(Esta parte ocurre antes de que te hayas despertado)
Mientras tanto, Inosuke estaba lidiando con algunos...problemas...
Problemas emocionales, eso es.
Inosuke no tiene ni idea porqué te abrazó anoche, estaba tan cansado que ni siquiera se le pasó por la cabeza que te había pedido específicamente que le dejaras abrazarte..
No tenía ni idea en ese momento ya que estaba tan cansado, así que cuando se despertó estaba confundido cuando sintió un calor tan extraño.
Cuando abrió los ojos y se adaptó a la brillante luz que brillaba a través de la ventana, se sorprendió cuando se dio cuenta de que te estaba abrazando.
Sintió que su cara ardía como si estuviera en llamas al encontrarse mirando tu forma dormida, tan amorosamente acurrucada contra él.
Inosuke se sintió... extraño... realmente extraño... como si esto fuera un tipo de extrañeza que nunca antes había sentido.
El corazón le latió más rápido, por alguna razón, tuvo el impulso de abrazarte más tiempo y mantenerte a salvo.
No tenía ni idea de lo que era este sentimiento, así que decidió pedir consejo a la persona que parecía tener conocimientos sobre esto.
Se alejó cuidadosamente de tu lado, por mucho que le doliera hacerlo, y se acercó al rubio que dormía en la cama de al lado.
-Oi, Monitsu.-refunfuñó Inosuke, sacudiendo a Zenitsu con dureza.
-Por última vez Inosuke, es Zenitsu... ¿Qué quieres a estas horas de la noche?-murmuró Zenitsu, lanzando una mirada somnolienta a Inosuke.
-Quiero hacerte una pregunta seria Zenitsu..ya que tu sabes de esto mejor que yo. Y te oigo decir esta palabra a menudo...-respondió Inosuke, diciendo el nombre de Zenitsu correctamente por una vez, lo que le sorprendió.
-¿Qué quieres saber? ¿Y qué palabra es exactamente?-preguntó Zenitsu, curioso por saber por qué Inosuke estaba tan serio.
