Capítulo 18

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¿Cómo pasa el tiempo?

Durante los siguientes meses los pase encerrada en casa, al único lugar al que asistía era a la escuela, pero trataba de ignorar a todo mundo, caminaba por los pasillos con mis audífonos puestos y la música a todo volumen, no miraba a nadie, solo seguía. No salía con mis amigos y, a pesar de ser tan comprensivos conmigo sentía su desesperación por mi actitud, dejé de hablar con mis hermanos para que no sospecharan nada, incluso la escuela no estába enterada de mi situación o al menos de lo que había descubierto, lo que menos quería era su lastima, la odiaba.

Aunque los únicos que me acompañaron en mis peores momentos fueron; Mi novio, Ágata, Cam y Liam, ni siquiera Michelle estaba enterado de lo que estaba pasando.

Un sábado por la mañana estaba recostada en mi cama escuchando música, mirando al techo o a la nada en realidad, cuando escuché como tocaban a mi puerta, me incorpore con desánimo.

- ¿Puedo pasar? - mi actitud cambió por completo cuando al otro lado de la puerta encontré a Jhon, su rostro estaba pálido, como si hubiera visto a un fantasma, se acercó a mi cama para sentarse y mirar al suelo.

- ¿Qué sucede? -

- ¿Por qué no nos dijiste? -

- ¿Qué? - me acomodé a su derecha para poner más atención.

- Ya se lo que pasó entre tu y Francisco - por unos instantes me quedé congelada, ¿Cómo sabía eso? - No trates de negarlo tú novio me dijo que Francisco era el problema -

- ¿A él no le correspond.... - antes de continuar volvió a hablar.

- No fue culpa de ninguno de los dos, pero... ¿Por qué? -

Me levanté de la cama para mirar afuera, el día estaba soleado, entraba toda la luz por las ventanas, algo que mi padre adoraba de mi habitación, me quedé debatiendo un poco entre la verdad y fingir que no importaba. Me gire para ver qué hacía, pero no sé había movido solo estaba estático ahí sentado. Era obvio que negarlo no serviría de nada, él ya lo sabía.

- Porque... no quería... molestar - casi en un susurro le respondí.

- Sabes que nunca lo harías - esas palabras me llegaron tanto que después de días sin derramar ni una sola lágrima, comencé a sollozar, y luego a llorar con todas las ganas, mis sentimientos reprimidos, todo lo que estaba ocultando, el enfado que tenía hacia mi misma y toda la situación de repente me habían golpeado, mi hermano se levantó y me abrazó, sentí la calidez y tranquilidad que necesitaba.

Después de una hora de lagrimas que parecían cascadas, logré calmarme, aún estaba abrazada a mi hermano, le conté toda la verdad, desde lo que me contaron hasta lo poco que yo había recordado, abrí mi corazón, y al hacerlo me liberé de todo.

- ¿Te sientes mejor? - me apretó los hombros con una sonrisa.

- La verdad si -

- ¿Quieres que me quedé? -

- No, estaré bien, además ya es tarde, mañana temprano irás al gym ¿no? -

- Mi hermana es más importante que un grupo de niños pequeños compitiendo por ser el mejor -

- Dato para el futuro -

- ¿No tener hijos? -

- Jajaja no cuidar de ellos mejor dicho -

- Buena idea Cerezita - ese apodo era el que mi padre usaba para referirse a mí, hace años que no lo escuchaba.
Recuerdo la época en la que mi padre solía llevarme a su trabajo, si bien la estación de policía no era lugar para una niña pequeña sus compañeros me trataban como parte del equipo y la mayoría de las veces le ayudaban a cuidar de mí, en una de esas ocasiones recuerdo estar jugando con la cámara de papá, la gente pasaba una tras otra, había algunos gritos pero yo siempre estaba segura junto a Simón, el mejor amigo tanto de mi padre como mío, entonces una chica entro por la puerta, todos estaban ocupados atendiendo a otras personas, por lo que Simón se levantó para atenderla, estaba golpeada por todos lados, no recuerdo exactamente como era, pero aquella mujer había huido de su novio, al parecer sufría violencia. Los trámites de la denuncia transcurrieron con normalidad, la verdad no le estaba prestando demasiada atención hasta que se acercó a mi y me regaló una pequeña maceta con lirios, estaba muy bien cuidada, ella me dijo que era un regalo, que talvez ya no podría cuidarla pero que yo parecía alguien muy responsable, después de eso mi padre se encargo del caso durante unos meses, hasta que una mañana llego el informe de una chica que apareció muerta en su departamento, la noticia nos impacto tanto que mi padre fue a su casa, no me dijo lo que había visto, solo regreso a la estación y me abrazo muy fuerte, el nombre de la chica era Cherry, que en inglés significa cereza, desde entonces comenzó a llamarme de esa manera, en homenaje a la chica que quería vivir pero a la que le habían arrebatado los sueños.

Mi familia no conoce la historia real, de hecho yo tampoco lo hacía, pero Simón venía cada cierto tiempo y nos contaba anécdotas sobre mi padre, algunas solo las conocía yo, como está.

- Bien ya es momento de ir a dormir - nos despedimos y el se fue a su habitación.

***

Pasaron 8 meses desde aquel momento, Jhon me había convencido de contar mi situación, al menos a las personas más cercanas que tenía, y la verdad eso me hizo sentir mejor, comencé terapia al mismo tiempo, era un gran apoyo, las cosas se calmaron considerablemente, deje de culpar a Franck por lo sucedido, volví a ser yo en la escuela y a salir con mis amigos, hablé con Michell sobre la situación, solo faltaba una cosa, a la que más miedo le tenía.

Un Viernes por la mañana me encontraba hablando con Liam sobre sus aventuras en las discotecas a media noche, entonces una chica se acercó a mi, debo resaltar que estábamos a pocas semanas de las vacaciones de Diciembre, la chica era una compañera del salón de Dylan, me sorprendió un poco que lo hiciera, pues en realidad no hablábamos mucho, ni siquiera la recordaba bien.

- ¿Eres Pamela cierto? -

- Lo soy, ¿Se te ofrece algo? - conteste algo confundida.

- Soy Clara un gusto - me dió un apretón de mano y sonrió. - ¿Eres amiga de Ballestero verdad? -

Mierda, en la escuela no sabían que estaba ignorando a Franck, y eso que pasábamos todo el tiempo juntos, supongo que creyeron que se debía a mi nueva relación.

- Lo soy - trate de disimular un poco lo incómoda que estaba.

- ¿Me gustaría saber si él sigue soltero? - la chica se sonrojo de inmediato, y yo me quedé congelada. - Creo que sabes de mí soy la ex de Ballestero -

El Amor En Forma De ArteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora