Kyungsoo.
Los rayos del sol golpearon de lleno mi rostro al día siguiente, cegándome por completo y haciéndome estornudar a primera hora de la mañana.
— ¿Dónde... demonios estoy? —murmuré, frotándome los ojos y tratando de abrirlos apenas un poco, forzándome a despertar de una vez. Y observé el cuarto con detenimiento, tratando de recordar qué había pasado la noche anterior y por qué diablos mi cuerpo parecía tan renovado si mi cama era como una puta roca con una sábana encima como decoración. Arrugué el entrecejo ante aquel pensamiento y volví a frotarme los ojos mientras me erguía hasta quedar sentado, y detuve todo movimiento cuando mis fosas nasales se abrieron extrañadas al oler aquel peculiar perfume. Yo no ponía colonia en las sábanas. Ni colonia, ni nada con olor... bueno, rico. Lo cual era raro, ya que, en éstos pedazos de tela, el aroma era tanto que había quedado hasta impregnado en mis prendas. "El olor, sin embargo", había pensado mientras olfateaba mi ropa y reprimía una pequeña sonrisa, "no es para nada feo, la verdad. Es bastante masculino. Me gusta".
Dejando a un lado aquel tema, froté mis ojos por tercera vez en lo que llevaba de día y di un bostezo realmente largo, revolviéndome los cabellos luego. Y, con lágrimas en los ojos, continué inspeccionando el lugar (extrañamente demasiado claro e iluminado), arrugando la nariz al no reconocer absolutamente nada de allí. ¿Dónde jodidos estaba? Porque ésta no era mi casa; estaba claro que no. Ni era éste mi cuarto, ni éstas mis sábanas, ni éste mi aroma. Ni siquiera la luz del sol que se colaba por la ventana era igual a la que acostumbraba ver, por dios. Hasta dolían los ojos de ver tanta... luminosidad acumulada en una sola habitación. Y puede que se haya sentido lindo al principio, pero ahora sólo me daba mala espina.
"¿Acaso me drogaron o es que sólo sigo teniendo mucho sueño? Porque no logro recordar nada"
Suspirando y poniéndome de pie con parsimonia, tanteé la mesita que había a un lado de la cama-súper-extra-cómoda y observé la pantalla de mi móvil.
Móvil que acabó dejándome esperando como un tonto a que encendiera, sólo para darme cuenta minutos después de que no tenía batería y que, no importaba cuánto esperase, el aparato no iba a encenderse.
Resoplando sonoramente y metiendo el teléfono en el bolsillo de mala gana, sintiendo la molestia aparecer poco a poco, me coloqué los zapatos y parpadeé mientras trataba de acordarme de lo que había hecho el día de ayer.
Fue en el momento en que había visto una foto colgada en una de las paredes del cuarto que fruncí el ceño con fastidio al reconocer al sujeto que aparecía allí, y recordé todo lo que había sucedido demasiado bien. Sintiendo de pronto mi cuerpo bastante rígido y tenso, sacudí mis prendas por pura inercia. Y chasqueé la lengua al observar lo que llevaba puesto, todo arrugado y arruinado.
— Maldición. Me he dormido con la mejor ropa.
Mordiéndome el labio inferior, acaricié mis sienes totalmente exasperado, como era de esperarse a esas horas del día.
"Realmente necesito mi café y una buena ducha en este preciso momento. Eso y salir pronto de aquí"
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Irony (Kaisoo)
FanfictionDo Kyungsoo. Veintitrés años de edad. Mejor fotógrafo de todo Corea. Extraño caso de homofobia. Kim Jongin. Veinte años de edad. Modelo sin experiencia alguna, con belleza única y embelesadora. Bisexual desesperado por un poco de placer... o al men...