Había deseado llegar antes, podría haber evitado que estos hechos sucedieran, y podría haber atrapado al demonio que huyó
Pero....una vez más fue inútil, sin poder hacer nada para evitar que otra persona que consideraba cercana saliera herida.
Si Tomioka se diera prisa, podría llevarle a los otros pilares para que te atendieran, y podría salvar tu vida.
Aun así... ¿era sólo una maldición de Tomioka? Sentía que era una...
Cada vez que se abría a alguien y empezaba a acercarse a él, al final siempre acababa herido. Tomioka siempre se culpaba a sí mismo, y por eso no tenía amigos.
No se permitía tener amigos, tenía miedo de acercarse demasiado a alguien y arriesgarse a perder a esa persona.
Y, sin embargo, aquí estaba, viendo cómo otra persona cercana a él se acercaba a la muerte.
Realmente estaba maldito.
Tomioka hizo un gesto a Tanjiro para que le siguiera, y luego empezó a saltar rápidamente, con cuidado de no clavar la espada de Tanjiro en tu interior.
Shinobu llevaba a tus otros dos compañeros golpeados, Zenitsu e Inosuke, y lanzó una sonrisa socarrona hacia Tomioka.
-¿Oya? ¿Así que Giyuu tiene a alguien que le importa? ¿Quién lo iba a saber?
Tomioka se mordió ligeramente el labio, y giró temblorosamente la cabeza hacia Shinobu, la chica a la que siempre le gustaba señalar el hecho de que no tiene amigos.
Los ojos de Shinobu se abrieron visiblemente al ver al "sin emociones" de Tomioka a punto de llorar.
-No... no estoy de humor para esto ahora mismo, Shinobu... sólo... sólo cállate...-la voz de Tomioka se quebró un poco, y aceleró para no tener que lidiar más con su regaño.
-¡Caramba! Creo que esta vez me he pasado un poco...
A Rui le dolía el pecho. O pudo ser su corazón el que le dolió al ver cómo te llevaban.
Rui necesitaba preguntarle a su "madre" por qué se sentía así. Con suerte, su madre entendería al menos un poco lo que le pasaba.
Rui se sintió aliviado de encontrar a su madre a salvo, pero sintió una dolorosa punzada al mirar a su padre y a su hermano ahora muertos.
-Oh, Rui... ¿qué pasa cariño?-la madre de Rui intentó parecer feliz, pero era evidente que estaba triste.
-Yo... no entiendo qué es esta cosa rara que estoy sintiendo...-Rui murmuró.
La madre parecía confundida, pero luego se fijó en las lágrimas que ahora estaban secas en su cara.
-Ven aquí Rui.-la madre dijo, abrazando a Ru. Tenía que mejorar como madre, ahora más que nunca se daba cuenta de que no lo había hecho bien.
Rui se sintió cálido y seguro en los brazos de su madre, pero este calor se sentía muy diferente del calor que tú le habías proporcionado.
-¿Quieres hablar de ello?
Rui asintió con la cabeza, mientras empezaba a contarle a su madre todo lo que había pasado. Lo buena que fuiste con él, lo amable que fuiste con las arañas, cómo arriesgaste tu vida por él, a pesar de ser una cazadora de demonios. Y para que Rui pudiera explicarle el extraño calor que sentía en sus mejillas y los latidos dolorosamente rápidos de su corazón.
La madre de Rui se rió, acariciando sus blancos mechones para reconfortarlo, al notar las lágrimas que amenazaban con caer de sus ojos una vez más.
-Parece que te has enamorado de ella, querido.
-¿Enamorada...de ella?-Rui ladea la cabeza confundido.
-Sí, enamorado de ella románticamente. Por ejemplo, sé que mis sentimientos hacia tu padre no fueron bien expresados, y por mucho que me asustara, seguía queriéndolo. Esta chica te trata con tanto cuidado Rui, no es de extrañar que te hayas enamorado de ella.
Rui se sintió confundido, pero al mismo tiempo, lo que dijo su madre tenía sentido.
-¿Quieres estar con ella Rui?
-Yo... creo que sí...
-¡No cuestiones lo que sientes, ten confianza en ello! Incluso si la chica que amas es una humana, no tengas miedo de expresar tus sentimientos por eso. Seguro que para algunos es extraño que un demonio y una humana tengan una relación, pero ella será la novia perfecta para ti... estoy seguro.
Rui se sentía ahora más tranquilo, contento de que su madre pareciera entender estas cosas, y de que fuera capaz de ayudarle a entender qué pasaba con sus emociones.
Eran claros signos de haber recuperado su humanidad... y tú eras quien le ayudaba a desbloquear sus sentimientos humanos.
Tuvo que ser el destino el que hizo que Rui te conociera, y estaba... feliz de haberlo hecho.
Aunque una palabra que dijo su madre se le quedó grabada en la mente.
