Volvía a estar frente a frente con la ciudad; esa ciudad en donde había sido testigo y protagonista de varias batallas, en donde había hecho muchos amigos, en donde había conocido a Ichigo, el joven pelinaranja que tras demostrar un increíble poder espiritual se convirtió en un shinigami.
Su figura menuda salia por completo del Seikaimon, una puerta que conectaba a la sociedad de las almas con el mundo humano. Cerró sus puertas dejando en su lugar, el hermoso color azul del cielo.
Su cabello negro se movía al compás del viento; tomó con su mano izquierda el mango de su zampaku-to al mismo tiempo que con sus ojos color violeta observó su comunicador, el cual sostenía con su mano derecha.
— ¡Rukia!
La teniente apartó su vista del celular al escuchar su nombre. Reconocía esa voz, ¿como olvidarla?; giró para encontrarse con esos ojos color marrón pertenecientes al shinigami sustituto.
—¡Hola, Ichigo!...¡ha pasado tiempo!
—Si...me alegra que hayas regresado.
La expresión de Rukia cambió un poco, pasó a tornarse completamente seria; hubiera deseado que su regreso a la ciudad de Karakura fuera para una simple tarea de hollows, seres espirituales que debieron pasar al mas allá antes de que se volvieran violentos, pero su misión era mucho más peligrosa que eso.
—¿Qué ocurre? —preguntó Ichigo, sacándola de sus pensamientos —¿un problema de hollows?
—No...esto es más fuerte que un hollow —contestó sin perder su expresión seria, de la cual se caracterizaba la noble familia Kuchiki. Ichigo imitó la expresión de la chica, posicionando su mirar hacia el aparato de rastreo que Rukia observaba.
—Han aparecido dos presencias muy grandes y desconocidas en esta ciudad...—continuó la shinigami—es por esa razón que me han enviado a investigar, ya que esta ciudad está bajo la jurisdicción del treceavo escuadrón..."es un reiatsu distinto al de un hollow o al de un arrancar", por el momento, es lo único que ha mencionado el capitán Ukitake.
—Entonces... ¿Qué podrá ser?
—No lo sé...
El comunicador inicio a emitir un agudo sonido, rápidamente ambos shinigamis fijaron su atención al pequeño artefacto.
—¡Son ellos...!
Ichigo frunció levemente el ceño, empuñó el mango de su zampaku-to mientras se ponía en guardia.
—¡Vamos, Ichigo!
Guardó se aparto, gracias al shumpo, Rukia e Ichigo desaparecieron del lugar, guiándose por el la energía espiritual que se hacía presente en la zona.
En algún lugar de la ciudad.
—¡Mira...! ¿no crees qué es una ciudad perfecta, para hacer lo que deseemos?
—¡Así es...!—sonrió de lado — ¡sin ningún sucio y molesto sayajin para detenernos!
Las personas observaban curiosas a ambos seres; estos caminaban por unas de las calles de la ciudad. Las miradas curiosas de los citadinos se clavaban en ambos, a las personas les parecía extraños los "disfraces" que ambos llevan sobre su cuerpo.
—¡Hey! ¡Miren este truco!
Les parecía tan divertido patinar por las aceras de la ciudad. Uno de los tres jóvenes saltó sobre los barandales, deslizando su patineta por el hierro, los otros dos chicos que le hacían compañía solo le observaban mientras patinaban en sus respectivas patinetas. Estos de imprevisto pararon llenos de sorpresa.
ESTÁS LEYENDO
Bleach y Dragon Ball Z: Saga de infierno
FanficUn incidente en el infierno, hace que los guerreros sayajins se enfrenten a antiguos enemigos junto a nuevos aliados.