⸦⸧ Con una vida rodeada de problemáticas mafiosa, negocios, números y policías, lo último que podría importarle es el amor. Por lo que casarse estaba lejos de formar parte de sus planes, sin embargo, su progenitor no opina lo mismo. El destacado Hw...
Haber pasado dos años sin Seungmin fue mucho más doloroso de lo que creyó, y de hecho, quiso darse por vencido luego de tan solo tres meses en Italia. Pero fue el propio Seungmin quien lo hizo desistir de la idea de volver, aún cuando él también se moría por verlo.
"¡Tu salud mental está primero que cualquier otra cosa!"
Recuerda que eso le gritó por teléfono cuando lo llamó una madrugada, hablando con un tono entrecortado cuanto anhelaba volver, porque la soledad lo estaba consumiendo. Aunque no estaba realmente solo.
Al principio fue difícil adaptarse a la vida en Italia, lejos de su trabajo, de sus costumbres, del silencio, de Seungmin. Pero los Villa lo apoyaron constantemente, y se comportaron de manera muy comprensiva con él, dándole siempre el espacio que necesitaba. Hyunjin agradeció mucho eso.
Pronto las llamadas con Seungmin cesaron, fue a propósito, porque si no intentara ser independiente emocionalmente no tenía mucho sentido si su día dependía de oír la voz del menor. Aunque al pelinegro le costó también, siempre estuvo de acuerdo con la distancia que conservaron.
Fueron muchas noches en las que se sentó en el borde del ventanal de su habitación, mirando a la luna y pensando si Seungmin lo recordará tan seguido como él lo hace.
Así era.
Ambos se tenían en la mente del otro constantemente, pero la distancia les sirvió para enfocarse en sus propios asuntos. Hyunjin realmente necesitaba este descanso, este aire nuevo, esta sensación refrescante. Salir a la calle como un turista era mucho mejor que salir como un mafioso, aunque no negaría que extrañaba su preciado negocio.
La tranquilidad de no temer por su vida en un lugar solitario fue devastadoramente hipnótica. Pronto se halló él mismo como una persona cada vez más distinta, para bien. Quizá ahora prestaba más atención a los simples detalles de la vida, quizá ahora podía pasar horas tirado en el césped del patio trasero, tan solo disfrutando.
La paz mental fue abordándolo de a poco, muy serenamente. Le guardó el luto necesario a su padre, disculpándose al cielo por haber arremetido contra su propia vida cuando Inyeop prácticamente había muerto protegiéndolo a él.
Bien, quizás al inicio se culpó mucho por aquello. Fueron muchas noches de constante tortura, pensar que si no habría sido por su lentitud Inyeop seguiría vivo, no ayudó mucho. Pero con el paso del tiempo fue capaz de pensar más claramente sobre aquello, dándose cuenta de que en realidad no tiene por qué sentirse culpable.
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No fue fácil, nada lo fue.
Se mantuvo estos dos años viviendo en la mansión Hwang, y Félix se mudó con él para no dejarlo solo. Contaban con la seguridad que los Hwang les otorgaban. El negocio que antes lideraba Hyunjin, lo maneja momentáneamente Jaehyun.
