inko midoriya estaba dibujando con un izuku de 5 años cuando escuchó el timbre de su casa, al abrir la puerta no había nadie y pensó que era una mala broma de alguien. Cuando estaba por cerrar la puerta de nuevo escuchó un maullido, bajó la vista y...
Inko llamó al hospital para reservar un turno el cuál se lo dieron para el otro día. Dirigió su mirada al centro de la sala y sonrió al darse cuenta que su bebé iba a tener un nuevo amigo con quién jugar, ella siempre se preocupó al ver que su hijo no jugaba mucho con los demás niños en el parque pero nunca lo obligó a nada y esperó a que su hijo enfrente su timidez. Aunque a veces también estaba agradecida, esos niños era un terremoto y jugaban muy fuerte, eran capaces de lastimar a su bebé.
Dejando que los puqueños miren caricaturas, subió al cuarto de su hijo para poder acomodar una cama para el nuevo integrante.
El cuarto de su hijo era medianamente grande, ella tenía un buen trabajo y también quería lo mejor para su hijo. Acomodó la cama que había de más y le puso unas sábanas naranjas que tenían dibujitos de bombas, también una frasada por si le daba frío.
Sacó una pijama de su hijo, el cuál no usaba ya que le quedaba algo chico y tampoco le gustaba el color, y la dejó arriba de la cama del gatito. Miró el reloj que había en la mesita de su hijo y vió que eran las 6 de la tarde, vió que estaba todo en orden y bajó en busca de los pequeños para decirles que era hora del baño.
Al llegar a la sala los vió demasiados entretenidos con la tele, más bien su hijo, ya que el minino le daba solo unas mirabas y seguía con su dibujo. Se acercó a ellos y cuando estaba por hablar le dió una miraba a lo que el minino dibujaba. Abrió los ojos al ver como en la hoja habían letras y en una parte se leía algo, "katsuki" específicamente.
-Así te llamas?.- El minino se asustó ya que no había sentido la presencia de alguien más y asistió a la pregunta de la ojiverde.- Un hermoso nombre para un hermoso gatito, yo me llamo Inko Midoriya.-
El gatito se sonrojó ligeramente por el halago y la mujer solo se limitó a soltar una risita. Izuku al percatarse de que su mamá estaba hablando con su amigo decidió preguntar de que hablaban.
-Mira.- dijo su madre, él miro la hoja y miró sorprendido a su amigo ahora llamado "katsuki".
-Whoa sabés escribir tu nombre, asombroso.- dijo con ojos brillantes y el minino quedó encantado con lo que el peliverde le dijo, diciéndose a sí mismo que haría de todo para conseguir más halagos de su parte.
- katsuki.- dijo el peliverde con un poco de dificultad.- te diré kacchan, es más fácil y además eres mi nuevo amigo. Kacchan es un apodo muy lindo para ti.
El minino ronroneó complacido, él también quería ponerle un apodo a su nuevo amigo.
-Deku.- susurró a penas audible pero el pecoso lo escucho y sonrió.
-¡Kacchan puede hablar! ¡y dijo Deku!.- el peliverde estaba muy emocionado al poder escuchar a su amigo hablar.- Deku es un apodo para mi, kacchan?.- preguntó y vió como el minino asintió, sonrió y sin que el gatito se lo esperara, lo abrazó.- Gracias kacchan, me gusta mucho, nadie me había puesto un apodo.- El rubio sonrió a penas y le devolvió el abrazo con un ronroneo.
La peliverde estaba feliz al ver tan linda escena de los pequeños, aún así tuvo que interrumpir para decirles que se bañaran.
Al peliverde le encanta bañarse y más cuando su mamá le ponía sus juguetes de All might. Al parecer kacchan no era muy amigo del agua pero no peleó mucho y también se entretuvo con los juguetes de deku.
Salieron del agua despacio con ayuda de Inko. El rubio estaba encantado con su nuevo pijama, le quedaba muy lindo y tierno, aunque no lo dijera en voz alta. Bajaron al comedor ya que inko les hizo la cena, la cuál fue silenciosa a pesar de que a veces se escuchaban ronroneos, al parecer alguien no comía algo calentito en días.
Cuando terminaron de comer, inko los mandó a lavarse los dientes. Deku le dió un cepillo nuevo y le ayudó a subirse a un banquito para poder llegar al espejo y lavamanos. Se aseguraron de cepillarse bien para luego enjuagarse la boca y escupir. Se limpiaron con una toalla y se acomodaron es sus camas, en eso Inko entró y los arropó a los dos, dándoles un beso en la frente a cada uno.
-Buenas noches puqueños.
-Buenas noches mami.
-Meow.
La peliverde sonrió y se fué, no sin antes dejar una lamparita encendida. Los puqueños se acomodaron y se durmieron con una sonrisa en sus caras. Uno por tener un nuevo amigo y el otro por tener un nuevo hogar.
🌷🌷🐱🌷🌷
Y aquí nuestro segundo capítulo, recuerden de decirme si notaron algún error ortográfico :)
Recuerden tomar agua, comer y descansar <3
espero que les vaya gustando, no se olviden de votar u.u
hoy tengo matemática y voy a estar así:
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