de un buen sueldo que un mafioso millonario le da a cambio de que finja ser su novio, interesante.

Tomó su celular, sacándole la funda, y agarró en sus manos la pequeña tarjetita que guardaba allí. Seo Changbin, eso decía, al parecer éste pensó que era más conveniente poner su nombre y no un "SC".

Hyunjin no volvería hasta la noche, salir a comer algo con Changbin no iba a alterar nada, además, Hyunjin no tenía por qué enterarse. Tomó su celular y le envió un mensaje, en tan solo cuestión de minutos, el mayor respondió. Vendría por él.

En el departamento de Félix y Seungmin, el cual ahora solo era momentáneamente ocupado por el menor, Félix reposaba su cabeza en el pecho de su novio.

Para él también es raro, hace años que no siente una verdadera atracción romántica por alguien, pero Chan simplemente caló en su alma violentamente, sin pedir permiso. Tan solo le quedó resignarse a que realmente se había enamorado.

—¿Seungmin ya no vive aquí? —pregunta el mayor, mientras con sus dedos hacia caricias en la espalda del menor.

—Por ahora no, ¿por qué?

—Nada especial, es solo que hace días no lo veo por aquí, ¿él está bien?

Félix se reincorpora sobre sus codos y lo mira fijamente.

—No le digas a nadie, pero en realidad está huyendo de su familia.

—¿Su familia? ¿Por qué? —pregunta con curiosidad.

—Ellos son terribles, hace mucho tiempo no mantenían contacto con él, y ahora de repente lo buscan. Es obvio que algo quieren.

—Que feo.

El menor apoya su cabeza en el hombro ajeno, Chan también se siente increíblemente cómodo con él, mucho más de lo que habría esperado.

—Ojalá esté bien —dice el peliblanco.

En un restaurante no muy glamouroso, Changbin y Seungmin se encontraban cenando. Ambos pensaron que, para no levantar sospechas y que crean que engaña a Hyunjin, sería mejor ir a un lugar más discreto.

Pasó bien con él, al igual que la primera vez, Changbin es alguien que lleva muy bien las conversaciones. Le agrada, tienen muchas cosas en común.

—¿Y qué tal te llevas tú con tu familia? —pregunta el mayor, ya que él acaba de responder esa misma pregunta.

—Terrible —confiesa—. Pero uno se acostumbra.

—Lamento oír eso —contesta con un tono lastimero.

Seungmin tenía su mano apoyada en la mesa, y se sorprende cuando el mayor apoya la suya propia sobre la de él. Alza la vista para verlo a los ojos, en su mirada hay un intento de consuelo.

Rápidamente Seungmin la quita.

—Creo que ya debo irme, ¿puedes llevarme? —dice el más chico.

—Claro, claro.

A esta hora Hyunjin seguramente ya había llegado, por lo que le pidió que lo dejara un poco antes de llegar a la mansión. El viaje fue silencioso, contrario a los anteriores, pues estaban algo incómodos desde que Changbin posó su mano sobre la de Seungmin. Cuando llegan y el menor pretende irse, Seo lo frena.