Su buen oído fue capaz de escuchar tu grito de angustia, y rápidamente se levantó de la cama y corrió rápidamente hacia afuera, sólo para encontrarte llorando a mares, y temblando con una mirada aterrorizada en tu rostro.
-¡¿T/n?! ¿Qué pasa? ¿Por qué lloras? ¿Quién te ha hecho esto? ¡Mataré a quien sea que haya hecho llorar a mi sol!
-¡No! ¡No te acerques! ¡No mates a nadie, monstruo! ¡Sólo por favor! ¡Detengan las voces!-sollozaste, no queriendo llamar a Zenitsu monstruo, pero ¿quién podría culparte? Estabas en estado de shock mientras intentabas sacarte la voz de la cabeza.
-T/n...-Zenitsu murmuró, sus ojos dorados se volvieron tristes mientras te frotaba la espalda en círculos para consolarte.
Sabía que no lo decías en serio, que nunca le llamarías así en serio, porque le querías tanto como él a ti, ¿verdad?
Pudo oír cómo el ritmo peligrosamente rápido de tus latidos empezaba a disminuir, mientras empezabas a sentirte mucho más cómoda y tranquila mientras te ayudaba a calmarte de tu arrebato.
"Jaja... ¡eso es! ¡Hazte dependiente de mí! Apóyate en mí siempre que necesites que te consuele. Sólo me necesitas a mí,y si estás conmigo,siempre estarás a salvo. -pensó Zenitsu.
-Vamos Y/n, entra, no quiero que te enfermes por el frío.-Zenitsu te sonrió cálidamente.
Tenías un leve sentimiento que te decía que no debías confiar en él, pero te ayudó a calmarte, así que lo ignoraste.
Asentiste y seguiste a Zenitsu de vuelta al interior de la finca mariposa, y observaste cómo se metía en su cama.
-Buenas noches T/n, espero que te sientas mejor por la mañana.-Zenitsu te murmura, y luego se queda dormido al instante, haciéndote sonreír por su infantilismo.
Estabas a punto de caminar hacia tu cama, pasando por la de Inosuke en el proceso, sólo para que una mano te agarrara de la muñeca y te jalara hacia él.
Casi gritaste, pero te tranquilizaste sólo un poco cuando te diste cuenta de que era Inosuke.
Estaba sin su cabeza de jabalí,y sus ojos verde esmeralda brillaban en la tenue luz del cielo nocturno, haciéndote mirar con asombro lo hermoso que era realmente cuando estaba tranquilo.
-Sabía que algo no estaba bien...-murmuró.
-¿Eh?-cuestionas, pero tus ojos se abren de par en par cuando te jala a su cama, abrazándote fuertemente, haciendo que te sonrojes fuertemente,ya que estaba sin camisa.
-Algo se sintió mal cuando traté de dormir, resulta que... no estabas... me siento tan extraño cuando no estás aquí...-Inosuke murmura cansado, acurrucando su cara en el pliegue de tu cuello.
-¡Inosuke! Estás muy cerca. Por favor, déjame ir.-tartamudeas,sonrojándote aún más,si eso era posible.
