Prólogo

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Kyungsoo.

Es increíble como la vida decide arruinarte la existencia mas de lo que ya está.

Ironía.

Es la cosa mas estúpida que puede haber en el mundo. Parecido al Karma, con la diferencia de que aparece cuando se le da la gana y no precisamente para enseñarte una lección o algo remotamente parecido, claro que no. Mas bien, hace acto de presencia con el único objeto de joderte con lo que mas odias. Ni más ni menos.

Do Kyungsoo; veintitrés años de edad. ¿Profesión? El mejor fotógrafo de toda Corea. Y no, no lo digo por alardear.

No voy a decir que que estoy feliz de la vida por haber triunfado en algo que realmente me gustaba. Eso sería mentir muy descaradamente.

Atareada.

Es la palabra perfecta para describir mi día a día. Todos los días, incluso los feriados y fines de semana, tengo una tarea nueva, una obligación; un nuevo trabajo. Puede tener hasta diez tipos diferentes de proyectos en un solo día (o incluso más), y mi tiempo de descanso sería de no más de dos horas. Realmente agotador.

La fotografía era uno de los sueños mas anhelados que había tenido cuando niño. El solo pensar en una cámara ya me hacía saltar y emocionar mas de la cuenta; ni se hable cuando tenía una en mis manos. Por eso, cuando por fin había logrado destacarme en mi trabajo, creía que sería la persona mas feliz del mundo.

Jamás pensé que sería un fastidio.

Aburrido, complicado, horroroso. Todo eso y más era lo que ahora pensaba de ser fotógrafo.

Podría decirse que odio éste trabajo —porque sí, lo odio con pasión—, aún si la paga es, en definitiva, bastante buena. Ya estoy cansado de hacer lo mismo siempre. Cansado de trabajar para alguien más; cansado de sentirme presionado por el limitado tiempo. Pero, por sobre todas las cosas, estoy harto de fotografiar.

Fotografiar a gente que odio.

¿A qué me refiero? En todos mis años como fotógrafo (que no han sido muchos, cabe destacar), éstos tipos de personas me las he encontrado casi en todos lados. Como si fuesen montones de cucarachas molestas que me persiguen a donde quiera que vaya, lo cual no se aleja tanto a la realidad, siendo sincero.

Para ser mas concreto, estoy hablando de los homosexuales.

Esas cosas que, con el solo hecho de ver una persona de su mismo sexo, se excitan, son los seres mas horribles y aberrantes (por no decir abominables) que he conocido en mi vida. Cada vez que iba a hacer mi trabajo y me topaba con uno, éste siempre terminaba insinuándose a mi. Qué asco.

No tienen ni la más mínima pizca de decencia, y no les da ni un poco de jodida vergüenza demostrar que solo piensan y sienten con los genitales. Todos ellos —todos—, al parecer,están desesperados por un poco de sexo, y el caso llegó a tales extremos que ni siquiera les importa tomar a alguien de su mismo género. Malditos inmorales. Es imposible no aborrecerlos con el alma. Dan asco y simplemente no puedo ni quiero verlos.

Personas como ellos deberían pudrirse en el Infierno.

Kim Jongin, por ejemplo.

Modelo de veinte años, sin experiencia alguna. De tez morena, con una belleza única y embelesadora hasta para la cámara. Apodado “Niño libre” por negarse a seguir ordenes y amar la libertad mas que cualquiera.

Serio en su trabajo y un jodido imbécil en su vida diaria. Un maldito bisexual folla-culos desesperado por un poco de sexo (como todos los que son como él), dispuesto a todo por conseguirlo.

Ésta persona es mi peor pesadilla, no sólo porque sea más homosexual que hetero, sino porque, además de aprovechador, no ha parado de perseguirme desde aquel “incidente”.

Incidente provocado por él.

Y maldito sea el día en que acepté aquella oferta. Maldito sea el momento en que escuché su nombre y me interesé en él. Maldito sea él. Maldito sea yo por no renunciar a mi trabajo la vez en que lo había pensado.

Pero, en especial, maldita la puta ironía de la vida el involucrar a un estúpido homofóbico con un bisexual desesperado por violar a quien sea para tener placer, sin siquiera sentir nada por esa persona. 

Irony (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora