Capítulo 3

37 0 0
                                    


Proyectos Escolares

Estando en clase me sentía muy feliz, en unas horas le daría el regalo a Dylan, pero igualmente me sentía un poco confundida con respecto a lo de antes con Lukas, y de igual forma estaba un poco nerviosa porque mi profesora me había pedido una pintura que logrará expresar mis emociones, además mi hermano Michelle solía hablarme mucho de arte lo que en algún momento me llamo tanto la atención que comencé a pintar a muy temprana edad.

- Señorita Zamora -

- ¿Si?

- La profesora Lang la esta buscando -

- Voy -

- Vaya directo a su oficina por favor -

- Entiendo, me retiro, regresaré para ponerme al corriente -

- Eso espero, el hecho de que la profesora Lang le haya dejado un trabajo tan importante no tiene porque afectar en sus estudios ¿entiende? -

- Claro, no se preocupe esto no afectará mi rendimiento académico -

Salí del salón de clases para dirigirme a la oficina de mi profesora, al parecer se volvió bastante importante después de ayudar a varios alumnos en situación de peligro pero no hablaré de eso por respeto a ellos, pero el caso es que la conocí hace unos años, antes de que se volviera mi profesora de proyectos, era amiga de mi padre pero no lo visitaba mucho por eso no sabía de ella, hasta que en el funeral de mi padre llegó a acompañarnos, desde entonces comenzamos a hablar sobre varios temas y sin darme cuenta ya estábamos exponiendo cada uno de nuestros proyectos, al principio me ayudaba pero ahora me tocaba a mí.

- Vaya parece que hoy hace bastante frío - dije mientras me frotaba las manos, mi madre me había dicho que trajera un suéter más caliente, pero ya saben aquí la rebelde no le hizo caso y ahora se esta muriendo del frío.

- Y como siempre tú sin un atuendo adecuado ¿no crees Zami? - detrás de mi escuche su voz y al girarme confirme que Dylan se encontraba detrás de mí.

- Jajaja, me conoces muy bien Cheng -

- Lo sé, creo que incluso mejor que Francis -

- Vamos sabes que no le gusta ese apodo -

- Pero no esta aquí, no puede escuchar, además tú no le dirás nada ¿no? -

Mira que inteligente.

- Vale no diré nada -

- Bien, toma - extendió su sudadera en dirección a mi, pero no entendía a que se refería hasta que se rio de nuevo y hablo.- Es para que no tengas frío -

- ¿Me estas dando tú sudadera? - pregunte incrédula.

- Pues claro, no la necesito, pero tú te estas por congelar - 

- No puedo -

- Zami, vamos no es nada malo - en eso tenía razón pero mi pervertida interior no lo estaba tomando de buena manera.

Imagínate el olor de Dylan impregnado en ti.

Cállate.

El Amor En Forma De ArteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora