Capítulo 2

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Kyungsoo.


(Una semana después... )


La música resonaba en mi cabeza, como si tuviese los propios parlantes instalados dentro de mis oídos. Las luces me cegaban y todo daba vueltas. Sentía náuseas y salir corriendo al baño era una opción que veía bastante posible.


"Maldito Spike", pensé molesto mientras caminaba hacia uno de los asientos con un poco de dificultad. "Trayéndome a éste boliche de mala muerte... Lo asesinaré, lo juro"


— Disculpe —solté mientras apoyaba mano en la frente, llamando la atención al chico que atendía en la barra—. ¿Podría traerme un poco de agua, por favor? —casi le supliqué, porque, dios, la cabeza... en serio me estaba matando. El chico, y al ver mi desesperación (y mi lamento, cabe destacar), asintió y se fue.

— Pedir agua en éste lugar queda mal. Lo sabes, ¿no? —dijeron a mis espaldas, casi como si estuviese a tres metros de distancia. Demasiado lejano.


"Yo... reconozco esa voz. Estoy seguro", pensé vagamente y volteé para encontrarme con la sonrisa del horrible moreno que había fotografiado hace una semana. En otras circunstancias, hubiese maldecido a todos los dioses habidos y por haber, pero ahora... simplemente no tenía ninguna gana, ni me quedaban fuerzas para, siquiera, enojarme.


— Ah, el niño libre —solté casi con desgana, y fruncí un tanto el ceño, confundido—. ¿Qué haces aquí?

—Bueno, ya sabes. Despejando la mente un rato —contestó despreocupado mientras se sentaba a mi lado sin pudor alguno. Bueno, supongo que tampoco es que necesite de mi permiso para sentarse en un lugar público.


Solté una pequeña risita y enarqué una ceja.


— Pues te equivocaste de lugar, entonces —comenté burlón y dirigí la vista al frente en el momento en que vino el chico de la barra y me tendió mi amado vaso de agua. Hasta podía jurar que aquello era lo único bueno que me había pasado en toda esa maldita noche—. Gracias.

— Aquí vengo siempre; se ha vuelto una costumbre —continuó hablando mientras apoyaba la cabeza sobre su mano en una posición bastante cómoda. Soltó un suspiro pocos minutos después, mirándome de arriba a abajo—. El mejor fotógrafo de toda Corea en uno de los lugares más asquerosos que alguien podría conocer —comentó divertido—. ¿Qué te ha arrastrado hasta aquí, Do Kyungsoo?


Hice una mueca de disgusto. Spike; ese maldito es el responsable de mi desgracia.


— Un estúpido tratando de involucrarme en su estilo de vida —di un sorbo a mi bebida, resoplando al segundo y esperando fervientemente a que Jongin tuviese un poquito de compasión y me dejase tranquilo, al menos, por ésta noche. O que estuviese de acuerdo conmigo en que Spike era un idiota; eso me pondría más feliz, a decir verdad.


Él, sin embargo, soltó una risita.


— ¿No estás acostumbrado a ésto?

—Claro que no —respondí sin mas, y casi demasiado rápido—. Es la primera vez que me he decidido a venir y ya alguien ha intentado emborracharme. Simplemente, es una verdadera porquería.

Irony (Kaisoo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora