› DISA$TER ꙳໋͙ HyunMin ⌕

Thirteen 𑁤

 De repente, varios aspectos de su vida cotidiana habían cambiado.

Hyunjin pasó la mayor parte de su vida decidido a trabajar y hacerse ver como nadie en el mundo de los negocios. Por lo que jamás le dedicó tiempo a lo demás, ya sea pasar tiempo libre saliendo con amigos, disfrutando unas vacaciones, tener relaciones/encuentros y, mucho menos, enamorarse. Claro que, necesidades son necesidades, así que una que otra vez se tomó su tiempo para pasar alguna noche con una persona desconocida, aprovechando el buen físico que posee, pero al final de día era solo eso, un encuentro más.

Por su mente jamás pasó tener una relación fija, casarse y mucho menos; enamorarse. Él disfrutaba estando en su trabajo, le causaba placer levantarse temprano para ir a La Casa y comenzar su día laboral, le agradaba ver los frutos de su trabajo, encontraba tranquilidad en ver como lentamente todos comenzaban a verlo como otro gran líder de la familia Hwang.

Pero repentinamente, el trabajo ya no es tan, tan importante como antes.

Porque de repente, ansía terminar lo antes posible con su papeleo para poder llegar a casa. De repente anhela que alguien entre a su oficina para interrumpirlo con algún tema trivial que, antes, le hubiese molestado. De repente, el trabajo ya no es todo lo que tiene en su cabeza, sino un chico pelinegro que todos los días lo espera en casa con una sonrisa.

Seungmin no era más que un empleo, o eso se suponía. La idea era trabajar con él hasta que Inyeop quede conforme con su "enamoramiento" y así poder conseguir su herencia sin problema alguno, no era utilizar a Seungmin, porque éste también es consciente del trato. Pero, ¿despertar sentimientos reales por él? Eso estaba lejos de ser parte de sus planes, jamás se le pasó por la cabeza la remota idea de eso.

No va a negar que lo buscó especialmente a él, pero fue porque lo conquistó visualmente en el momento en que lo vio. Sin embargo, eso no era raro, el gusto físico no significa nada. Pero lo que Hyunjin sintió cuando secuestraron a Seungmin, no era un simple temor por perder a alguien lindo, no. Realmente su corazón estaba a punto de salirse de su lugar al imaginarse una rutina sin él, sin oír su risa diaria, sin sentir sus manos a través de su cintura al abrazarlo por la espalda, sin sus conversaciones largas donde más que nada era Seungmin quien hablaba; cosa que a él no le molestaba. No sientes que estás a punto de tener un paro cardíaco por alguien que simplemente te parece lindo y ya, le cueste o no aceptarlo, Seungmin había llegado a su vida para quedarse.

¿En qué momento pasó esto?

¿Habrá sido cuando le gritó que se pudriera él junto a su estúpido dinero? ¿O cuando sus expresiones tímidas y divertidas le causaban una sonrisa sincera? ¿Quizá cuando no lo culpó porque casi lo asesinan, aun cuando prácticamente él lo metió a esta vida? O quizá... ¿fue simplemente el primer momento en que hizo contacto con sus ojos?

Hay algo en Seungmin que Hyunjin no puede resistir, no es solo el innegable encanto físico que posee, es él, es su entera persona. Es la manera en que lo halla dormido al despertar, es la forma en que siempre está cuidando de él aun cuando se supone; "es falso" y no debería hacer dichas cosas. Es el hecho de que sea una persona increíble, alguien que fácilmente encanta a todos a su alrededor, que siempre vela por la seguridad de los demás, que siempre quiere estar en constante movimiento para hacer algo productivo de su vida. Es, también, la forma en que se esfuerza permanentemente, aunque su vida no sea fácil.

—¿Qué pasó con tu familia? —pregunta de repente.

Ambos están acostados en una hamaca paraguaya que yacía hace tiempo en el patio de los Hwang, más él nunca usaba. Hasta que Seungmin lo arrastró hasta allí para simplemente distraerse un rato. Hyunjin estaba acostado boca arriba, mientras que el menor a su lado abrazándolo, con su cabeza apoyada en el pecho. El atardecer se veía perfectamente desde aquí, el cielo tornándose de tonos anaranjados y rojos, eso era algo que él nunca se detenía a ver.