Ellos No Saben Nada De Nosotros

CAPÍTULO 29

La sonrisa en el rostro de Jennie estaba llena de orgullo y felicidad en el momento en que termino de leer aquella carta. Había sido aceptada en la Universidad de Chicago con una beca. Todos sus esfuerzos habían valido la pena.

Estaba ansiosa por poder contarle a alguien aquella maravillosa noticia, así que con la gran sonrisa, la castaña corrió escaleras arriba, donde se encontraban las habitaciones. Entro en la habitación de Ally y se lanzó sobre la cama, donde su hermana mayor dormía plácidamente.

"¡Al! ¡Al! ¡Despierta!" chillo la castaña, saltando sobre su hermana.

"¡Ay!" gruño la mayor, moviéndose debajo de sus sabanas "¡¿Qué te pasa?! ¡¿Estás loca?!" grito, una vez logro sacarse a su hermana de encima.

"Lo siento, lo siento" dijo la castaña, sin dejar de reírse "Es que necesito contarte algo" la emoción apoderándose de su voz.

Ally se sentó en su cama, recostó su espalda en el respaldar y tallo sus ojos.

"A ver ¿Qué es eso tan importante?" pregunto, dejando escapar un bostezo. Era sábado por la mañana, y no le hacía gracia que la despertaran antes de las diez.

Sin dejar de sonreír, Jennie extendió su mano, entregándole la carta a su hermana mayor.

Ally frunció el ceño, tomando la hoja y desdoblándola.

"Dime que no es una prueba de embarazo" dijo, tratando de bromear, sin embargo tenía sus dudas.

"Claro que no idiota" respondió la castaña "Lisa y yo nos cuidamos bien. Ahora, léela"

Ally dirigió sus ojos a la hoja desdoblada entre sus manos. Una sonrisa se asomó en su rostro y finalmente, la mayor de las Kim se encontraba saltando de alegría en aquella cama junto a su hermana.

"¡Entraste!" chilló Ally, lanzándose sobre su hermana y abrazándola.

"¡Entre!" dijo Jennie, su voz llena de felicidad.

"Estoy tan orgullosa de ti" Ally dejo un beso en la frente de su hermana y sostuvo su rostro con sus manos "Estoy tan feliz por ti" junto sus frentes, sin dejar de sonreír "Eres la mejor"

Antes de poder responderle, la puerta de la habitación se abrió y Mía junto a Samuel entraron. Ambos con una expresión de confusión en sus rostros.

"¿Qué sucede aquí?" pregunto Samuel, rascándose una ceja.

"¡Jennie entro a la Universidad de Chicago con una beca!" respondió Ally, gritando fuerte.

Mía gritó de alegría y se lanzó a la cama, abrazando a su hermana. Samuel sonrió y se acercó con más calma hasta la castaña, uniéndose al abrazo.

"¡Felicidades, Jen!" exclamaron ambos, llenos de alegría.

"Estoy tan feliz" dijo Jennie, su voz temblorosa por las emociones "Y lo mejor de todo, es que Lisa ira ahí también"

*

"Hola, mi amor" Lisa se estremeció al sentir la dulce voz de su novia. Era sábado y se encontraba concentrada en un libro que su padre le había regalado hace un par de días.

Hacia un buen clima en la ciudad de Chicago y la ojiverde disfrutaba de una mañana en la piscina.

Lisa sonrió y giro levemente su cabeza, encontrándose con el hermoso rostro de la castaña, que la miraba con una tierna sonrisa en el rostro.

"Hey" sonrió Lisa de regreso "Hola tú, guapa"

"Te extrañe" dijo la castaña, sentándose junto a su novia.